Una familia que vive aislada de la civilización en un paraje desértico es acosada por una misteriosa bestia. El páramoCrotoca: *Asfixiante atmósferaEl Páramo nos traslada al siglo XIX en España, lugar de guerras y peligros, siendo esta la principal razón por la cual se encierra al espectador en un rural hogar de madera junto a Lucía, Salvador y su hijo Diego.Desde el inicio el director catalán va configurando un ambiente tenso y plantando con cuidado los antecedentes que le servirán más adelante. El resultado es una asfixiante y magnética atmósfera que perdura hasta el final de la cinta sin permitir al espectador abstraerse de la historia.El dúo interpretativo está protagonizado por Inma Cuesta y un prometedor Asier Flores que conectan con el espectador para después guiarle por una historia de madurez y terror psicológico. A esta historia se le suma Roberto Álamo que, a pesar de una menor presencia en escena consigue implantar fuertemente su lugar, y sus dos breves monólogos consiguen hacerle revivir al espectador los fantasmas del pasado de su personaje gracias a una mirada cristalina inundada por el miedo. La dirección de actores realiza un gran trabajo y esto se nota en el resultado de la cinta.*Un competente guionEl mayor peligro para El Páramo es su única localización, lo que puede hacer que el guion y las acciones caigan en una aburrida rutina. Sin embargo, gracias a un perspicaz guion que inteligentemente aprovecha los antecedentes para impulsar la acción el problema se esquiva hasta aproximarse el tercer acto, donde la historia tropieza levemente con su propio escalón.Asimismo, en esta historia sobre la madurez se dejan ver algunos errores propios de los posibles comienzos, como las narraciones en voz alta de los pensamientos de los personajes. Aunque como herramienta es útil, es una manera pobre y poco original que nada a contracorriente de lo que propone esta especial historia.Sin embargo, a pesar de ello sigue siendo una buena historia sobre cómo el peligro siempre puede acechar, aunque sea a partir de nuestra propia mente. El foco de atención se pone excelentemente bien en el viaje personal de madurez de Diego, quien ante la ausencia de su padre y el peligroso desgaste psicológico de su madre deberá hacer frente a miedos, y lo más importante, la comprensión de la situación que está viviendo.*El comienzo de un estilo directo atractivoDavid Casademunt consigue mostrar con El Páramo un estilo directivo aún por definir, pero que ya deja ver rasgos personales y distintivos que, lamentablemente chocan en esta ocasión con un a veces cliché uso de la música en las películas de terror. La composición musical para la película es elegantemente funcional a la hora de potenciar y narrar en algunas escenas. Sin embargo, a veces cae en el sobre exceso, y potencia por falta de confianza en la atmósfera generada escenas de terror que funcionaban perfectamente. Los golpes de música aunque no sean demasiado recurrentes se sienten demasiados convencionales para una original propuesta como es esta.Por otro lado, tenemos una gran hiperrealista fotografía que no se queda atrás en el relato creado. La iluminación es el elemento principal de la escena dando vida a elementos inertes y alterando las dimensiones del espacio de manera excepcional. Los ricos contraluces funcionan eficazmente, y la cálida, aunque a veces pálida paleta interior se contrapone con unas aterradoras escenas exteriores frías y nocturnas que dejan al espectador conteniendo la respiración a la vez que se sucede la acción. En conclusión, la fotografía de Isaac Vila es brillante y decisiva para la creación de una atmósfera que te sumerge de lleno.*Inma Cuesta y Asier FloresDeteniéndome algo más en el trabajo interpretativo realizado, Inma Cuesta y Asier Flores logran unos resultados magníficos. Por un lado, Inma Cuesta deja sin habla con una interpretación sólida que progresivamente va mostrando un desgaste físico y psicológico de una mente atormentada que acaba siendo azotada por la enfermedad.Por otro lado, Asier Flores tan pequeño, pero tan grande a la vez, ofrece una interpretación firme y con una gran evolución. Comienza siendo un pequeño niño débil y con gran amor que es demasiado curioso, a un gran niño capaz de cuidar y velar con responsables acciones por el bien de su familia. Además, acaba demostrando una gran capacidad para abordar los problemas que se le presentan, siendo tan solo un niño, que, al fin y al cabo, ha sido obligado a madurar. No todos los héroes llevan capa.*ConclusiónEl Páramo es una buena ópera prima en solitario del director David Casademunt que consigue consolidar una sólida historia utilizando el terror psicológico para presentar su relato sobre la madurez con un guion inteligente y bien escrito.Si bien, es una película que aún contiene imperfecciones, pero de eso se tratan los comienzos. David Casademunt consigue con esta distintiva historia colocarse en el punto de mira, y creo que hablo por muchos diciendo que estamos deseosos de ver su proceso de maduración.
La paz aún no ha sido reestablecida en el reino de los monstruos cuando Wuba, la pequeña criatura destinada a ocupar el trono, se separa de sus padres humanos. Sin embargo, pronto tendrá que esconderse, pues se ofrece una gran recompensa por su captura. Wuba conocerá a un extraño personaje que lo ayudará a huir.
Finn (Matthew McConaughey) y Tess (Kate Hudson) son un matrimonio que se dedican a la búsqueda de tesoros, pero que atraviesan una aguda una crisis matrimonial. Parece que encontrar una gran fortuna sería la única manera de salvar su relación.
La aventura de Goku comienza de forma bastante inocente en el exterior de la casa de su abuelo, donde Gohan está adiestrando al joven en unas exóticas técnicas marciales. Goku cumple ese día 18 años, y el regalo de Gohan a su nieto es una Bola de Dragón, una esfera pequeña y redonda cuya superficie es blanda y anacarada pero con una blanca translucidez que le proporciona profundidad. Cuatro estrellas flotan en el interior de la esfera. Sólo existen seis más como ella en el mundo, y se dice que cuando las siete Bolas de Dragón están juntas pueden conceder cualquier deseo a quien las posee. Las Bolas de Dragón tienen conexión tanto con el misterioso pasado del propio Goku como con el próximo eclipse solar, que la superstición señala como el inicio del Apocalipsis. Gohan promete contarle todo a Goku durante la cena especial de cumpleaños que está preparando para su nieto.
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