Una doctora que está haciendo una sustitución le comunica por error a un paciente que le quedan 90 minutos de vida. La médico trata de localizar desesperadamente a este hombre, que se ha lanzado en una absurda aventura por la ciudad en la que tratará de enmendar todos los errores que ha cometido en su vida. BrooklynCritica:El Hombre Más Enfadado de Brooklyn' es una comedia flojita y previsible que tras su paso fuera de concurso en la pasada Seminci como homenaje a su malogrado protagonista Robin Williams, llega ahora a nuestras pantallas con el único motivo para verla de su presencia. La película no estará entre sus actuaciones más recordadas, ya que no deja de ser un telefilm de buenas intenciones, correctamente rodado y entretenido, que parte de un punto de partida al que se le podría haber extraído mucha más comicidad y mordacidad, pero que tanto el guionista, Daniel Taplitz, como el director, Phil Alden Robinson, prefieren adentrarse más en el sentimentalismo y la moralina de la historia. Brooklyn'El Hombre Más Enfadado de Brooklyn', sin embargo, vista una vez conocido el trágico desenlace del actor, cobra una dimensión nueva y la veremos con ojos distintos a si lo hubiéramos hecho antes de su muerte, ya que en su argumento nos encontramos frente a un hombre desesperado que piensa en suicidarse al no haber sabido disfrutar la vida que tenía. Pone los pelos de punta ver las secuencias en que Williams, con su eterna sonrisa de niño asustado y esa mirada llena de tristeza, recita frases que seguro podrían aplicarse a su vida real, siendo inevitable preguntarse que debería estar pensando realmente el actor mientras las interpretaba. BrooklynPero más allá de todo esa empatización que tengamos con nuestra percepción al combinar ficción con realidad, las carencias cinematográficas de 'El Hombre Más Enfadado de Brooklyn' son evidentes y no deja de ser una comedia sentimentaloide demasiado facilona y neutra como para emocionar, entreteniendo lo justo, aunque contiene una escena cómica absolutamente genial y antológica que hará llenar de carcajadas los cines, la de la tienda de videocámaras donde se pone a prueba la paciencia de Williams con James Earl Jones como dependiente tartamudo. Brooklyn
Explora todas las facetas de la vida del músico y humorista Al Yankovic, desde su meteórico ascenso a la fama con éxitos tempranos como ‘Eat It’ y ‘Like a Surgeon’ hasta sus tórridas aventuras amorosas entre celebridades y su famoso estilo de vida depravado.
Una adolescente frustrada hace que algo se despierte en el bosque después de hacer un ritual para invocar a una bruja para que mate a su madre. Pyewacket EspírituCritica:Si hay algo que se nos antoja peligroso es la magia negra, todo y suponiendo que la persona que se atreva a hacer este tipo de ritual ha de estar avezada en este peligroso arte. Si a falta de esto le sumamos que a quien se le ocurre realizarlo es a una adolescente muy poco ducha en la materia, tenemos un explosivo coctel maravillosamente idóneo para realizar una película. EspírituLeah es una adolescente que tras empaparse de todo tipo de libros de rituales satánicos, ingenuamente realiza un ritual para despertar a una bruja llamada Pyewacket con el fin de cargarse a su madre. La cosa no le sale como esperaba.Con estas premisas estoy seguro que ya se os estará haciendo la boca agua. No nos engañemos, la historia es ingeniosa, su realización cinematográfica no tanto. Plasmar ese universo de forma perversa tendría que haber sido la base fundamental, pero se queda solo en el vestíbulo sin pasar la frontera de lo correcto. Ese freno viene dado por intentar explicarnos por activa y por pasiva la difícil relación entre una amargada madre y su hija en la efervescencia de la juventud, quizás con cuatro pinceladas habría sido suficiente tardando excesivamente en aparecer el auténtico terror. Esto último nos remueve la conciencia, puesto que el tramo final, excesivamente corto, es de armas tomar. Enseguida viene a nuestra mente el deseo de que todo hubiera empezado mucho antes.A pesar de lo dicho tenemos que alabar el elaborado guion, obra de Adam MacDonald, que nos depara alguna que otra sorpresa al finalizar la cinta, reafirmando lo que hemos comentado con anterioridad. El ritmo es muy correcto aunque queda encorsetado en unos escasos noventa minutos, dando la impresión de que acaba apresuradamente. Espíritu
Jimmy Starks cuenta con una asombrosa capacidad para timar a la gente. Para ampliar su negocio decide lanzarse a la carretera. Su ambición se ve truncada cuando el coche le deja tirado en un pueblo desértico. Con la intención de entretenerse mientras su coche es reparado, visita a un vidente el cual predice que su negocio tendrá mucho éxito, pero que fallecerá durante la primera nevada. Desde ese momento Jimmy desconfiará de todo y todos a su alrededor e intentará evitar su muerte hasta volverse paranoico. Podrá timar a sus clientes, pero nunca al destino.
Una adolescente profundamente afligida por haber perdido a sus padres comienza a tener un vínculo muy especial con un caballo que ha sido alejado de su familia....Black BeautyCritica: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia....Black Beauty
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