The Survivalist

El payaso psicópata Art, aterroriza a dos chicas durante la noche de Halloween, matando a todos aquellos que se interponen en su camino.

Un joven soldado norteamericano es enviado a la frontera entre Vietnam y Camboya para incorporarse a un pelotón. Además de la crueldad de la guerra, tendrá que sufrir las difíciles relaciones con sus camaradas.

Freeman pertenece a un culto antiguo de guerreros chinos llamados “Los hijos del dragón”. Él es su verdugo y su único hombre, porque es tal su poder que no necesitan a otro.

Siguiendo la estela de lo sucedido en “Piratas del caribe: El cofre del hombre muerto”, encontramos a nuestros héroes Will Turner y Elizabeth Swann aliados con el Capitán Barbossa, en una búsqueda desesperada para liberar al capitán Jack Sparrow de las manos de Davy Jones. Mientras, el terrorífico barco fantasma, el Holandés Errante, bajo el control de la Compañía de las Indias Orientales, causa estragos a lo largo de los Siete Mares. Will y Elizabeth, navegando en medio de la traición, la felonía y mares salvajes, deben seguir adelante rumbo a Singapur y enfrentarse al astuto pirata chino Sao Feng. Ahora, en los mismísimos confines de la tierra, todos ellos deben elegir un bando en la batalla final, ya que no sólo sus vidas y fortunas, sino también el futuro de la piratería clásica, pende de un hilo... Pirates of the Caribbean: At World's End Piratas del CaribeCritica:La vergüenza que Disney parece haber perdido, aunque desde hace ya mucho tiempo. Porque... ¿cuando muestran aquí como un niño es ahorcado, qué pretenden? ¿crear un espectáculo más maduro? ¿más adulto? ¿alejarse de la infantilización que precedía esta entrega? ¿darle un tono más serio? Si ud. responde alguna de esas preguntas con un "sí" entonces, probablemente, no podrá contestar a las siguientes: Si se busca un espectáculo más adulto, ¿por qué seguimos observando la misma comicidad absurda? ¿a que vienen esos momentos que parecen predestinados a cachondearse del espectador (lo de la boda ya es el no va más)? ¿de donde aparecen ese montón de Dip's? ¿donde queda la seriedad? Piratas del CaribePero en fin, no sé para qué coño me estaré haciendo todas esas preguntas, si lo único que buscan estos tíos es llenarse los bolsillos.. aunque yo les llenaba otra cosa.. de plomo, sobretodo a esos dos anormales que se hacen llamar guionistas y que, a lo máximo que aspiran, es a darle vueltas a la tortilla perpetrando así un ¿guión? infumable cuyo peor defecto no es el esperpéntico ridículo que roza en más de una ocasión sino que, para contar lo que cuenta, se tire treeees putaaaaas aborrecibles e interminables horas. Piratas del CaribeLos actores, a parte de Rush que es el amo y Knightley que está guapísima (aunque de actuar no tenga la más mínima noción), dan pura y absoluta grima: El amigo Dip clonado e irritando al personal con su sobreactuación, sus amaneramientos y no logrando en más que un par de instantes el cauce adecuado para el jodido Sparrow de los huevos, Bloom con su puta cara de palo otra vez, Yun-Fat preguntándose qué coño pinta en este puto esperpento y añadiendo cara de circunstancias, Davenport al que se le ha pegado la parálisis facial del Blumito y un laaargo etcétera de mierda que encauza este auténtico y rotundo TIMO. Piratas del Caribe

Cuando extraños asesinatos sobrenaturales de repente se convierten en la comidilla de una ciudad pacífica, dos detectives deben resolver un juego mortal, pero el mito de este juego revelará secretos demasiado cercanos a casa....Una noche oscuraCriticA esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Una noche oscura

Max Kirkpatrick (William Baldwin) es un brillante agente de policía que se ve obligado a proteger a la atractiva Kate McQuean (Cindy Crawford), una prestigiosa abogada de derechos civiles de Miami que ve su vida amenazada por una banda de antiguos agentes del KGB liderada por un importante hombre de negocios de la antigua Unión Soviética.