Drama rodado a lo largo de 12 años (2002-2013) pero en solo 39 días de rodaje. Es la historia de Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años y durante una década poblada de cambios: mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, también desilusiones, momentos maravillosos, de miedo y de una constante mezcla de desgarro y sorpresa. Un viaje íntimo y épico por la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. BoyhoodCritica:Esta cinta ofrece un mosaico torrencial de la cotidianeidad más vulgar y anodina pero con una fuerza y destreza que arrollan por su inapelable veracidad y convicción. Es un vademécum del devenir intrascendente de unos personajes banales y ordinarios – que sin embargo construye un retablo de una fuerza telúrica apasionante. El conjunto es más que la suma de las partes y lo intrascendente del relato nos propone un espejo nada virtuoso en el que vernos reflejados en su nada halagüeña perseverancia de las noches y los días llenos de sinsabores, ilusiones, congojas, fantasmas, deseos, subterfugios y huidas. Entrar en esta propuesta es salir al descansillo de nuestra casa y encontrarnos con nuestro propio rostro y las transformaciones y recodos irrenunciables de la vida. BoyhoodNo hay nada especial en esta cinta, sin embargo todo el engranaje es perfecto y funciona sin fisuras ni redundancias, sin desfallecimiento. El metraje vuela ante nuestros ojos y las casi tres horas pasan en un suspiro – como la vida misma – y el ayer es hoy y el mañana nos dejará aún más envejecidos e inasibles, como la misma naturaleza que encarnamos. La modestia y humildad de la propuesta es su máxima virtud. Nada especial, nada vertiginoso, nada atroz ni desasosegante, nada retorcido ni vanguardista, nada que destaque por encima de lo demás y, sin embargo, asistimos al acaecer sutil y variopinto de la vida en su caleidoscópica pluralidad. BoyhoodLa propuesta es arriesgada porque renuncia a la retórica, a los subrayados, al énfasis o el sermoneo. Las elipsis narrativas configuran su eje fundamental – como en cada una de nuestras vidas, donde no siempre somos protagonistas o centro de todos los acontecimientos que sin embargo nos impregnan para siempre. Esta sabiduría narrativa, esta mirada comprensiva y humanista nos ofrece uno de los relatos mejor trabados, que no por estar abierto deja de llegar al puerto que se ha fijado: abrirnos a la vida es abrirnos al abismo de lo desconocido y aciago, presagio de lo que vendrá, testigo de lo que fue y no volverá. Extravío común de los derroteros inciertos que traza cada corazón. Boyhood
Un marido destrozado jura llevar ante la justicia a los responsables de la muerte de su mujer, a la vez que protege a la única familia que le queda, su hija....Sweet GirlCritica: esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Sweet Girl
Charley, un adolescente que vive con su padre soltero, encuentra trabajo cuidando a un anciano caballo de carreras llamado Lean on Pete. Cuando se entera de que Pete está destinado a ser sacrificado, los dos se embarcan en una odisea a través de la nueva frontera de Estados Unidos en busca de un lugar al que llamar hogar.
Serie ambientada 18 años después de la última aparición de Jean-Luc Picard en "Star Trek: Nemesis", y encuentra al personaje profundamente afectado por la destrucción de Romulus como se muestra en la película "Star Trek" (2009)..... Star Trek: PicardCritica: Cada género cinematográfico tiene sus nombres propios, y en el de la ciencia ficción uno de ellos es el del británico Patrick Stewart y su alterego, Jean Luc Picard.Parido en 1987, el personaje de Jean Luc tardó en ganarse a los "trekkies" pues, hasta ese momento, el sillón del capitán del Enterprise solo lo había ocupado el carismático James Tiberius Kirk. Este cambio supuso un revulsivo, requiriendo de una temporada para barrer suspicacias. Allí donde William Shatner daba vida a un tipo agresivo y poco dado a las medias tintas (véase spoiler 1), Patrick interpretaba a uno más paciente, diplomático y casi filosófico. Shatner y Stewart pasaron así a encarnar a dos capitanes muy distintos, pero igual de interesantes.Esta situación se prolongó desde 1987 a 1994 e, inmediatamente después, en cuatro películas de las que solo una fue potable. En el 2002, con "Star Trek: Némesis", Stewart guardó el uniforme y se dedicó a otros asuntos. Ni aquello parecía ya funcionar, ni los años acompañaban. Sin embargo, dieciocho años después, el personaje ha sido recuperado en esta serie, lo que ha hecho que la alegría se combine con un arqueo de cejas. No en vano, nadie se esperaba este retorno, y menos con un Patrick Stewart de 79 años.... Star Trek: Picard
A la caza de basura espacial y sueños remotos en 2092, cuatro inadaptados sacan a la luz secretos explosivos cuando intentan vender a una cándida humanoide.
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