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Después de que le llueven críticas por fallar en el pronóstico de una tormenta, un meteorólogo se refugia en la casa de su hija e inicia un viaje de autodescubrimiento.... GranizoCriticA: Protagonizada por Guillermo Francella, "Granizo" es un película floja e irregular en sus aspectos narrativos y estructurales. Pero arranquemos por lo bueno. Los efectos están a la altura y aportan algo innovador para lo que es el cine Argentina. Buen acierto y bien logrado.Después, la película es llamativamente rara en el aspecto del guión. Se toma su (excesivo) tiempo, para desarrollar la trama inicial, que es que el egocéntrico meteorólogo (Francella) debuta con programa propio, fallando estrepitosamente en un pronostico, causando fatalidades varias que lo hacen ser odiado por el pueblo y echado de su propio programa.Ante el escarnio social, se va a refugiar a Córdoba, donde vive su hija, con la cual tiene una relación distante, siendo este el segundo foco de importancia de la película. Esa historia se abarca de manera muy ligera, precipitada y realmente pobre. En spoiler desarrollo otros puntos que entiendo que fallaron de forma estrepitosa.La actuación de Francella es de manual. Si se quiere verlo en comedia, mejor apostar a lo seguro, que seguramente sea "Casados con hijos". Últimamente venia haciendo drama, en algunos casos, muy bien, pero acá apuesta a un retorno semi-cónico, que no funciona Otro aspecto es cuando algunas historias intentar meter temas actuales (empoderamiento femenino, por ejemplo) y lo hacen de una manera tan burda, que realmente llama la atención. No se sabe si realmente buscan tratar el tema en serio o es solo una burla. Ya paso en la ultima película de Adrián Suar, también de Netflix, "Corazón Loco"..... Granizo
Es el verano antes de que Elle se dirija a la universidad y tiene que tomar una decisión secreta. Elle ha sido aceptada en Harvard, donde se está matriculando su novio Noah, y también en Berkeley, donde se dirige su mejor amiga Lee. ¿Qué camino debería elegir? El standThe kissing Booth es esa película que al igual que 50 sombras de grey nunca debió existir, es que aunque si es cierto que la película solo tiene como intención divertir, realmente hay muy buenas películas que divierten y que al mismo tiempo cuentan una gran historia. El standPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. El standEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. El stand
Invierno, año 1843. Una mujer joven está bajo investigación tras la misteriosa muerte de la matriarca de su familia. Su recuerdo de los acontecimientos arroja nueva luz a las fuerzas atemporales tras la tragedia...The Last Thing Mary SawCritica: Modas y etiquetas. Desde que Robert Eggers estrenara The Witch en 2015, cada vez que una película se acerca al mundo de la extrema religiosidad y brujería, ya se le pone la etiqueta de “como The Witch”; la represión religiosa ha existido desde siempre… Y tristemente aun la seguimos sufriendo. Por eso, las comparaciones entre The Witch y The Last Thing Mary Saw son injustas……¿O igual no?Invierno de 1843 en una región de Estados Unidos. El puritanismo arranca de raíz cualquier elemento que suene a profano. Se inicia el juicio a Mary, tras un atroz crimen en el que participó. Los sucesos de los últimos días antes del crimen, revelarán secretos que deberían permanecer enterrados.No puedo negar que durante el visionado de The Last Thing Mary Saw, la película de Robert Eggers me venía a la cabeza una y otra vez: esa búsqueda de narrativa interna que confunden lentitud exasperante con atmósfera, la belleza de las imágenes y, sobre todo, el exceso de pretenciosidad que comparten ambas películas. Hay algo muy destacable en la ópera prima de Edoardo Vitaletti, ese universo cerrado en el que conviven varias dinámicas de poder: la abuela que subyuga a toda la familia, la criada que toma decisiones arriesgadas por amor, los vigilantes siempre hambrientos y eternamente asustados por sus patrones.El gran problema de The Last Thing Mary Saw es la sombra tan alargada de Robert Eggers y que Edoardo Vitaletti, teniendo armas muy potentes, no haya sabido/querido alejarse. Muchos de los giros que ocurren en esta película parecen obedecer a los caprichos del director antes que a lo narrativo; gracias al gran trabajo de fotografía de David Kruta, The Last Thing Mary Saw está repleta de belleza melancólica y terror al mismo tiempo; para el recuerdo la aparición de la matriarca surgiendo de la oscuridad: terror puro.... The Last Thing Mary Saw
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