Una pareja que busca una escapada romántica va a pasar un fin de semana a las montañas, pero tras un encuentro con una banda de moteros en una gasolinera empiezan a ser perseguidos por éstos. Solos en las montañas, tendrán que hacer todo lo posible para defenderse
Kenny Wells es un fracasado hombre de negocios reconvertido en un moderno explorador, desesperado por tener un golpe de suerte. En un último esfuerzo, Wells se asocia con un geólogo, con la misma poca fortuna, para ejecutar un plan tan descabellado como grandioso: encontrar oro en las profundidades de la inexplorada jungla de Indonesia. Gold El poderCritica:Siempre he pensado que, si al salir del cine, lo único bueno que puede destacarse del filme es la gran actuación del protagonista... las cosas no se han hecho del todo bien. "Gold" es una película confeccionada a la medida del -por otra parte, absolutamente previsible- lucimiento de un actor que lleva ya muchos años demostrando encontrarse en la cúspide interpretativa. McConaughey nunca falla, pero esta vez su personaje (no describiré ninguna de sus cualidades o características, porque creo que rompería la magia) no se antoja tan electrizante, tan poderoso como en otras ocasiones, incluso diría que peca de redundancias o matices trillados ya de antaño en la meca hollywoodense... aunque tal vez sea ese el sentido final: el ascenso y la caída, la revisión del mito clásico del perdedor, con todos sus vericuetos y escenarios vitales comunes. Ah, y para colmo de lo rutinario, se suman los problemas de alcohol... El poderMención aparte merece la mesura (e incluso ternura) de Edgar Ramírez, con un personaje secundario que nunca abandona las buenas formas, la elegancia y esa calidez hierática que le proporciona un magnetismo invulnerable... aunque no arrollador. El poderCada minuto del metraje, a pesar de su excelente fotografía, de sus paraísos situados en la Indonesia más primigenia (quién no quisiera sobrevolar esas montañas... pero solo sobrevolarlas, desde lo alto de una confortable cabina de helicóptero), de sus giros argumentales casi constantes, de las subidas y bajadas de una montaña rusa que no llega a impresionar demasiado (como esos receptáculos de realidad virtual de finales de los años 90... todos salíamos un poco decepcionados de aquello), del esfuerzo de sus actores y actrices por intentar demostrar la "relevancia y trascendencia" de la historia que se refleja... lo cierto es que todo se antoja un rompecabezas compuesto por miles de fragmentos de otros filmes que alcanzaron la cumbre. No se percibe la originalidad, no se termina de disfrutar la dirección, no acabamos de empatizar con la dureza de las circunstancias... es como si hubiésemos visto cada situación antes. El poder
En la Venecia posterior a la Segunda Guerra Mundial, Poirot, ahora retirado y viviendo en su propio exilio, asiste a regañadientes a una sesión de espiritismo, cuando uno de los invitados es asesinado, por lo que depende del ex detective descubrir una vez más al asesino. Misterio en VeneciaCritica: Una milonga. No tanto como para hundirla pero una versión con falta de sustancia, falta de gracia, falta de sal y falta de ironía, es que ni siquiera Poirot ha tenido que soportar el insulto del típico sospechoso: “¡Miserable enano gabacho!” para defenderse con su clásica respuesta: “¡Oiga usted!, de miserable enano gabacho, nada: ¡Miserable enano BELGA!” Misterio en VeneciaVeo superior, pero mucho, por supuesto, a mi adorado Peter Ustinov y las sagaces miradas que echaba, incluso a David Suchet en sus caracterizaciones y modales, que a este Kenneth Branagh que tira más hacia Sherlock Holmes que hacia el detective belga. Orden y método; ya. Ha faltado el método. El orden da igual. Kenneth Brannagh no ha sabido dotar al personaje de un típico tic característico a su redicha personalidad, como sí hicieron los antedichos actores. Ha faltado algo a sus modales cursilones, ya fueran las redecillas del pelo, una cremita… Misterio en VeneciaEn cuanto al resto de personajes, estamos ya muy experimentados en estas películas como para aceptar milongas como una que aquí se da. Cualquiera comprenderá a lo que me refiero nada más vea la película. Es que chirría y hunde la trama, pero bueno, es lo que hay. No entiendo como los responsables aceptan personajes tan irreales cuando deberían saber que cualquier aficionado al género que destile Poirot por todos sus poros, no lo aceptará nunca. Señores responsables, dignidad hacia el publico, que no estamos en el parvulario de los aficionados. Misterio en VeneciaEn estas investigaciones encerradas, sin detalles de actuación, sin escenas novedosas (no me refiero a sustos, por supuesto, porque el terror no sé dónde está) es imposible que aparezca el entusiasmo. Los diálogos habidos a veces se pasan de pretenciosos, sobre todo cuando interviene el elemento que no tenía que haber existido, vuelvo a decir. Qué sí, que el film tiene un trato aceptable, que se puede ver, pero no es la película novedosa que se espera sobre un misterio que va a ser investigado por Poirot. La ilusión, la esperanza de ver algo digno se ha disuelto pronto, hay que saber admitirlo como espectadores. Para los entusiastas de este género, de este tipo de detectives con sus liturgias y sus costumbres, lo presentado aquí, son milongas. Misterio en Venecia
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