Un seguimiento durante doce años a Jack, un asesino en serie que mata mujeres y está obsesionado con la perfección. Su historia transcurre en paralelo a la de Estados Unidos durante las décadas de 1970 y 1980 en el estado de Washington.
La historia de Roberto Baggio, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, con las lesiones superadas, los triunfos alcanzados y el descubrimiento del budismo.
Dos mejores amigos, Uche y Toyin, se enamoran de Sunday, un soltero elegible encantador pero con defectos. Se produce un triángulo amoroso en el que las mujeres no saben que están saliendo con el mismo hombre....Entre el amor y la amistadCritica: una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Entre el amor y la amistad
Una joven estudiante que se hace llamar Lady Bird (Saoirse Ronan) se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf). Lady Bird LadyCritica:Cualquiera que hable sobre el hedonismo de California nunca ha pasado unas Navidades en Sacramento". Esta cita de Joan Didion preside la película y descoloca con intempestiva audacia al distraído espectador, que no sabe a qué carta quedarse. Estamos ante un nada disimulado lienzo autobiográfico de la directora y guionista californiana Greta Gerwig donde confluyen varios temas tratados con exquisita delicadeza y ausencia de énfasis: la creencia de vivir en el culo del mundo, la convicción de tener a la más terrible e injusta de las madres, la certeza de ser un patito feo defectuoso, el ahogo de estar inmerso en un villorrio infumable marcado por una religiosidad anquilosada, el temor de no ser capaz de escabullirte del gris destino que ves desplegarse – con espanto – ante ti, la sospecha de que todos están confabulados para acogotarte en el momento que trates de asomar tu atolondrada cabeza del nido familiar... LadyPero este relato sobre los miedos e inseguridades de una bulliciosa adolescente confundida es mucho más que la suma de sus factores. En realidad es el retrato del malestar que invade a una chica de provincias que sueña con escaparse de su cárcel íntima y alcanzar el edén de una quimérica gran ciudad, como si su palurda villanía no la dejara ver lo que tiene – obsesionada en fijarse y obnubilarse con todo lo que cree que le falta – y por lo tanto es incapaz de paladear y disfrutar de los pequeños placeres de la ordinaria mediocridad cotidiana que la rodean. Su ceguera es la alegoría, nada indulgente ni cándida, de todas nuestras porfiadas cegueras habituales. No vemos lo que no queremos ver y negamos todo aquello que no sabemos apreciar… porque hasta que no nos abracemos compasivos y demos las gracias por nuestros insignificantes dones (cualesquiera que estos sean), no seremos capaces de crecer, madurar y extender nuestras alas y volar. Lady
Dos mujeres solteras que se han quedado embarazadas por accidente y que están a punto de dar a luz coinciden en una habitación de hospital: Janis, de mediana edad, no se arrepiente y es feliz; Ana, una adolescente, se siente arrepentida y asustada...Madres paralelasCritica: Diferente. La manera más concisa de definir este largometraje.No soy fan de Almodóvar, pero, en esta ocasión, me ha sorprendido la forma en que ha tocado ciertos temas. En primer lugar, los diferentes puntos de vista de la maternidad: el tener, queriendo y pudiendo; el tener, pudiendo, pero no queriendo; y el tener, queriendo, pero no pudiendo; dando a cada personaje su oportunidad de explicar estas sensaciones. Por otra parte, la memoria histórica, tratada desde un punto de vista mucho más humano que político, y esta ha sido mi sorpresa, pues cometí el error de prejuzgar la forma en que tocaría este tema; así pues, la reflexión que nos brinda merece dedicarle, al menos, una oportunidad libre de prejuicios, especialmente, políticos. Por último, trata las relaciones humanas, un tema recurrente en su cine.De nuevo, maestro del color y del movimiento. El uso del rojo es particularmente destacable en esta película, así como la forma en que funde los planos que culminan cada escena.En cuanto a interpretaciones, merece la pena casi exclusivamente por Penélope Cruz, evidenciando su dominio actual de la comedia de situación y, también, de la carga dramática. Mención especial a Julieta Serrano, con una pequeña colaboración que le resulta más que suficiente para transmitir lo que el momento requiere.En resumen, bravo por la dirección de Almodóvar y la interpretación protagonista.Algo a destacar (SIN spoilers): el poder del cine se aprecia en el último plano del largometraje, donde con un solo fotograma, Almodóvar logra despertar una profunda reflexión humana. ¡Larga vida al cine!... Madres paralelas
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