Maixabel Lasa pierde en el año 2000 a su marido, Juan María Jaúregui, asesinado por ETA. Once años más tarde, recibe una petición insólita: uno de los asesinos ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de la Oca /Álava), en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista. A pesar de las dudas y del inmenso dolor, Maixabel accede a encontrarse cara a cara con las personas que acabaron a sangre fría con la vida de quien había sido su compañero desde los dieciséis años.
En la dinastía Tang, Xuanzang un sacerdote es enviado hacia el oeste para recuperar las escrituras sagradas del budismo. Durante el camino, Xuanzang libera por accidente a Sun Wukong, el Rey Mono, encarcelado hace 500 años. El vigor y el poder del Rey Mono son conocidos por todos. En ningún caso, él se someterá a un sacerdote. Sin embargo, en un frágil equilibrio, el Rey Mono luchará junto a Xuanzang. Será una pelea para encontrar la búsqueda de la verdad y para hacer reinar la paz. Xi You Ji Zhi: Sun Wu Kong San Da Bai Gu Jing oesteCritica: Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. oesteEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. oeste
Sabrina está a punto de cumplir 16 años y se debate entre el mundo de la magia de su familia y el mundo real de sus amigos. Historia basada en el cómic de Archie. Chilling Adventures of SabrinaCritica:Sabrina, la joven bruja, está en vísperas de ser la futura novia de Satán. Ciertamente, no es que yo mismo sea un cristianísimo indivíduo al que le molesten estos asuntos. Pero a la vez, no puede decirse que sea un cambio de estilo que me haya convencido. Porque Sabrina es (era), en principio, una bruja patosa que, lejos de hacer pactos con el diablo, se mete en líos ella solita, ejerciendo una magia que no necesita de sangre, vísceras, ranas machacadas, o gallos triturados. Y en la serie original, prácticamente la trama resulta de arreglar esos líos que ella misma provoca, todo regado con dosis de sarcasmo y apoyado en la actuación de los artistas. SabrinaEsta serie sin embargo me resulta extremadamente chocante en ese apartado: Lejos de una sabrina que encandila a los críos, es una serie quizás mucho más orientada a los adultos que ya vieron la primera: Aquí hay violencia, sangre y muertos. Diría que han dinamitado la idea de una serie "familiar", que era precisamente por lo que mi generación pudo disfrutar de la "Sabrina: Bruja Adolescente". Y esta es la auténtica pena del asunto, no es una serie que se deja ver. No es la bruja inocentona y patosa: Aquí se enfrenta a peligros sobrenaturales muy reales y de consecuencias mortales. Es por tanto una serie para individuos que ya conocieron a Sabrina, pero lejos de mantener el aspecto inocente y divertido y el tono humorístico, la han decidido cambiar en una suma de historias de macabro morbo, de resultas que el aspecto que precisamente era el más recordado de la serie original, acaba siendo rechazado. SabrinaEs comprensible que entonces digan que es una serie nueva. Pero ahora bien, tampoco es una serie que responda a las aventuras de la Sabrina de los comics de Archie. La sabrina de Archie es más parecida a la Sabrina de la primera serie que a esta. Entonces ¿Qué Sabrina es la que estamos viendo? Pues la Sabrina de Netflix, supongo. Igual que el Archie de Netflix. ¿ Y qué significa esto? Que se va a quedar entre dos aguas, que promete mucho y hace poco, sobretodo porque quiere abarcar muchas cosas y no se dan cuenta los productores y los propios guionistas que es algo imposible mantener la frescura de la "serie original" (como nos han venido los paniaguados de los críticos del periódico) si precisamente sacrificas lo que le daba frescura, que era el tono humorístico. Sabrina
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