Fauda

Galicia, norte de España, 2 de enero de 1921. El barco de vapor Santa Isabel, que navega hacia Argentina con más de doscientos emigrantes a bordo, se hunde frente a la costa de la isla de Sálvora. Tres mujeres isleñas, María, Josefa y Cipriana, que valientemente se han hecho a la mar en una frágil chalupa para salvar a los náufragos, son tratadas como heroínas por las cínicas autoridades; pero León, un inquisitivo y tenaz periodista argentino, empieza a hacer preguntas incómodas. La isla de las mentirasCriticaDos de Enero de 1921, de madrugada y con la visibilidad reducida por la densa niebla, el vapor Santa Isabel se fue a pique en plena ría de Arousa dejando 213 cadáveres. Sobre esta catástrofe perdida en los libros de historia, Paula Cons debuta en la ficción con una propuesta valiente, no exenta de riesgos. Sale airosa del envite moldeando un trhiller correcto, aunque los mimbres de partida apuntaban a un cesto de mayor empaque.Pone el foco en tres isleñas (Nerea Barros, Victoria Tejero y Ana Oca) que se lanzaron al mar para rescatar a decenas de náufragos de una muerte segura. Un periodista argentino (Darío Grandinetti) va a cubrir un suceso en el que atisba algo más que un mero accidente. Intuye una historia de enjundia alrededor de unos lugareños parcos en palabras, de comportamientos contradictorios.Las actrices protagonistas ejecutan un trabajo loable. Sus rostros reflejan las cicatrices inherentes a una vida ruda, durísima, con el aislamiento, el analfabetismo y el caciquismo martilleando a la población al compás de una meteorología caprichosa e inclemente. ‘La isla de las mentiras’ convierte el islote de Salvora en un peñasco hostil, dónde se respira la ranciedad. Las escenas del rescate me parecen rodadas con excesiva pulcritud. Me dejan frío, tiritando como esas pobres gentes vencidas por la intemperie.Era el momento de la contundencia fílmica, del puñetazo en la mesa para ensalzar la gesta de esas heroínas maltratadas por la superchería, el prejuicio, quién sabe si también por la envidia (dichoso deporte nacional). El personaje encarnado por Darío Grandinetti en un momento del metraje dice: ”sólo ustedes saben lo que ocurrió aquella noche. Está claro que yo fracasé en descubrirlo”. Su paso por la cinta me deja idéntico regusto. Le veo a medio gas, sin desplegar todo su potencial y carisma, que es mucho. Pons urde una intriga que se mezcla muy bien en el entorno, con panorámicas marítimas de intimidatoria belleza, aunque llegado el clímax, falta la guinda coronando el pastel. La isla de las mentiras

Noah debe dejar su ciudad, novio y amigos para mudarse a la mansión de William Leister, el flamante y rico marido de su madre Rafaela. Por otro lado, con 17 años, orgullosa e independiente, Noah se resiste a vivir en una mansión rodeada de lujo. Allí conoce a Nick, su nuevo hermanastro, y el choque de sus fuertes personalidades se hace evidente desde el primer momento.....Culpa míaCritica: Esta película es un popurrí de "copia-pega" de otras películas. Lo único que me ha alegrado es que haya actrices y actores jóvenes que se estén abriendo camino y tal vez lleguen lejos. Espero que les ofrezcan obras que dignifiquen el cine español y no este tipo de experimentos para pasar página y correr un tupido velo.Tiene tintes de la cara más cutre del cine español, de la época del destape, cuando los hombres se obsesionaban con el cuerpo de las mujeres. También tiene pinceladas de culebrón hispano de cientos de episodios donde hay clasismo por un tubo -y machismo disfrazado de progresismo-. Pero además se mezclan situaciones incompatibles entre gente rica y gente de zonas marginales de las grandes ciudades. Un universo diseñado a medida de la historia pero completamente alejado de situaciones creíbles, aunque sea un universo de ficción.Algunas escenas bien podrían ser el preámbulo de una película porno hecha en casa con una fotografía un poco mejor. Ocurren situaciones absurdas que imitan escenas de películas ochenteras de serie B y comportamientos sin sentido de estereotipos de jóvenes/adolescentes de películas estadounidenses mediocres.El guion tiene un nivel muy bajo y los actores/las actrices están mal dirigidos, de forma que se les exige para la escena un nivel muy inferior al que son capaces de desempeñar en la actuación. La mayoría no consiguen ni naturalidad ni teatralidad (salvando honrosas excepciones como Iván Massagué), sino vanos intentos de expresar lo que se les pide con un nivel inaceptable para lo que realmente son capaces de hacer.Es un producto marginal de un mercado muy competitivo dirigido a un público poco exigente. Lo lamentable es que lo verá gente joven que lo único que hará es perder el tiempo. Los cineastas españoles deberían ser más responsables con el resultado de sus obras, que deberían tener un mínimo de calidad, además de aportar algo a la cultura hispana, para que podamos enriquecernos todos..... Culpa mía

Mateo emprende el ascenso del Annapurna, la montaña más peligrosa del planeta, con el propósito de cumplir una antigua promesa....La cimaCritica *Un viaje personal en mitad del AnnapurnaLa cima nos presenta un argumento original desarrollado por el propio director, que tras una dura experiencia personal encontró la salida en su pasión por la montaña. Y, el guion está a cargo de Nerea Castro (Zarpazo, 2017). En ella, Mateo (Javier Rey) e Ione (Patricia López Arnaiz) se encuentran en el campamento base del Annapurna. A partir de ese momento, comenzarán a entablar una relación basada en el compañerismo para poder sobrevivir.Aunque La cima puede recordar a producciones como Everest (2015) o 127 horas (2010), Ibon Cormenzana consigue incluir grandes toques de sentimentalismo. Así, consigue que no se centre tanto en los elementos épicos, sino en el desarrollo psicológico y el viaje interior que viven ambos. Nos encontramos ante una película intimista, pues ambos están, prácticamente, solos en pantalla y recae sobre ellos el peso interpretativo.*Dos grandes actores sometidos a una naturaleza hostilDebemos destacar también la entrega completa y la exigente preparación física que tuvieron que llevar a cabo ambos actores, y que se refleja en pantalla. En muchas escenas, el espectador podrá observar que son ellos mismos los que están haciendo las escenas de riesgo. De esta forma, la naturaleza y la hostilidad de la misma se convierten en dos elementos principales más de la película. Y, gracias al trabajo de fotografía de Albert Pascual (Alegría, tristeza, 2018), el espectador se sumergirá en esta montaña y sufrirá, por momentos, esa angustia que experimentan los personajes.... La cima

Basada en hechos reales, sigue la historia del reconocido periodista Tom Junod y su amistad con el icono de la cultura pop americana Fred Rogers. Todo empezó cuando un escéptico Junod aceptó escribir un artículo sobre Rogers. A raíz de esto comienzan a conocerse de cerca y cambiará la idea preconcebida que tenía sobre él. En esta historia la amabilidad supera al cinismo, y está marcada por la empatía, y la decencia del vecino más querido de Estados Unidos.

Inspirada en la vida de la famosa escritora británica Jane Austen y su posible relación con Thomas Lefroy, la película se basa en acontecimientos reales que fueron recogidos en el libro Becoming Jane Austen de Jon Spence, que fue el asesor histórico del filme.