Seres sobrenaturales entregan condenas sangrientas, enviando a los individuos al infierno y dando lugar a un grupo religioso fundado en la idea de la justicia divina.
En el transcurso de un viaje en solitario a través del Océano Índico, un hombre (Robert Redford) descubre al despertar que el casco de su velero de 12 metros se ha agrietado tras una colisión con un contenedor que flotaba a la deriva. A pesar de las reparaciones, su intuición de marinero y una fuerza física que desafía su edad, a duras penas logra sobrevivir a la tormenta. Pero el sol implacable, la amenaza de los tiburones y el agotamiento de sus escasas reservas obligan a este marinero sin rumbo a mirar a la muerte a los ojos. All Is Lost Cuando todoCritica:Es frecuente que a la hora de filmar lo que entendemos por una historia de supervivencia los cineastas recurran a una serie de claves y/o lugares comunes, que podríamos agrupar en dos grandes planos. En el argumental, el reto que comporta sobrevivir a las dificultades, a los elementos, sirve para conocer mejor al personaje o personajes implicados, y con frecuencia desemboca en una revelación o en una transformación íntimas. Además, habitualmente se recurre al flashback u otros recursos (recuerdos, ensoñaciones, voz en off) para aportar así mayor información acerca del protagonista o protagonistas y exponer sus motivaciones, o las circunstancias de su carácter. En el plano formal abundan las soluciones "épicas", esto es, secuencias llenas de intriga y tensión, filmadas con ambición de espectacularidad, que buscan directamente la emoción del espectador, a lo que ayuda una música omnipresente, que tiene un efecto multiplicador. Cuando todoTeniendo esto en cuenta, resulta aún más interesante comentar esta película, pues precisamente las dos grandes críticas que se le hacen tienen que ver con lo que antes he apuntado; hay quien dice que carece de interés porque no se nos dice nada del personaje que la acapara, de sus relaciones, de su historia, y hay quien lamenta que el filme sea tan solo una narración desapasionada, fría, carente de tensión, despojada intencionadamente de esas soluciones formales "épicas". Cuando todoRespetando tales opiniones, y aclarando que en nada me disgustan los recursos clásicos apuntados en el primer párrafo, creo sinceramente que esta película alcanza objetivos parecidos, aunque optando por un minimalismo formal y argumental aparentes. Y digo aparentes, porque ya al principio, en una de las escasas líneas de guión (que irónicamente es una despedida), se nos resume el carácter del personaje, y todo el resto del filme no es sino una constatación de esos rasgos personales apenas esbozados. Incluso creo que hay épica de la buena en esa descripción desapasionada de las diversas estrategias de supervivencia, en ese empeño aparentemente frío del protagonista por luchar hasta el final haciendo uso de su inteligencia y los medios de que dispone; el desarrollo de los acontecimientos está magníficamente concebido por el director, y aunque puedo comprender que haya quien lo encuentre tedioso, a mi nunca me aburrió a lo largo de sus poco más de 100 minutos. Cuando todo
Dos mujeres que huyen de la ley deciden robar a una adinerada y psicótica amiga, una mujer que parece seguir inmersa en el mundo de fantasía que ellas crearon cuando eran jóvenes. Sin embargo, cuando esta se da cuenta de lo que tratan sus amigas, decide someterlas a una prueba: les dará el dinero si participan en un juego mortal que lleva años ideando.
Clara llega a Nueva York con sus dos hijos en el asiento trasero de su coche. El viaje, que disfraza como una aventura a los ojos de los niños, pronto se revela como una huida de un marido y padre abusivo. Él es policía, y Clara trata desesperadamente de evitar que la encuentre. Los tres tienen poco más que el coche, es invierno y se quedan sin dinero. Pero la gran ciudad muestra misericordia: en su búsqueda de refugio, la familia se encuentra con una altruista enfermera llamada Alice, que les consigue camas en un refugio de emergencia. Mientras roba comida en un restaurante ruso llamado "Palacio de invierno", Clara conoce a un ex convicto, Marc, a quien se le ha dado la oportunidad de ayudar al antiguo restaurante a recuperar su antigua gloria. El 'Palacio de invierno' se convierte en un lugar de encuentros inesperados entre personas que están atravesando algún tipo de crisis y que el destino ahora ha reunido.
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