Sasaki es un oficinista de mediana edad que vive en Japón. La monotonía del mundo laboral le agota, así que un día decide entrar en una tienda de animales en busca de un nuevo compañero. Allí encuentra un adorable pájaro llamado Pi y se lo lleva a casa. Pero Sasaki no tarda en descubrir que Pi no es un pájaro cualquiera... ¡Es un mago muy poderoso proveniente de otro mundo! Juntos, se embarcan en una aventura mágica llena de espadas y hechicería.
En esta precuela de la serie de TV Miniforce, una fuerza especial se enfrenta al Ejército Lagarto para salvar el planeta antes de que sea tarde.
Un trío de héroes inverosímiles (un dragón, un niño y un brownie del bosque) se embarcan en una aventura épica para encontrar el "Borde del Cielo", el refugio mitológico seguro para todos los dragones.... El jinete del dragónCritica: Aunque pueda parecer un remake alemán de la famosa trilogía de “Cómo entrenar a tu dragón”, únicamente comparten el concepto de los dragones. El jinete del dragón está inspirado en la novela homónima de Cornelia Funke, publicada en 1997. Con lo cual, John R. Smith ha recuperado dicha historia para adaptarla al lenguaje cinematográfico. El guion se desarrolla en una historia bastante sencilla, donde se ven algunos flashes de interesante narrativa. Por lo tanto, se comprueba que no han querido realmente ir más allá o buscar una profundidad en esta aventura. Aun así, es un relato accesible, y especialmente, dedicado a los más pequeños de la casa. Su principal intención es la de entretener, por lo que las aventuras que se desarrollan permiten que el espectador desee querer saber cómo termina.Lógicamente, nada tiene que ver con la saga de “Cómo entrenar a tu dragón”, pero el film de Tomer Eshed se ríe ya de las posibles comparaciones. En cierta manera, esa comedia irónica e, incluso, de reírse de sí mismo y del género es lo que le da un prisma distinto. De alguna manera, rompe el molde de la estructura general, para dar esas pinceladas de jocosidad. Incluso, hay un guiño al estudio Blue Sky muy simpático. Luego, el desarrollo de la historia se tercia en una resolución que se espera, pero lo equilibra con el buen ritmo que lleva y los puntos cumbre que pueden llamar la atención. Está claro que podrían dar mucho más, pero también hay mensajes positivos que encajan dentro del espectro narrativo que se plantea... El jinete del dragón
Los hermanos Templeton se han convertido en adultos y se han alejado el uno del otro, pero un nuevo jefe bebé con un enfoque de vanguardia está a punto de unirlos nuevamente e inspirar un nuevo negocio familiar.... Un jefe en pañales 2: Negocios de familiaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia...... Un jefe en pañales 2: Negocios de familia
No volver a mostrar