En un futuro cercano, un grupo de periodistas de guerra intenta sobrevivir mientras informan la verdad mientras Estados Unidos se encuentra al borde de una guerra civil.
Málaga, sur de España. Siete hombres, repartidos en cuatro coches, parten con un gran cargamento de droga en dirección a Creil, una ciudad cercana a París; una misión rutinaria que se complicará debido a una fatal sucesión de acontecimientos.
Tres estudiantes desaparecen sin dejar rastro cuando estaban investigando la pista de un hacker de ordenadores. Todo empieza cuando Nic, su novia Haley y su mejor amigo Jonah, que viajan por carretera a través del Suroeste, dan un rodeo para localizar a un genio informático que ya ha conseguido colarse en los sistemas del MIT y sacar a la luz fallos de seguridad. Los jóvenes han despertado la curiosidad del misterioso hacker y viceversa. Al ponerse en contacto, de repente, todo se oscurece. Cuando Nic recobra el conocimiento, tiene la impresión de estar viviendo una pesadilla: sus amigos no aparecen y a él lo está interrogando el Dr. Wallace Damon. Mientras se libra una batalla de ingenios entre ambos, Nic busca un modo de liberarse. La señalCritica:Sin ningún sentido, así es como podríamos definir al filme The Signal (The Signal, 2014). Una película que sacrifica su coherencia interna con tal de tratar de impresionar al espectador en cada nuevo paso. Si acostumbran a decir que los sueños son elementos aleatorios diarios mezclados sin ningún tipo de orden, lo mismo puede decirse de The Signal, donde las teorías conspiranoicas se van sucediendo hasta el final de su metraje. La película tiene también un punto de jugar a JFK y que cada uno adivine lo que ha podido vislumbrar, aunque finalmente ni siquiera el director sea capaz de sacar algo en claro. La señalPara explicar mejor la diarrea mental que significa The Signal, lo mejor es realizar un resumen de lo que el espectador ha podido ver. La película se inicia con trazos de influencia del cine indie, somos testigos de la vida de tres jóvenes (escenas aderezadas con su correspondiente música pop, evidentemente) pues uno de ellos (la única mujer de la película) se muda a un nuevo piso. Todo parece normal hasta que de repente los dos jóvenes que la acompañan reciben unas señales extrañas por ordenador, que provienen aparentemente de un Hacker que les está tomando el pelo. Después de picarse un rato con él irán en su búsqueda, pero allí sorprendentemente se darán cuenta de que las cosas no son como parecen. La señalDespués de este trayecto inicial la película se reinicia por completo en una especie de hospital gubernamental. Laurence Fishburne se interpreta a sí mismo (por enésima vez) para interrogar a uno de nuestros protagonistas, el cual se ha quedado más para allá que otra cosa después del accidente. Nos enteramos de que el hacker no era hacker sino un alienígena. Poco más tarde somos testigos de algunas secuencias absurdas donde la seguridad de un complejo militar es burlada por nuestro protagonista, que se pasea por el hospital como Pedro por su casa. Luego vemos que el alienígena les ha dado superpoderes a lo Chronichle (película con la que comparte muchas singularidades, como por ejemplo su estilo de cómic aparentemente underground) y tiene unas piernas de acero que le permiten ir a 20Km/h. La señal
Un hombre se convertirá en un criminal para salvar a su familia. Director: Shawn Welling Guionista: Derek H. Potts Estrellas: Tom Vera, Tom Sizemore, Lee Majors |...Narco SubCritica: sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran,....Narco Sub
Dos policías, un veterano del cuerpo (Gibson) y su joven compañero (Vaughn), son suspendidos cuando un vídeo de sus duras tácticas de detención de delincuentes se convierte en la noticia del día en los medios de comunicación. Ambos con problemas personales que podrían solucionarse con dinero, deciden aprovechar su condición de civiles para hacer algo al margen de la ley. Dragged Across Concrete Justicia brutalCritica: Cuando en el año 2015 con “Bone Tomahawk” S. Craig Zahler nos regalaba uno de los mejores y más interesantes westerns de los últimos años renovando de manera feroz las claves del género, ya entonces podíamos apreciar a un autor con una mirada muy personal, al igual que su excelente gusto por lo grotesco y por diálogos extensos y sensacionalmente escritos. Repetiría fórmula en 2017 con el thriller carcelario “Brawl in Cell Block 99”. Una locura neo-noir gore deliciosamente excesiva y mucho más oscura que su predecesora. Justicia brutalCon “Dragged Across Concrete” Zahler consigue algo mayor, una cocción a fuego lento tan políticamente incorrecta, violenta y rodada con un pulso narrativo tan vibrante y sin ningún tipo de complejo que no queda otra que rendirse a ella por completo. Es un extraño y soberbio ejercicio de estilo de más de 2 horas y media de metraje que se convierte en una maravilla de cine negro contemporáneo, una buddy movie de atracos donde se vuelve a tomar su tiempo para implicar al espectador en la trama y empaparle de una tensión latente que va in crescendo a medida que avanza el film hasta que llega a su último tercio para cerrar la función con un espléndido y previsible festín de disparos. Todo es fascinante, desde la pausada pero vibrante presentación de personajes hasta la hipnótica manera en la que Vince Vaughn se come un bocadillo en una de sus interminables vigilancias. Acompañada de una banda sonora maravillosamente seleccionada con viejos temas de soul al más puro estilo “Jackie Brown” (Quentin Tarantino, 1997) pero amando por encima de todo los silencios o el implacable sonido ambiente que rodea cada escena. Justicia brutal
Dos niños (Holly Deveaux y Christian Martyn) son testigos de un asesinato en un viaje donde realizarán una acampada con un amigo de la familia (Daniel Kash). Cuando los criminales y también hermanos (Purcell y Suplee) comienzan a dar caza a los niños para matarlos e impedir que puedan declarar en su contra, aparece el padre (Fraser) para intentar salvarlos.
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