Tae-yeul, un espadachín de unos treinta años sale a buscar a su única hija después de perder uno de sus ojos. MIN Seung-ho, el mejor espadachín de la dinastía Joseon, elige una vida simple y corriente después de percibir la naturaleza transitoria del poder. Gurutai, el mejor espadachín de la dinastía Qing aspira a convertirse en el mejor incluso en la dinastía Joseon.
La película detalla las inspiradoras hazañas de Michael Edwards, mejor conocido como “Eddie el Águila”, el más famoso saltador de esquí en la historia británica. El enfoque de la película hacia el deporte de Edwards, de nunca rendirse, festeja el espíritu humano. Eddie the Eagle VolandoCritica:Esta película de Dexter Fletcher es un biopic muy amable, divertido y entrañable sobre la figura de Michael “Eddie” Edwards, un inglés que para nada daba el pego como atleta pero que luchó al máximo por llegar a ser olímpico. En este sentido, y con respecto al libreto del film, no hay mucho que contar porque, salvo presentarnos la vida de Michael Edwards, todo lo demás ya lo hemos visto muchas veces, esto es: la historia de un hombre ninguneado por todos y por su propio físico que, sin embargo, se alza por encima de todos los obstáculos y trabas en pos de conseguir su sueño. El toque de originalidad en este film lo pone el hecho de centrar la trama en el mundo del esquí y de los JJOO de invierno. VolandoEn la dirección hay que llamar la atención al respecto de lo bien trabajada que está la película en todos sus aspectos. Sobre todo, destaca lo bien que se han rodado los saltos de esquí desde muy diferentes perspectivas: el vértigo de la subida, las vistas desde abajo, las tomas desde el casco del saltador, las tomas aéreas. VolandoA nivel interpretativo destacan Taron Egerton y Hugh Jackman que son el alma de la película. Taron es Michael Edwards alias Eddie “el Águila”, y realiza una actuación muy destacada entregando un personaje cuya tremenda ingenuidad gana por completo al espectador… Por su parte, Hugh Jackman interpreta a Bronson Peary, un antiguo saltador americano cuya carrera quedó “congelada” por diferentes motivos. La pareja que logra formar junto a Taron Egerton es genial. Vale que son personajes típicos (el alumno torpe y novato, y el “entrenador” acabado) pero lo cierto es que ambos intérpretes saben ganarse al público. VolandoEn definitiva: Esta es, sin ninguna duda, una película que te hace sentir bien y no me importa que esto lo ponga el póster americano del film porque así es como sentí al terminar de verla. Es un film muy amable de ver que además juega con la baza de mezclar dos protagonistas de caracteres totalmente diferentes pero ambos entrañables, cada uno a su manera. Dos perfectos perdedores que te ganan por completo el corazón y te transmiten todas sus buenas sensaciones. Lo que te queda tras ver ‘Eddie el Águila’ es una sonrisa en tu rostro que no se paga con dinero. Volando
La historia se centra en el hijo de un pastor Bautista de una ciudad de Arkansas. El joven con 19 años decide contarles a sus padres que es homosexual. Ante esta confesión le envían a 'Love in action', un programa de conversión en el que a través de doce pasos y muchas lecturas de la Biblia, intentan suprimir esta identidad. Identidad borradaCriticaConstruir tu propio carácter siempre es tarea difícil para cualquier adolescente: muchas veces sabe (o cree saber) lo que se espera o exige de él, pero no siempre escucha o atiende a lo que él necesita o desea en realidad, porque da más importancia y valor a los dictados normativos – explícitos o implícitos – que va absorbiendo de su entorno (familia, amigos, sociedad, …) que a sus necesidades y anhelos íntimos, porque aún no sabe calibrar por sí mismo los límites entre su pulsión real y sus ansias gregarias de obtener un lugar en el mundo. Es una frágil y sutil lucha entre querer ser bueno y querer ser aceptado por todos a los que ama y necesita. Pero si nos dejamos imponer la tiranía de los ojos que nos miran sobre la verdad de nuestra inalienable esencia, estamos perdidos.La presente cinta pudiera parecer una obrilla académica que ilustra lo antedicho, pero en realidad es una radiografía del terror (y horror) psicológico al que es sometido un joven – hijo de un predicador evangélico y de una sumisa esposa amantísima – por una denuncia anónima e interesada, de ser gay. Internado en un centro de ‘reeducación’ (terrible y falaz palabra que presupone que podemos ser programados a voluntad) para personas extraviadas del ‘recto camino bíblico’, asistimos al impío y desolador calvario de ser tratado como escoria, como engendro infecto, como morralla inmoral y pecaminosa por la nimia e invisible diferencia de orientar tu deseo y afecto emocional y sensual hacia personas de tu mismo sexo. Podrá ser una disposición minoritaria, pero ¿acaso depende el respeto que nos otorguen los demás a que tengamos que ser, por obligación o mandato, siempre unánimes y uniformes?Quizás para aquellos que nunca hayan tenido que enfrentarse, por los motivos o razones que sea, a lo que de ellos se esperaba o exigía, tengan alguna dificultad de entender el desgarro, angustia y desolación que supone tener que rebelarse frente a tus seres queridos y tomar la decisión de ser honestos consigo mismos antes que sucumbir a la hipocresía y castración de cumplir con la imposición colectiva de fluir con la mayoría y no salirse de los márgenes trazados, aunque esto conlleve el sacrificio de ser excluidos del seno familiar o del amparo y protección de la comunidad. Ser diferente nunca es fácil. Proclamar y defender esa disparidad puede ser devastador.Estamos ante un penetrante estudio de caracteres. Y para ello es de vital importancia contar con unas excelentes actuaciones – como es el caso – para comprender la dolorosa amalgama de los afectos y fobias que están en juego: Lucas Hedges brilla como el acosado afligido; y Nicole Kidman está soberbia como madre escindida entre dos ¿irreconciliables? lealtades. Identidad borrada
Varsovia, 1939. El pianista polaco de origen judío Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody) interpreta un tema de Chopin en la radio nacional de Polonia mientras la aviación alemana bombardea la capital. El régimen nazi ha invadido el país, y como hace en otros países invadidos, lleva a cabo la misma política con respecto a los judíos. Así Szpilman y toda su familia -sus padres, su hermano y sus dos hermanas- se ven obligados a dejar su casa y todo lo que les pertenece para trasladarse con miles de personas de origen judío al ghetto de Varsovia. Mientras Wladyslaw trabaja como pianista en un restaurante propiedad de un judío que colabora con los nazis, su hermano Henryk (Ed Stoppard) prefiere luchar contra los nazis. Pero tres años más tarde, los habitantes del ghetto son trasladados en trenes hacia campos de concentración.The Pianist El pianistaCritica:He vuelto a verla unos años más tarde con la coplilla en la cabeza de que era la mejor adaptación de un libro que jamás había visto y no defraudó. Otra vez recordé aquellos párrafos de un pianista encerrado en un ático que me sobrecogieron de una manera tal que ahora se me siguen poniendo los pelos como escarpias cuando viene a mi mente todo lo que sufrí con las páginas de aquel libro que una buena amiga me prestó.Valorándola como adaptación de la obra literaria sigue siendo sublime, Polanski capta todo lo que el autor nos intenta transmitir trasladándolo a una perspectiva equisciente que llama la atención al tratarse de una biografía, pero le da un punto de creación que le concede más mérito a la dirección. Quizá su principal fallo reside en que no es un libro, que es una película y multitud de matices, personajes algo flojos y situaciones inacabadas pudieron haber sido corregidas desde la silla de dirección, pero eso no hace desmerecer una adaptación que, en conjunto, es increíble. En ningún momento se dirige a sentir pena del pueblo judío, ni mucho menos; como intentó hacer el autor en su día, se trata de contar algo más, de reaccionar en contra del maniqueísmo, de no culpar ni odiar, de hacer autocrítica, incluso, lo cual es algo que ya se echaba de menos en este tipo de obras. El pianista Polanski da clases a muchos que intentan adaptar y calcan, que fallan en el ritmo, que copian; Polanski fabrica una obra independiente y coherente, Polanski crea y destruye lo que no le gusta, Polanski ADAPTA.Quizá como película, quitándole el trasfondo de la obra autobiográfica, es algo más floja, aunque no mucho. Como ya he dicho, meter un flujo narrativo del estilo en esta película me satisface enormemente, pues la voz en off me resulta odiosa en todos sus aspectos. Las actuaciones me parecen soberbias, el ritmo, lento en todo momento, pues así lo requiere la historia, es totalmente adecuado, aunque quizá sufra algún altibajo en ciertos momentos, lo que la hace parecer larga, pero el director sabe cómo hacer retornar a cualquier espectador despistado, consigue que te pongas en el papel del protagonista, que te plantees el qué haría yo, fundamental en una historia de este estilo, a lo mejor porque la experiencia propia es la mejor virtud a la hora de narrar, a la hora de formar un personaje. Además, dotando a la obra de una banda sonora excelsa, consigue que la ambientación necesaria, magnífica, pese a que el guión se quede al veces algo flojo, sobre todo maltratando a algunos personajes, como al hermano de Vladek. El pianista
Cuando su avión se estrella en una remota montaña cubierta de nieve, Jane y Paul tienen que luchar por sus vidas como los únicos sobrevivientes que quedan. Juntos se embarcan en un angustioso viaje fuera del desierto......SurviveCritica: Las tardes de domingo sin nada que hacer pueden llegar a ser tan aburridas como para caer en la tentación de ver una película como esta si no hay otra cosa y apetece ver un estreno. ¡Craso error!Esto no vale la pena porque salga “Sansa Stark”, una actriz que no encuentra su sitio fuera de “Juego de tronos” por ahora.Tampoco vale la pena verla por puro aburrimiento, como iba diciendo. Al final uno termina aburriéndose más todavía de lo que ya estaba.Para empezar, tiene pura factura de telefilm y al mismo tiempo una realización pretenciosa con voz en off y un montaje de videoclip que no pega ni con cola.La protagonista está en un centro de personas con tendencia al suicidio y otros trastornos. Este tema, del que hace poco tiempo no se podía ni hablar, ahora lo tenemos hasta en la sopa, y no es precisamente la alegría de la huerta. Un poco más adelante, se encuentra con el insulso protagonista de “24: Legacy” y los ponen en un accidente de avión a ver qué pasa. Pues pasa que el film está en general tan mal dirigido, que toda la aventura, en lugar de entretener y emocionar, aburre cual debate político.La cámara está casi siempre muy pegada a los actores, y no para de moverse. El accidente es muy cutre. Para representarlo, menean mucho la cámara y apagan y encienden las luces muy rápido. Y una vez en la nieve, la cosa no mejora. Solo vamos a encontrarnos caminatas por la nieve, diálogos más tristes que el final de “Verano azul”, y escenas de aventura demasiado mal hechas. Lo peor de todo es que los paisajes, las montañas por las que van y la cantidad de nieve, van cambiando de forma a conveniencia, de una forma muy descarada. Vemos un plano en el que están a punto de llegar a un saliente sin salida alguna, y al siguiente están bajando cual cabras por una pendiente que se podría remontar sin ayuda de Jesús Calleja. De repente todo es yermo, y al momento siguiente hay árboles. ¡¡ Es desastroso !!.... Survive
En 1987, cuando la ley marcial termina en Taiwán, Jia-han y Birdy se enamoran en medio de la presión familiar, la homofobia y el estigma social
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