El genial hacker Connor descubre la Cicada 3301, una búsqueda del tesoro online que podría ser una herramienta de reclutamiento para una sociedad secreta. Pronto, Conner, su amigo Avi, experto en arte, y la secreta bibliotecaria Gwen se lanzan a descubrir pistas del mundo real desde los sitios de grafiti hasta las bibliotecas antiguas. Pero deben huir de los agresivos agentes de la NSA, que también están tras la pista de la Cicada y quieren la gloria para ellos.
Michelle (Roberts) y Allen (Bracey) han llegado a un punto en su relación en el que están considerando los próximos pasos. Deciden invitar a sus padres (Diane Keaton, Susan Sarandon, Richard Gere y William H. Macy) para que finalmente se conozcan y ofrezcan su "sabiduría" de cómo funciona el matrimonio. Lo que no saben es que los padres ya se conocen bastante bien, lo que lleva a algunas opiniones muy distintas sobre el valor del amor.
A dos aspirantes a rockeros de San Dimas, California, se les dijo una vez que salvarían el universo durante una aventura de viaje en el tiempo, pero se encuentran como padres de mediana edad que aún intentan poner en marcha una canción exitosa y cumplir su destino. Sin suerte e inspiración, Bill y Ted emprendieron otra aventura de viaje en el tiempo para buscar la canción que establecerá su mundo correcto y traerá armonía al universo tal como lo conocemos.... Bill & Ted salvando el universoCritica: Estamos ante una película hecha para fans de las dos primeras. Si no las has visto, no pierdas el tiempo con esta porque además no la vas a entender. Y si las has visto y no te parecen obras de arte tampoco veas esta, no eres merecedor de ello.Para mi gusto, es mejor que la primera, pero está a años luz de la segunda parte. No voy a ser objetivo opinando porque soy ultrafan, vamos, que la he visto con una camiseta del señor Muerte puesta. Pese a ello, sé reconocer que no supera la segunda parte.Lo que se nota a leguas es que tanto Keanu Reeves como Alex Winter se lo pasaron en grande rodando esta tercera parte. Desde el anuncio de que la harían hasta la última escena se nota que son dos colegas haciendo lo que les da la gana.El ritmo no te da tregua y los guiños a las dos primeras son continuos, para regocijo de flipaos como el que firma esto. Por otra parte, los efectos especiales no son nada espectaculares, pero se pretende justamente eso para seguir, aunque tres décadas más tarde, la estela de las dos primeras partes.Le achaco quizás algún chiste excesivamente estadounidense que aquí no se entiende. Seré un cateto musical moderno, pero aparece un cantante que por lo visto es superfamoso y yo no había visto en mi vida.....Bill & Ted salvando el universo
Steve Ford (Bruce Willis) es un investigador privado de Los Ángeles que deberá enfrentarse a una banda de gangsters para rescatar a su perro. Once Upon a Time in Venice DesaparecidoCritica:Bruce Willis ha decidido en estos últimos años dedicarse a protagonizar películas destinadas al formato doméstico o a aparecer en cameos de otras pocas de renombre (Múltiple). Lejos queda ya el héroe de acción que era en los años 90. Prefiere dedicarse a proyectos que le lleven poca dedicación (breve período de rodaje) e, incluso, poco esfuerzo o despliegue físico. Y es que se trata de películas de bajo presupuesto, o con el mínimo como para atraer a alguna superestrella de Hollywood. DesaparecidoEn esta ocasión, se nos muestra un Willis mucho más desenfadado de lo que nos tiene acostumbrados: le vemos desnudo encima de un monopatín en modo huido de persecución y disfrazado de mujer. Por el resto, nada es destacable de forma importante. Tarda en arrancar, y cuando lo hace, no demuestra un argumento sólido ni claro. Encontramos varias subtramas sin ton ni son, que ni se relacionan entre ellas ni son atractivas para el espectador. No sorprende y gran parte de la película es prescindible. Algunos personajes sobran y otros están excesivamente sobreactuados (véase John Goodman y Jason Momoa). Actores con este potencial son demasiado buenos como para participar en esta película. Se merecen algo mejor. Luego está Famke Janssen, a la que no han sabido encontrarle un lugar en todo este despropósito. Desaparecido
La vida profesional y personal de Los Angeles Lakers de la década de 1980, una de las dinastías más veneradas y dominantes del deporte, un equipo que definió una era, tanto dentro como fuera de la cancha.,...Lakers: Tiempo de ganarCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Lakers: Tiempo de ganar
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