Le Sel des larmes

Ellis French es un joven negro gay, rechazado por su madre y con pocas opciones para su futuro, decide unirse a la Marina, haciendo lo que sea necesario para tener éxito en un sistema que lo dejaría de lado. Pero incluso mientras lucha contra los prejuicios profundamente arraigados y las rutinas extenuantes del entrenamiento básico, encuentra camaradería, fuerza y apoyo inesperados en esta nueva comunidad, lo que le da un sentido de pertenencia ganado con tanto esfuerzo que moldeará su identidad y cambiará su vida para siempre.....La inspecciónCritica: La inspección es un relato basado en la propia vida de su director y guionista, el debutante Elegance Bratton. No cabe duda, por ello, de que es una cinta apasionada, sincera, realista en su descripción del horror de ser negro y, sobre todo, gay en el cuerpo de marines estadounidense. Más aterradora si cabe es la relación casi inexistente del protagonista, Ellis French, con su madre, quien lo echó de casa a los 16 años por su homosexualidad, motivo por el cual el joven busca su aprobación uniéndose al Ejército, algo muy "macho" y de lo que una madre homófoba puede sentirse orgullosa. Gabrielle Union cumple sin duda con su cometido. Su personaje no puede resultar más odioso y despreciable. Por contra, Jeremy Pope es todo corazón y alma, a través de esos ojos tan expresivos que tiene, a veces con lágrimas, a veces sonrientes, pero siempre llenos de valor y determinación. French no se avergüenza de lo que es, pero tiene miedo, y es fácil entender por qué. Un ser muy necesitado de cariño (ver su conversación en las duchas con Rosales, y lo que el protagonista intenta) que trata de encontrar su lugar en un mundo en el que no encaja, pero su determinación es más fuerte que el odio y la homofobia. ¿Les suena tópico y algo impostado? Normal, porque lo es. Eso es sin duda lo peor de la cinta. No fluye con naturalidad, pese a ser una historia real, y desde luego tiene un mensaje que transmitir y no deja lugar a dudas para que el espectador lo malinterprete. sin embargo, que nadie confunda esto con manipulación. Sin duda, es un mensaje a todas luces importante y necesario. Y si no, miren las estadísticas de los delitos de odio en cualquier país aparentemente avanzado. No es perfecta, no es nada sutil ni especialmente brillante o elegante, pero no cabe duda de que es emotivo y efectiva. Y tiene un protagonista que vale un mundo.Lo mejor: Jeremy Pope, absolutamente maravilloso, y el mensaje tan poderoso que tiene. Lo peor: Es machacona en su técnica de transmisión, y resulta impostada a ratos..... La inspección

Lo que llamamos un acto de valentía es sólo una rutina habitual para ellos. Cuando las personas en peligro parece no tener a nadie que pueda ayudarlas, los rescatistas vienen a luchar contra las despiadadas fuerzas de la naturaleza.

Antes de convertirse en protector, Kenshin era un temido asesino conocido como Battosai. Pero, al conocer a la gentil Tomoe Yukishiro, su historia empieza a cambiar.

En el año 1922 un orgulloso ranchero asesina a su mujer con la ayuda de su hijo adolescente. Lo que nunca se habría imaginado es que un grupo de ratas acabaría atacándoles, llegando al punto de convencerse a sí mismo de que está siendo acechado por su esposa muerta.....1922Critica: Acostumbrado uno, a que la inmensa mayoría de las adaptaciones de la obra de King, sean mediocres, sorprende que una película producida para la televisión, raye por encima de la media de dichas adaptaciones.Inteligentemente dirigida, la película inicia de una manera espelendorosa su recorrido, si bien es cierto que ha medida que avanza el metraje, la película va decayendo, hasta su previsible final. Film, que aunque no deja de ser un drama, propio de esa America profunda que tan bien suele reflejar King en sus novelas, se le puede enmarcar por determinados momentos en el género del terror.Interesante película, que está dirigida por Zak Hilditch, (Las ultimas horas, 2014), y al que hay que felicitar por su trabajo, porque está visto que no suele ser fácil sacar todo el jugo a las novelas de Stephen King, y aquí más o menos lo consigue porque nos brinda un más que aceptable trabajo.Seguramente Thomas Jane, ha firmado en este film, la mejor interpretación de su carrera. Si he de buscar otro trabajo que se le acerque a este nivel, solo lo encuentro precisamente en otra obra del maestro King, La niebla, (Frank Darabont, 2007). Dan la réplica Molly Parker, (Deadwood, 2014), Neal McDonaugh, (Traidor, 2008), y el joven Brian d´ Arcy James, (Spotlight, 2015).Recomendable película, teniendo en cuenta desde el principio que es más drama... que terror. Pero no creo que defraude, es un buen trabajo.....1922

Will y Stella son dos adolescentes que padecen fibrosis quística y están ingresados en el hospital para tratarse. Aunque ambos tratan de refugiarse en su propio mundo, de forma inevitable acaban enamorándose. La pareja deberá luchar para mantener viva su relación, con una única regla: separarse con una distancia de alrededor de dos metros para evitar que ambos se puedan contagiar. Sin embargo, la vida de ambos estará en peligro.....A dos metros de tiCritica: A veces sienta bien sentarte en frente de una pantalla para tomar consciencia de lo afortunados que somos.Ésta es una de esas películas que te hacen eso: tomar consciencia. ¿De qué?, os preguntaréis. Pues la respuesta es tan simple, tan poca cosa, como de poder respirar y, por ende, existir y, por supuesto, de estar vivo, viviendo.Y es que el ser humano tiende a naturalizar todo aquello que puede hacer sin pararse a valorarlo de verdad.El gran error de la sociedad: no saber lo que uno tiene hasta que lo pierde. Ya decía Savater aquello de que la alegría era eso que reconocemos por el ruido que hace al marcharse. Y cuánta razón.Da pena, muchísima pena, tener que escribir sobre este tipo de cosas porque una película te ha dado un golpe de realidad: de que no tienes motivos aparentes, ni lo suficientemente complejos, por los que quejarte a diario, como solemos hacer. Que la vida son suspiros y, cuando menos te lo esperas, llega el último y te has pasado más de la mitad de ellos sin apreciarlos. Sin apreciar nada a tu alrededor. Sin apreciar que estás vivo y que, sólo por eso, ya merece la pena ser feliz.. A dos metros de ti