Oliver (Julio Perillán), un joven director de cine asentado en Los Ángeles, descubre una noche en una web erótica que la protagonista de uno de los explícitos vídeos es su hermana pequeña, Aurora (Ivana Baquero). Sorprendido y confuso, decide viajar a Madrid, tras varios años sin visitar a su familia. Comienza así una búsqueda obsesiva de respuestas, un viaje íntimo hacia la turbación y la verdad de la imagen, una historia de dominación y manipulación, sobre los límites de la moral y la pérdida de la inocencia vital y audiovisual.
Brian era un niño cuando vio morir a su padre en acto de servicio durante un incendio. Veinte años después, tiene que someterse a un duro periodo de pruebas en la compañía que manda su exigente hermano Stephen, para ser bombero en Chicago. Superado el escollo, su trabajo consistirá en investigar incendios para descubrir si han sido provocados. Mientras un pirómano se dedica a provocar incendios, los dos hermanos intentan superar las rencillas del pasado.
El plan de hacer un viaje de vuelta a casa lo más corto posible empieza a desbaratarse cuando Eric tiene que equilibrar su adicción al póquer con las difíciles relaciones con sus dos hermanas Rachel y Maggie. Las tres ya no son las niñas que eran. ¿O sí?.....Vida adultaCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Vida adulta
Cuenta la historia de un joven chef, Sam Rama (Hunter Parrish). Después de la destrucción de su restaurante bien establecido en Atlantic City durante el huracán Sandy, Sam debe crecer rápidamente, asumiendo los mayores riesgos de su vida, tanto en los negocios como en el amor.
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