Desde que dejaron su radio pirata, la vida ha sido tranquila para los chicos de Kurupt FM, pero todo cambia cuando reciben noticias de que una de sus canciones se ha usado en un show popular en Japón. ... People Just Do Nothing: Big in JapanCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... People Just Do Nothing: Big in Japan
Ruth, Kathy y Tommy pasan su infancia juntos en el internado inglés de Hailsham y son inseparables. Sin embargo, a medida que van creciendo tienen que afrontar los sentimientos que van germinando en su interior: Tommy y Ruth se convierten en pareja, pero Kathy también está enamorada de Tommy. Pero además, hay un secreto sobre su futuro que descubrirán en el internado, algo que afectará de forma directa a su destino y su vida adulta. Never Let Me Go abandonesCritica: Generalmente cuando se piensa en ciencia ficción, automáticamente vienen a la mente rayos láser, naves espaciales y extraterrestres invasores. Y es cierto que la mayoría de producciones clasificadas en el género tienden a perderse en los efectismos formales y olvidan el fondo. ¿Enmarcamos la pura diversión estética de “La guerra de las galaxias” o “Star Treck” (con todo mi respeto, que ambas sagas me encantan) junto a la profundidad de “Solaris” o “Stalker”? abandonesLos clásicos, los auténticos clásicos de la ciencia ficción literaria, que fueron la influencia directa de la ciencia ficción fílmica, son aquellos que utilizan el género para hablar de nosotros, de cómo la tecnología y lo desconocido nos afecta como humanos. Cómo afecta a nuestra libertad (“1984”), al derecho a ser diferentes (“Un mundo feliz”), a pensar y decidir por nosotros mismos (“Fahrenheit 451”), a cuestionarnos qué es estar vivo (“Yo, robot”) o hasta dónde podemos llegar en beneficio de una mayoría, como en “Never let me go”. abandonesUna fábula distópica en la que se nos narra un pasado alternativo en el que las fronteras de la ciencia no están delimitadas por la ética, sino por la matemática del bien mayor. Si bien básicamente es un drama romántico, un triángulo amoroso que sirve de excusa para hablar sobre la importancia de amar y el tiempo que se nos concede para hacerlo, su fin no es otro que el exponer la auténtica naturaleza de unas criaturas que son tan humanas como cualquier persona “normal”; de la nula diferencia que puede haber entre aquello “artificial” cultivado con un único propósito y nosotros mismos, hombres y mujeres que regimos y decidimos sobre nuestras propias vidas.
Historia de una camarera sin seguro (Biel) que inicia una cruzada contra Washington tras recibir el impacto de un clavo en la cabeza. Allí, se convierte en la cara visible de los afectados por “extraños accidentes” e intentará conseguir los favores de un congresista de pocos escrúpulos (Gyllenhaal).Nailed amorCritica:Cuando una comedia te recuerda de vez en cuando a las Movies de los infames Friedberg y Seltzer es que hay algo que no funciona, y eso es exactamente lo que me ha pasado con Accidental Love. Entiendo que la comedia es probablemente el género más subjetivo que existe, que a cada uno le hace gracia una cosa, e incluso que una misma persona puede responder de diferentes formas ante una según su estado de ánimo. También entiendo que esta película en particular ha dado muchísimos quebraderos de cabeza durante su producción, incluyendo problemas financieros y actores que abandonaron el proyecto a mitad, hasta el punto de que el director, David O. Russell, se desentendió de la película allá por 2010 para centrarse en el exitoso y, a mi parecer, estupendísimo biopic que fue The Fighter. A pesar de todo esto, yo lo único que puedo valorar es el producto que ha caído en mis manos, no los problemas que dio o lo que podría haber sido. Y qué queréis que os diga, me parece un truño considerable. amorAccidental Love intenta ser una sátira inteligente sobre el sistema sanitario americanos, centrando sus dardos en los entresijos de la política y los parásitos que la pueblan. Un intento loable, pero sus méritos se quedan ahí, en la intención, porque el resultado es un caos. El montaje parece hecho con prisas por un grupo de alumnos de secundaria, todo está acelerado y la progresión de la historia está desastrosamente contada. Una idea que en teoría podría haber funcionado y dado lugar a una comedia ácida y negrísima se diluye entre chistes de culos rotos, pollas empalmadas, caídas y demás lindezas (me ha faltado una bromita de pedos para redondear, pero bueno, no se puede tener todo), con diálogos incómodamente faltos de gracia, personajes insoportablemente estúpidos y a menudo innecesarios (aún me estoy preguntando qué coño aporta el reverendo al argumento, pero en fin) y resoluciones absurdas. No pido una verosimilitud máxima en una comedia, pero sí un mínimo de coherencia y de cohesión, y aquí no los veo por ninguna parte. amor
Vivica A. Fox hace su debut como Bring It On como Cheer Goddess, el popular "Cheer-lebrity" de Internet. Cuando Destiny (Prosperi), capitán de los tres campeones nacionales "The Rebels", es desafiado a un enfrentamiento global por un nuevo equipo llamado "The Truth", la diosa Cheer organiza una batalla virtual para escuadras de todo el mundo . Parece que el mundo entero quiere derribar a Destiny ya su equipo, y ellos podrían tener éxito, a menos que Destiny pueda resistir el desafío, dejar su ego aparte y averiguar quiénes son sus verdaderos amigos.
Decidido a convertirse en un estilista de renombre, un adolescente valiente se asocia con un ayudante inesperado: un elfo del bosque artístico.
Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de Buckingham, con motivo del cumpleaños del príncipe Felipe. YouthCritica:Puede sonar a perogrullada, pero el espíritu de La gran belleza sigue presente en Paolo Sorrentino. En su última película, Youth, explora el paso de los años, las decisiones que uno toma en su juventud y el resultado que se obtiene con ellas. Pone una mirada en el pasado para analizar el presente y el futuro, sin olvidarse de incluir su peculiar mirada artística. Michael Caine interpreta a un director de orquesta, ya retirado, al que le piden un último encargo bastante particular. Le acompaña Harvey Keitel, que da vida a un director de cine que busca firmar su última gran obra maestra, su testamento fílmico en vida. Los dos se encuentran de retiro en un centro de spa en los Alpes suizos, un lugar idílico, plagado de la fauna (animal y humana) más variada, donde explorar su tiempo, sus recuerdos y el legado conseguido, «nuestro legado, que también es una perversión». YouthEn un mundo de “selfies”, de bicicletas de última gama a caballito, de cuerpos tallados a golpe de photoshop, de grandes dramas frente a pequeños problemas y de videoclips pop que han perdido personalidad, el legado se convierte en algo indispensable, pero es un legado que llega viciado, y que las generaciones que llegan convierten en un arma a favor de lo convencional. Sorrentino repite su discurso crítico enmascarado de comedia agridulce, en esta ocasión contra la vuelta al pasado, los arrepentimientos y los presentes autodestructivos. En su mirada encontramos pasión y hastío a partes iguales, y acude, para ello, a los recuerdos, aquellos que aún permanecen, los que ya no están presentes y los que regresan en algún paréntesis de revelaciones lúcidas. Se intuye cierto miedo del propio Sorrentino a la desaparición, al olvido de lo que algún día supuso para el cine, aunque sus intenciones parecen claras cuando apunta a que la televisión es el presente y el futuro. ¿Tendrá algo que ver la mini-serie que el realizador italiano está preparando?. YouthYouth resulta una descarga sensorial, tanto por lo que se ve como por lo que se oye; una perfecta coreografía orquestada por el maestro Sorrentino con la música que corre a cargo de Fred Ballinger (Michael Caine), y donde la simpleza de su sonido radica en la sencillez de sus instrumentos; una batuta al servicio de la naturaleza, única inspiración de Ballinger en este mundo que empieza a conocer, un mundo donde los sentimientos están sobrevalorados, en el que se piensa siempre en el pasado y se dice pensar en el futuro, un mundo en constante avance donde lo imposible se vuelve posible. Youth
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