Emma (Natalie Portman) y Adam (Ashton Kutcher) son, desde hace mucho tiempo, dos buenos amigos, pero casi arruinan su relación por pasar una noche juntos. Deciden, entonces, preservar su amistad por encima de todo, aunque tengan relaciones íntimas. Muy pronto descubrirán que es muy difícil mantener una relación estrictamente física sin contraer compromiso alguno y al margen de los sentimientos. No Strings Attached Amigos con derechos Critica:Viendo producciones como esta se me hace evidente, una vez más, que la comedia romántica es el género más fácil, simple o menospreciado -elijase lo que se prefiera- que existe a la hora de abordar una producción cinematográfica, al menos tal y como se conoce hoy en día a este devaluadísimo género condenado a perecer en las estanterías de un 'Todo a Cien' a la espera de su oportunidad para rellenar un hueco en un calendario de estrenos o una filmografía. Basta con aplicar una sencilla receta que consiste en una idea de partida y dos actores de buen ver, agitar sin revolver un poco, añadirle algún tipo de moraleja y ya está, listo para servir en la mesa. Lo verdaderamente complicado es entender que siga funcionando (comercialmente) como si 'Exposados' o similares nunca hubieran existido. Amigos con derechos. Amigos con derechosPor su parte se hace evidente que Natalie Portman necesitaba un descanso tras la paliza a la que debió ser sometida por Aronofsky en 'Cisne negro'. Y como (casi) toda estrella de Hollywood que se precie necesita al menos una comedia romántica en su currículum, nada mejor que aliarse con el especialista/resignado Ashton Kutcher y dejarse llevar por una de esas producciones del montón y nada emblemáticas más cercanas a unas vacaciones pagadas que a un trabajo en sí mismo -y que suscita cierta envidia (in)sana- en el que basta con lucir palmito y evidenciar tu sonrisa Profident, y donde se nos hace evidente que sus protagonistas habrán disfrutado tanto tras las cámaras que, aparentemente, se han olvidado de los que les vemos delante de ellas. Amigos con derechos. Amigos con derechos
Cuando un video de un aspirante a rapero se hace viral, el asunto pone en peligro sus aspiraciones como músico y piensa que su carrera está terminada. Pero una fiesta desenfrenada en Nueva York le brinda una nueva oportunidad para volver a soñar.
Los niños conocen a la familia Thornberry luego que un accidente los deja varados en una isla tropical.
Tras ganar el campeonato del mundo, las Bellas se separan y descubren que es difícil encontrar trabajo en el mundo de la música. Pero cuando tienen la oportunidad de reunirse para una gira por el extranjero, el grupo volverá a cantar y a tomar algunas decisiones dudosas. Dando la nota 3 CriticaSi la primera película de la trilogía "Pitch Perfect" era un producto estándar, pero entretenido, que a duras penas combinaba números musicales originales con una historia predecible pero inofensiva. Si la segunda entrega de la trilogía fue más de lo mismo, pero con números musicales más flojos y un guión todavía más de usar y tirar con detalles que empezaban a ser algo ofensivos. Sin duda, "Pitch Perfect 3" es un paso más en esa dirección descendente.Para situar el sinsentido de la película en general, el punto de partida es el siguiente: las "Bellas" están actuando en el interior de un yate ante una audiencia de tres personas, una de ellas mira el reloj, en mitad del número irrumpe Rebel Wilson por la cristalera del tejado con extintor en mano, disparando el humo en dirección a la perpleja audiencia gritando "libertad". De repente, el interior del yate empieza a explotar con una reacción en cadena, Anna Kendrick y el resto del grupo saltan por la borda, justo a tiempo para evitar ser impactadas por la explosión, y en el momento previo de caer al agua, fundido a negro, y aparece un mensaje en la pantalla que pone "Tres Días Antes"... Así se empieza un musical sobre la amistad y el amor a la música, claro que sí.La fórmula se ha vuelto repetitiva hasta decir basta, las mismas escenas, de los mismos personajes, en el mismo orden, en cada una de las tres películas. Como no pueden ser un calco completo, han ido variando y sobretodo exagerando en cada entrega llegando a un punto en el que más de uno podría decir basta, hasta aquí hemos llegado, como es mi caso. La primera tiene su gracia, la segunda menos y no deja de ser un clon exagerado de la primera, pero esta tercera entrega es demasiado; lo más triste es que probablemente haya más, al final estas películas acaban teniendo su base de irreductibles fans, y tal vez la sexta ya se desarrolle en el espacio, o viajen en el tiempo a los años 80, viendo esta tercera parte nada me sorprendería. Dando la nota 3
Una aficionada a las historias de crímenes queda atrapada en el enigma del asesinato de su hermana. En una mansión llena de sospechosos, encontrar al culpable depende solo de ella.....Invitación a un asesinatoCritica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Invitación a un asesinato
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