La brutal campaña de venganza de un hombre adquiere dimensiones nacionales cuando se descubre que es un antiguo agente de una poderosa organización clandestina conocida como "Los apicultores".
Inspirada libremente en la vida de Lucio Urtubia, y con elementos ficcionalizados, “Un hombre de acción” explora la figura del denominado "Robin Hood" anarquista, que llevó a cabo una legendaria operación de falsificación en París que le puso en el punto de mira del banco más grande de Estados Unidos, cuando consiguió obtener una enorme cantidad de dinero falsificando cheques de viaje para invertir en causas en las que creía....Un hombre de acciónCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Un hombre de acción
Mehmet, un hombre enfermo que dirige un depósito de residuos en Estambul, se hace cargo de un niño pequeño. Pero pronto debe afrontar su propia y traumática infancia. Paper Lives Vidas de papelCritica: El director de Vidas de papel lleva poco tiempo en el negocio. Can Ulkay debutó en el año 2017 en la dirección con el drama histórico Sarikamis Cocuklari. Ese mismo año se pondría tras la cámara para rodar Ayla: The Daughter of War, seleccionada para representar a Turquía en los Oscar. Ulkay empezaba con paso firme su carrera como director de cine. Vidas de papelMás conocido para el público internacional es, quizá, el actor principal Çagatay Ulusoy (protagonista de la serie Hakan – El protector, también disponible en Netflix) y un fijo de la televisión turca. Todo comenzó con un concurso de belleza allá por el año 2010 en el que fue elegido mejor modelo de Turquía. Esa misma noche, su teléfono sonaba para ofrecerle su primer papel televisivo y, poco después, le llegaría la Mariposa Dorada (Altın Kelebek) máximo galardón audiovisual en Turquía por su papel en Medcezir, una versión turca de la popular serie The O.C.La réplica actoral a Çagatay Ulusoy, la pone el pequeño Emir Ali Dogrul, que cumplirá 10 años el próximo mes de abril y que, a pesar de su corta edad y de ser este su primer largo, lleva trabajando activamente en televisión desde el año 2018.*Un drama cargado de buenas intenciones Vidas de papelEn esta Vidas de papel de Can Ulkay, Mehmet (Çagatay Ulusoy) trabaja como encargado en un depósito de residuos en Estambul en el que también vive. Ahorra el poco dinero que consigue para poder pagar la operación de riñón que necesita. Su vida adquirirá un nuevo propósito con la llegada de Ali, un niño al que su madre ha metido en uno de los sacos de residuos para ayudarle a huir de los maltratos a los que le somete su padrastro.Ali trae de la mano todos los fantasmas de los que Mehmet lleva intentando huir toda su vida. Como él, sufrió malos tratos y fue abandonado en la calle. Por eso, desde ese primer encuentro, no descansará hasta conseguir librar a Ali de la vida que él mismo tuvo que sufrir desde pequeño. Vidas de papel
La delincuente habitual Ida 'Red' Walker está luchando contra una enfermedad terminal mientras cumple una condena de 25 años en el estado corrupto de Oklahoma. Le queda poco tiempo de vida. Su hijo, Wyatt Walker, se ha encargado del negocio familiar junto a su tío. Cuando un trato fracasa, el detective local y cuñado de Wyatt, Collier, se une a un agente del FBI para localizar al responsable....Ida Red: el precio de la libertadCritica: Viendo las tímidas notas y los "reguleros" comentarios que hacían los críticos, me planteé si verla o no, pero al final me decidí por la trama y por los actores, y no me arrepiento. El film te mantiene, te engancha y no te saca bostezos (como Nomadland o El poder del perro, con sus nueves y dieces absurdos). Está bien hecha, la música no es buena pero tampoco es mala, los actores y actrices, correctos, y el argumento es original aunque poco creíble, claro. Por ponerle un pero, se lo pongo a la resolución de la película, porque no hay por dónde cogerla, pero quitando esos 5 minutos del final, cumple, y eso es lo que queremos los cinéfilos, ¿no? que el producto final nos entretenga y nos haga disfrutar.la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Ida Red: el precio de la libertad
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