Diego y Emilia son una pareja conservadora con 16 años de matrimonio que ha perdido la chispa, hasta que Tomás y Betina los rescatan y los introducen en el mundo prohibido, cambiando lo que saben sobre la intimidad, las relaciones y el sexo.....Dime lo que quieres (de verdad)Critica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Dime lo que quieres (de verdad)
Despertado por los espíritus de Eris, Abel y Poseidón, y derrotando a los santos de oro, Lucifer regresa a la Tierra, acompañado de sus cuatro ángeles infernales, con el objetivo de vengarse de Atenea, destruir a la humanidad y proclamarse soberano absoluto del universo. Para evitarlo, Saori Kido, decide sacrificar su vida en el Pandemonium, residencia de Lucifer, mientras que los santos de bronce lucharán para salvarla.
Un padre (Kevin Hart) cría a su hija tras sufrir la pérdida de su mujer justo el día después de que ésta diese a luz....PaternidadCritica: sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Paternidad
Allison Scott es una periodista de 24 años con una brillante carrera. Por desgracia, no todo sale como estaba previsto cuando, después de una noche de fiesta con el vago de Ben Stone, descubre que está embarazada. Ante la posibilidad de enfrentarse a la maternidad sola o de conocer mejor al padre, Allison decide dar una oportunidad al entrañable inmaduro. Ben, que no quiere crecer, se da cuenta de que debe tomar una decisión: quedarse o huir. Pero salir con la mujer a la que acabas de dejar embarazada es más difícil de lo que parece. No tardan en darse cuenta de que no son exactamente sus respectivas medias naranjas. Para colmo de males, el único ejemplo de jóvenes padres son Debbie, la agobiada hermana de Allison, y el holgazán de Pete. La joven pareja no sabe qué hacer. ¿Deben criar al bebé juntos? ¿Cómo se llega a un feliz compañerismo de por vida? Después de unas cuantas copas y de una noche loca, les quedan nueve meses para decidirlo.
En su tercera aventura fuera del zoológico de Nueva York, Alex, Marty, Melman y Gloria viajan a Europa con el propósito de encontrar a los monos y a los pingüinos en Monte Carlo; sin embargo, ellos terminan formando parte de un circo rodante en el que hacen nuevos amigos mientras tratan de escapar de Chantal Dubois, jefa de la policía de Control de Animales en Europa, quien desea obtener la cabeza de Alex para su colección. Madagascar 3: Europe's Most Wanted Madagascar 3Critica:La actual trilogía “Madagascar 3: De marcha por Europa” ha entendido perfectamente el formato y sus posibilidades para lanzarse al circo de tres pistas y convertir su animación en una extensión del universo Tex Avery, en un colorido e imposible Cirque de Soleil o en la cabalgata más gayer, con sexo interracial, que el mismísimo Rouco Varela aplaudiría. Si “Madagascar” (2005) era uno de los mayores refritos bajo un planteamiento insultante —animales que desean volver a sus jaulas, incumplir con la cadena alimenticia que sostiene ecosistemas y ser víctimas de una sociedad que les utiliza como objetivos—, en “Madagascar 2” (2008) el humor absurdo empezó a plagar la película como un virus… un virus salvador. Los pingüinos (que harán suyo su propio spin-off) y los simios siguen como constantes y la abuela Terminator se ha reconvertido en una implacable y sádica capitana francesa de control de animales. “Madagascar 3: De marcha por Europa” funciona tanto por su suma de referencias, sketches inverosímiles y su clara vocación de estirar y tensar el slapstick absurdo con salto y tirabuzón. MadagascarLa película, aparte de ser la mejor de las tres pese a recibir numerosos tiros y palos de la prensa norteamericana en un claro y flagrante maltrato animal, resulta ser tan divertida como sorprendente saltando sobre lonas poco originales pero con piruetas inauditas. La mejora técnica es comprensible pero su astuto y ágil guión catapulta el espectáculo a un carrusel de fuegos artificiales y carcajadas a ritmo de Katy Perry y luces de neón en lo que podría ser la primera película ‘queer’ del cine de animación infantil y familiar. Madagascar
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