El conocido profesor Professor Jerzy Abramski es asesinado. De su investigación se encarga el inspector Wojciech Samborski y su ayudante, la oficial Marta Zadara. Ambos dan por sentado que tras el asesinato se esconde su amante. Sin embargo, su muerte cambia por completo el devenir de los acontecimientos. La fundación "Helpful Hand", fundada por el profesor Amramski, atrae la atención de la policía. La investigación les llevará a descubrir una trama de corrupción basada en el tráfico de órganos. Todo se complica aún más cuando ambos policías empiezan a mantener una relación sentimental entre ellos, lo que complica las pesquisas del caso. wojnyCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. wojnyEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. wojny
La tranquila existencia de un lobo solitario australiano se hace añicos cuando se entera de que la mujer que una vez amó y pensó que estaba muerta está viva y cautiva de gángsters despiadados. Ahora, para enfrentarse a esta peligrosa organización criminal, debe buscar aliados e irrumpir en un mundo de violencia para rescatar al amor de su vida en este cuento de hadas moderno y descarnado.....SnagCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Snag
Después de haber liberado al Chupacabras, Leo San Juan decide que es tiempo de regresar junto con su hermano Nando a casa de su abuela. A mitad del camino, el Charro Negro logra confundir a Leo, y gracias a eso, una niña inocente es transportada al inframundo. Leo se ve forzado a reparar el daño. Sus amigos irán a ayudarlo y saldrán de ahí lo antes posible. Pero no es una coincidencia que el Charro haya decidido involucrar a Leo, ya que sus intenciones van más allá de conseguir un alma nueva...
Para Niemans el hombre que encontraron emparedado en un monasterio de Lorena no es una víctima cualquiera. Las marcas esotéricas grabadas a su alrededor y el extraño rito de su sacrificio hacen pensar en algo muy distinto… Paralelamente, en la zona se van multiplicando los asesinatos. En todos los casos unos misteriosos monjes dotados de una fuerza sobrenatural eliminan de manera espectacular a una serie de desconocidos y luego desaparecen sin dejar rastro. ¿Quiénes son estos ángeles del apocalipsis que van sembrando el terror? ¿Qué relación tienen con las profecías de las sagradas escrituras? Niemans y Reda (Benoît Magimel) no entienden nada, hasta que se dan cuenta de que todas las víctimas tienen el mismo nombre y la misma profesión que los apóstoles.
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