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T | 1080p Dual | 1.50 GB | Descargar |
Catherine y Yann son un matrimonio feliz. Llevan años casados, pero desde que él vendió su negocio vive por y para los bonsáis y Catherine se siente ignorada. Por si fuera poco, la hija de la pareja, de 27 años, se planta en casa con su novio cuando los echan de su piso. Yann está sumido en una crisis de mediana edad y los invitados no parecen tener intención alguna de marcharse. Catherine intentará que vuelvan a abandonar el nido para recuperar las riendas de su vida....Dios mío, ¡los niños han vuelto!Critica: Michèle Laroque nos presenta su segunda película como directora, después del éxito que tuvo en Francia con su primera película “Un plan brillante” que fue vista por más de 600.000 espectadores. En su nuevo trabajo se ha dejado influenciar por su faceta tanto de mujer como de madre. Completan el reparto Stéphane de Groodt, Alice de Lencquesaing y Olivier Rosemberg.Nos cuenta la historia de Catherine y Yann, un matrimonio que lleva casados ya muchos años, sus hijos son mayores y viven solos. Cuando el marido decide vender la empresa que tiene junto a su socio, la vida de ambos empieza a cambiar. Yann solo se centra en cuidar a sus Bonsáis y Chaterine se siente sola y con pocos ánimos.Por si no fuera suficiente, la hija pequeña vuelve a casa junto con el novio, cuando se queda sin apartamento. La pobre Catherine tendrá que aguantar la crisis de su marido y encima los invitados no tienen ninguna intención de marcharse de casa.La película tiene momentos divertidos, alternas escenas interesantes, con otras donde se va perdiendo poco a poco el interés. La directora lo que nos pretende mostrar es cómo funciona la vida hoy en día, donde debido a la precariedad laboral, muchos jóvenes tienen que volver a vivir con los padres. También refleja muy bien la película, como las parejas con el paso de los años van entrando en una especie de monotonía y ya las cosas no son como al principio.El problema que tiene es que abusa mucho de los chistes fáciles y no aporta muchas cosas diferentes de las comedias típicas francesas. Para pasar un rato agradable la recomiendo, pero enseguida te olvidarás de ella..... Dios mío, ¡los niños han vuelto!
Un joven enamorado de una chica a la que le oculta su afecto con vistas a que sea ella la primera en reconocer el mismo sentimiento hacia él....¿Sólo amigos?Critica: Soy de una generación compleja. Denostada por muchos, acusada de vaguedad e incapacidad para medrar. Somos un computo global que es calificado de manera negativa por nuestros mayores, quienes no son capaces de ver los condicionantes que nos han llevado al punto en el que nos encontramos; y que parecen totalmente imposibilitados de ver las cualidades tan maravillosas que se esconden tras los integrantes de nuestro colectivo. Nosotros hemos crecido en una época de cambio hiperacelerado. Nos han educado con métodos psicológicamente estudiados y preprogramados para convertirnos en dóciles miembros de una manada a la que no queremos pertenecer. Hemos alimentado nuestros sueños con cuentos de hadas e historias de amor y felicidad que nos han impedido ver la complejidad del mundo hasta que nos hemos topado de bruces contra él. Pero no hemos sucumbido al golpe, hemos sabido adaptarnos. Hemos aprovechado los medios de que disponemos. Somos una generación predispuesta para la tecnología y la información global. Hemos indagado en la cultura y la hemos absorbido gracias a la posibilidad de disponer de ella al alcance de nuestra mano. Somos la generación de la crisis. Crisis económica, de valores, social... Pero avanzamos y buscamos un futuro prometedor con aquello que disponemos. Hemos visto decaer un concepto tan elevado como el amor. Lo hemos sepultado bajo toneladas de cinismo, ante el dolor de la falsa fábula dorada que nos habían vendido. Nos creemos sofisticados, porque tenemos recursos para sentirnos así, y por eso lapidamos un sentimiento universal en el fondo de nuestros vanos intentos por descubrir los secretos del sentimiento más puro y complejo que tenemos. Y al final, quien más y quien menos, descubrimos que seguimos persiguiendo ese cuento de hadas del que oímos hablar cuando pequeños. Esa generación es la que habita "Amigos de más".... ¿Sólo amigos?
Versión moderna de varios cuentos de los Hermanos Grimm que entrelaza las tramas de algunas historias seleccionadas y explora las consecuencias de los deseos y las inquietudes de los personajes. Un musical que sigue los cuentos clásicos de Cenicienta (Anna Kendrick), Caperucita Roja (Lilla Crawford), Jack y las judías mágicas (Daniel Huttlestone) y Rapunzel (MacKenzie Mauzy). Todos ellos se combinan en una historia original que protagonizan un panadero y su esposa (James Corden y Emily Blunt), su deseo de formar una familia y su interacción con la bruja (Meryl Streep) que les ha echado una maldición. Into the Woods En el bosqueCritica:Pese a no ser tan popular como otros musicales a este lado del Atlántico, Into the Woods es todo un clásico en Norteamérica, con canciones tan conocidas como “I wish”, “Children will listen” o “No one is alone”. Pero a pesar de las resonancias de esos temas, Into the Woods guarda, para quien no conozca demasiado el material original, suculentas sorpresas, empezando por el tono irónico de las partes más propias de Disney, y acabando por la oscuridad y la inclusión de ciertos temas “difíciles” en lo que es, sólo aparentemente, un cuento para niños (la muerte de los progenitores, el adulterio, la pobreza, la culpa…). Pero es que el tema central de esta pieza es, cuanto menos, curioso: el análisis de las consecuencias de los actos de varios de los personajes creados por los Hermanos Grimm, cruzados en una miscelánea musical tan fantástica como sombría. En el bosqueEs en el equilibrio de esos valores donde la película encuentra su mayor dificultad. Con el paso de los años, he llegado a la personal conclusión de que Rob Marshall no es un director dado a la sutileza. Tuvo suerte en Chicago, una película relativamente sencilla en cuanto a planificación y montaje; en Memorias de una Geisha, el esteticismo de la fotografía y la banda sonora (ambas memorables) se tragaban por completo la historia; Nine es el ejemplo perfecto de una película fallida, un musical sin ritmo que desaprovechaba un reparto extraordinario; y no he visto la cuarta entrega de Piratas del Caribe por que la saga me cansó mucho antes, pero no creo que sea un prodigio de dirección. En Into the Woods, Marshall vuelve a errar en un montaje que no sabe dar dinamismo a una historia que por un lado pide a gritos diversión en su puesta en escena, y que por otro exige delicadeza en el sutil cambio de género y tono de su segundo acto. Y en esto, Marshall fracasa. En el bosquePero gracias a un excelente reparto, a lo curioso y diferente de la historia, y a la maravillosa, como siempre, partitura de Sondheim, Into the Woods tiene sentido como entretenimiento, fábula y aventura. Es cierto que el tema de las consecuencias de los actos es tratado de refilón por la descompensación general de la segunda parte, pero sus actores, el detallado diseño de producción, y la música, mantienen a flote, y de sobra, la película. En el bosque
La vida de Norval (Elijah Wood) está siendo difícil. Mientras vive con su madre entra y sale de terapias de rehabilitación relacionadas con el alcohol sin rumbo aparente. Un día recibe una carta de su padre solicitando una visita y no se lo piensa dos veces: acude rápidamente a su casa, convencido de que reunirse con él llenará el vacío emocional que lleva sintiendo desde su adolescencia. Sin embargo, al cabo de poco tiempo Norval comienza a sentir que hay algo que no encaja en la actitud de su padre, un adictivo empedernido al alcohol. El joven muchacho pronto se da cuenta de que su soñada reunión familiar se ha convertido en un camino hacia una pesadilla.....Un papá sospechosoCritica: Cambia de género a la media hora, y es en ese momento cuando no entiendes nada, aunque lo visto anteriormente no es que te dejara muy satisfecho.Durante los primeros minutos la complejidad de las personalidades padre hijo añaden interés por lo extremas. No se sostiene en el tiempo, y existen en ella multitud de anécdotas que sin ser aburridas, no entiendes como y por qué se ha llegado a donde se sitúa.Me cansa profundamente repetirme, aunque procuro adjetivar de diferente manera para decir lo mismo. El cine de esta última década va girando sin rumbo, como una peonza alrededor de ella misma, abandonando lo mejor que tenía que era: CONTAR UNA HISTORIA.Y hacerlo de una manera que se entendiese, aportando un guión elaborado con todos los ingredientes clásicos. En realidad siempre estamos viendo el mismo tipo de cine, y lo aceptamos... pero por favor, contárnoslo bien, no nos importa haberlo visto todo, seguimos queriendo historias idénticas que nos sabemos, pero narradas con buena trama, actuaciones brillantes y dirección acertada.....Un papá sospechoso
En esta secuela y empleando el característico sentido del humor del que hizo gala "Zombieland", el grupo de protagonistas tendrá que viajar desde la Casa Blanca hasta el corazón de los Estados Unidos, sobreviviendo a nuevas clases de muertos vivientes que han evolucionado desde lo sucedido hace algunos años, así como a algunos supervivientes humanos rezagados. Pero, por encima de todo, tendrán que tratar de soportar los inconvenientes de convivir entre ellos.....Zombieland: Tiro de graciaCritica: Puede que a Ruben Fleischer ('Zombieland', 'Venom') se le haya pegado un poco de esa fijación por la reglas que Columbus (Jesse Eisenberg) sigue a rajatabla, sólo que en vez de para la supervivencia a un apocalipsis zombie las emplea con fines más lúdicos, como por ejemplo saber cuándo, dónde y cuál es el momento oportuno para abordar la secuela de un éxito que nos pilló a todos por sorpresa, y cuya principal baza era la de tener en su reparto a un protagonista irremplazable. No os engañéis: nadie habría echado tanto de menos a Jesse Eisenberg, Emma Stone o una crecidita Abigail Breslin como al adorable gañanazo de Woody Harrelson, el auténtico jefe de este show. Y no digamos ya lo que ocurriría si a algún idiota se le pasara por la cabeza la posibilidad de producir un reboot televisivo con un reparto distinto que probablemente no pasaría del episodio piloto. Oh no, espera... ¡pero si eso ya sucedió! Pues bien, tras bregar con comedietas de acción sobre repartidores de pizza que se enfrentan a bandas organizadas, una cinta de gangsters, el éxito que nadie esperaba sobre un simbionte alienígena o Drew Barrymore engullendo carne humana en Netflix; Fleischer ha optado por retomar el viaje de estos cuatro outsiders que salvan el culo, tras una invasión de muertos vivientes, refugiándose en la Casablanca, y a los que, en su nuevo periplo por carretera, se unirá una meritoria Zoey Deutch que escapa intacta en la difícil tarea de robarle escenas a Woody Harrelson. Luke Wilson o Rosario Dawson no podrían presumir de lo mismo. ¡Más zombis¡ ¡Más cabezas que explotan! ¡Más Tallahasse! Y sí, joder... ¡Más Bill Murray! Sed bienvenidos (de nuevo) a Zombieland.....Zombieland: Tiro de gracia
Hoy en día, empezar una relación sentimental es relativamente fácil, pero salir de ella es más difícil. La locura llega cuando un 'jugador' en el mundo de las relaciones románticas encuentra a una chica que es una verdadera oponente que cree que el amor es una batalla de ingenio..... Me miente, me engañaCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Me miente, me engaña