Alejandro Mateos, uno de los productores de cine más importantes, comienza un casting de talento para encontrar a la protagonista de su próxima película. Cuatro chicas provenientes de diferentes partes del país harán hasta lo imposible por conseguir un lugar en la cinta, aunque no la tendrán fácil, pues deberán enfrentarse a la novia del productor, una actriz con aires de diva (cualquier parecido con la realidad es a propósito) que hará todo lo que esté en sus manos por quedarse con el papel.
Maggie O’Connor, enfermera en un gran hospital de Nueva York, recibe un inesperado regalo de Nochebuena: su hermana pequeña Jenna le deja a la hija que acaba de tener. La pequeña Cody se convierte en la hija que Maggie siempre había deseado; pero, seis años después, Jenna reaparece dispuesta a recuperar a la niña. La razón es que Cody posee unos poderes extraordinarios que pretenden explotar los miembros de una siniestra secta a la que pertenece Jenna. A pesar de la vigilancia de que es objeto, la niña es secuestrada por el marido de Jenna, el satánico Eric Stark. Para recuperar a su sobrina, Maggie acude al agente del FBI John Travis, experto en homicidios rituales y crímenes satánicos.
Un artista de hip-hop aspirador descubre el mundo de la poesía del golpe.
Nunca seremos tan especiales como soñábamos cuando éramos pequeños. Este es el chasco que se llevan Warren y Spencer, dos jóvenes de clase media sumidos en el desencanto de la vida común y que se rebelarán contra el sistema planeando un robo... a una biblioteca de universidad. American AnimalsCritica: Hace algunos años, los directos de cine Ben y Josh Safdie conocieron a Arielle Holmes, una habitante de la calle y adicta a la heroína a quien ayudaron a dejar sus malos hábitos mientras que la asesoraban para que escribiera sobre sus experiencias. Lo que Holmes escribió acabó por convertirse en “Heaven Knows What” (2014), la opera prima de los Safdie protagonizada por la misma chica que se encontraron en las calles de New York. Es muy interesante y arriesgado lo que hicieron estos hermanos, pero también lo es la fórmula que trajo Bart Layton con American Animals.Layton plantea en su película una serie de entrevistas con cuatro ex convictos mientras que va narrando la historia de cómo terminaron en la cárcel. El viaje está en constantes cambios temporales que ayudan a darle más profundidad y capas a los personajes. American Animals no sólo le cuenta al espectador que existe basándose en hechos reales, sino que mezcla la dramatización de lo ocurrido con los relatos de las personas que lo vivieron.Una salvajada de Layton (quien ya había dirigido varios documentales en su carrera) pero que funciona muy bien en la pantalla, en parte gracias a qué los actores supieron encajar con lo que se les planteaba a través de este ejercicio de representación. American Animals¿Ejercicio de representación? Sí, es que American Animals es eso, una representación de lo ocurrido por allá en 2004 en la Transylvania University (Kentucky, USA) no pretende ser una glorificación de la figura de los ladrones, ni tampoco juzgarlos y llevarlos a la hoguera, simplemente quiere contar mezclando las perspectivas de los involucrados. La cinta de Layton acostumbra al espectador rápidamente a la narración simple en cuestiones morales, pone en conocimiento de este que no verá una historia redentora, sino un crimen contado por sus perpetuadores. American Animals
¡Bienvenidos al Sherlock de 1895! Para el detective más famoso del mundo y su mejor amigo, algunas cosas continúan igual: la amistad, la aventura y sobre todo... los asesinatos. ¿Por qué se sorprende Thomas Ricoletti de ver a su mujer con su vestido de boda? Porque apenas unas horas antes la vio morir... El fantasma de la señora Ricoletti ahora parece recorrer las calles con sed de venganza, y sólo Holmes y el doctor Watson pueden hacer frente a esta novia de ultratumba.
No volver a mostrar