Tiempo después de los eventos sucedidos tras el último episodio de la serie Breaking Bad, el fugitivo Jesse Pinkman huye de sus perseguidores, de la ley y de su pasado. El Camino: A Breaking Bad Movie El Camino: Una película de Breaking Bad El CaminoCritica: Hace ya unos años, por estas fechas, acabé la que muchos consideramos la mejor serie de la historia 'Breaking Bad', recuerdo no haber sufrido un vacio tan grande después de haber visto algo nunca, desde ese momento se acabaron esas noches en vela en las que disfrutaba de un episodio tras otro, deseando que fueran infinitos. Recuerdo también que pasaron muchos meses hasta que pude volver a engancharme a una serie de nuevo, porque el vacío que me dejo la historia de Walter White y Jesse Pinkman fue y sigue siendo inabarcable. El CaminoY entonces pasó lo que se venia rumoreando desde hace años, se anunció una película de 'Breaking Bad', una secuela directa en la que veríamos que le paso a uno de los personajes más queridos de la serie, y aunque había gente que no confiaba en el proyecto, yo puse la mano en el fuego por él, porque detrás, en la dirección y en el guión, estaba Dios A.K.A. Vince Gilligan, la persona que no solo nos dio 'Breaking Bad', sino también la que demostró que su éxito con esa serie no fue ocasional, porque después nos dio uno de los mejores Spin-off de serie que se recuerdan: 'Better Call Saul', una serie que, al menos, en cuanto a guión no tiene nada que envidiarle a su predecesoraAhora nos encontramos con 'El Camino', una obra que sin lugar a dudas huele a Albuquerque, la esencia sigue ahí, parece que nada ha cambiado. Vince Gilligan, como cabía esperar, es tan bueno como siempre, ofreciendo unos planos cuidadísimos y prestando atención a cada mínimo detalle. La fotografía es espectacular, manteniendo esa paleta de colores inconfundible y usando la iluminación de manera expresiva, como si fuera un personaje más. Centrando la atención en el guión, nos encontramos ante una película oscura, en la que vemos las secuelas físicas y sobretodo psicológicas de nuestro protagonista. Ahondamos en su psique para conocer de primera mano que fue exactamente lo que le pasó y como estos sucesos afectaron a su vida. El Camino
Un niño imagina un curioso sistema para mejorar el mundo; hacer favores desinteresadamente. Para sorpresa de todos, la generosa propuesta causa furor entre la gente. Entretenida comedia con toques dramáticos y un eficaz reparto.
Explora todas las facetas de la vida del músico y humorista Al Yankovic, desde su meteórico ascenso a la fama con éxitos tempranos como ‘Eat It’ y ‘Like a Surgeon’ hasta sus tórridas aventuras amorosas entre celebridades y su famoso estilo de vida depravado.
Seis, ocho o doce años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth, conocido en estos lares como “el Verdugo”, entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado negro de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como una ventisca está a punto de alcanzarlos, Ruth, Domergue, Warren y Mannix se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local de Minnie, en lugar de recibirlos su dueña, se topan con cuatro rostros desconocidos. The Hateful Eight Los 8 más odiadosCritica:Ya sé que es de mala educación criticar el sabor de un plato cocinado, con cariño y buenos ingredientes, por un cocinero genial al que uno admira, pero -perdona que te lo diga, Quentin- por primera vez has estado tan perezoso, descuidado, vanidoso, torpe, egoísta, atolondrado… que has estropeado el famoso estofado de Minnie. Tiene un olor desagradable y un sabor rancio. No sé si habrá sido por un exceso de grasa, de casquería, de óxido... o por haber metido gato en vez de liebre, pero me has decepcionado. Los 8 más odiadosMientras avanzaba con la diligencia por aquella desolación nevada mi boca se hacía agua pensando en la conocida receta y casi me parecía oler ese estofado sabroso con todos sus ingredientes tan bien entremezclados. Pero no, Quentin, esta vez –y es comprensible después de tantos años- te has copiado con desgana, te has pasado lanzando cachos exagerados al caldero, hala, venga, sin pies ni cabeza… removiéndolos con la payasa soberbia y la gilipollez pelotuda de alguien engreído que lleva décadas recibiendo merecidos elogios.Los 8 más odiadosY como es de bien nacido ser agradecido, estoy en deuda contigo por todos los placeres anteriores que llevas ofreciendo a mi paladar, pero que consten un par de cosas: que no pienso volver a tragarme un estofado tan vulgar como este de los Ocho Indeseables, y que la morcilla de Samuel L. Jackson sobraba en el puchero (te la podías haber metido tú por donde te cupiese).Y además eres consciente de ello, so caradura ¿o nos tomas por idiotas? Hay unas cuantas ocasiones en que a falta de liebre has echado gato en la cazuela y nos lo has servido con auténtica desfachatez: como no tenías ganas de trabajarte una situación que pudiese explicar porque no había sido rematado Samuel L. Jackson ¡simplemente prescindes de esas escenas, das un salto, y nos lo presentas a salvo desangrándose en la cama y poniendo condiciones! Y cuando no sabes cómo hilvanar otros acontecimientos ¡simplemente pones una fraudulenta voz en off, inexplicable, para que nos suelte un rollito! Pero, Quentin, qué vergüenza, con esos guiones siempre tan estupendamente cocinados a los que nos has tenido acostumbrados. Comparar esta última tuya con la genial primera (Reservoir Dogs) es algo realmente ignorante, torpe y penoso. Los 8 más odiados
Víctor es un director de cine al que le superan sus propias desgracias. Es alcohólico, está en paro y terriblemente deprimido, en gran parte a causa de la muerte de su mujer. Sin embargo, Víctor sigue siendo el mejor en una cosa: contarle historias fantásticas a su hijo de nueve años, Ingmar. Dichas historias son cada uno de los guiones que sueña con dirigir en un futuro, cuando reúna todos los recursos necesarios. Víctor e Ingmar comparten un presente lleno de tristeza y precariedad, pero también plagado de robots y localizaciones de películas que han visto juntos. A pesar de formar un gran equipo, sus problemas se multiplicarán cuando los demás empiecen a cuestionar su papel como padre.
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