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Cuando un grupo de amigas de toda la vida se va un fin de semana a Napa para celebrar el 50 cumpleaños de una de ellas, reaparecen viejos conflictos del pasado. "Las mujeres que vemos en pantalla son amigas en la vida real. Eso explica la química tan natural que hay entre ellas y que hace que la película sea tan entretenida" Amigas con soleraCriticaLa comediante Amy Poehler (que quizás no os suene de nada, pero es muy conocida en Estados Unidos) debuta en la dirección con esta comedia exclusiva para Netflix. Se trata de una historia donde seis amigas celebran el cumpleaños de una de ellas (50 años), y se embarcan en un viaje por los viñedos.Como premisa la cosa promete, y sobre todo viendo quien es la directora y el elenco de actrices, pero la cosa se queda en tierra de nadie, ya que, si bien es cierto que la película muestra una gran química entre las protagonistas (todas ellas son amigas en la vida real, y eso se nota) y tiene sentimientos y reflexión en aspectos clave, no apuesta por el humor, y es una pena, porque la cosa daba para más de sí.La dirección de Poehler no es nada del otro aquel, aunque tampoco es mediocre. Se queda en correcta, sin más, ya que poco se puede destacar (si la película luce bien es gracias a los hermosos paisajes que los personajes visitan, ni a la labor en la dirección).En cuanto al guion, los personajes están más o menos bien dibujados (quizás alguna de las amigas quede un poco desaprovechada y por debajo del resto), pero como ya digo, es un sacrilegio que una comedia no de gracia, ya que hay un par de momentos que quizás puedan desencadenar en risa (que no carcajada), pero poco más, ya que se apuesta más por la reflexión sobre la edad y la muerte, con algún apunte curioso, que no por el humor.Y es que estamos ante un producto de fácil digestión, y que, a pesar de dejar buen sabor de boca, se disfruta igual que se olvida. Una pena, porque la directora y sus compañeras podían ofrecer algo más logrado. Para pasar el rato y poco más. Amigas con solera
Narra la historia del encuentro entre un famoso actor y un vecino de lo más peculiar. Sus conversaciones tienen lugar en el único escenario de un bar de barrio donde comparten confidencias y abordan temas como la gentrificación y la desigualdad social en Berlín. La puerta de al ladoCriticaUn drama teatral intenso nos propone Daniel Bruhl en su primera película que dirige aparte de protagonizarla junto a otro gran actor Peter Kurth. Los dos prácticamente llevan la película en un solo escenario que es un bar, aparecen otros tres personajes algo secundarios para completar el elenco. Eso no quita que el interés decaiga y la tensión vaya subiendo cada vez más durante los 90 minutos que dura.Daniel es un actor de éxito que vive en Berlin en el Prenzlauer Berg, un barrio que ahora esta de moda, donde conviven gente adinerada y residentes antiguos menos afortunados. Está ensayando unos textos para un papel que quiere conseguir en una audición en Londres. Antes de tomar un taxi para el aeropuerto se para tomar un café en un bar al que suele ir frecuentemente, allí en la barra conoce a Bruno un tipo que comienza a irritarle con sus continuos e impertinentes comentarios. Lejos de cortar rápidamente con la persona se enfrasca en una discusión que le llevara al límite.Los dos personajes podría decirse que no son del todo agradables, algo que hace que suba el interés por lo que vaya a venir sin tener un personaje con el que empatices del todo, en sus conversaciones se meten con las dos Alemania, la stasi, el ego de los famosos, la gentrificación de los barrios, la desigualdad, la reunificación etc...El guion de Daniel Kehlmann contiene diálogos incisivos con un humor bastante negro, gran trabajo de los dos actores que están sobresalientes. Podría parecer una sátira de sí mismo o de famosos que llevan la fama con cierta soberbia y que no le vendrían nada mal recibir unos cuantos zascas en su vida. La puerta de al lado
Nueva versión de la serie creada por Rod Sterling, que se compone de episodios individuales que tratan temas de ciencia-ficción o fantástico en historias autoconclusivas.
El criminal más buscado del mundo, Thomas Raymond Reddington (James Spader), se entrega misteriosamente y se ofrece a delatar a todos los que alguna vez han colaborado con él. Su única condición: sólo colaborará con Elisabeth Keen (Megan Boone), una nueva agente del FBI, con quien parece tener alguna conexión que ella desconoce.
La historia arrancará en una época donde Corea del Norte y del Sur se reunifican. En ese contexto, el Profesor reúne a talentosos ladrones de ambos lados para concretar un robo a la recién acuñada moneda para la futura nación coreana...La casa de papel: CoreaCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La casa de papel: Corea
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