La cabaña maldita

Hace siglos, el amado Rey Mono chino usó su bastón mágico para capturar y atrapar al malvado Rey Toro Demonio en lo profundo de una montaña. Avance rápido a la China moderna, cuando el destino lleva a MK (también conocido como Monkie Kid), un joven repartidor de fideos, a encontrar al personal perdido hace mucho tiempo. Pronto, MK y sus mejores amigos se ven envueltos en aventuras llenas de acción, misterio, imaginación y magia.

En una estación experimental de la Antártida, un equipo de investigadores descubre a un ente extraño venido del espacio, que según todos los indicios ha permanecido enterrado en la nieve durante más de 100.000 años. Al descongelarse, experimenta una metamorfosis sorprendente.

Un grupo de limpiadores de escenas del crimen luchan por escapar de una casa de asesinatos después de quedar atrapados por un antiguo demonio nórdico que está empeñado en volverlos locos...11th Hour CleaningCriticA: Pues nunca había rondado por mi cabeza la idea básica de esta película: ¿cuando hay un crimen, sobre todo con bastante sangre, quién se ocupa de dejar el lugar limpio? Este detalle es lo de menos, bien podría haberse tratado de unos universitarios que se cuelan en una casa, pero al menos es una base muy original. Cuatro personas con sus relaciones y problemas familiares (una pareja, el "cuñao" novato y su ex) se dedican a ello, a limpiar y adecentar lugares donde ha ocurrido un crimen, o varios.A lo que vamos, soy asiduo a películas de terror, y esta me ha gustado bastante. Buenos momentos, sobresaltos, tensión, interpretaciones bastante buenas (el "cuñao" un poco pesado abriendo mucho los ojos), y una historia que si bien lo básico está explicado en dos frases en la ficha, es algo diferente de los topicazos que se suelen ver últimamente.Duración, la justa y necesaria, y si no fuera por algún detalle (spoiler sin reventar nada), incluso le hubiera puesto un notable. Por cierto, hay escena post-créditos.ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... 11th Hour Cleaning

Quinn, una joven enfermera, descarga una aplicación para el móvil llamada 'Countdown', que puede predecir el momento exacto en el que una persona va a morir. En ese momento descubre que a ella sólo le quedan tres días de vida. Con el tiempo jugando en su contra y tras ser perseguida por una persona desconocida, tratará desesperadamente de burlar al destino antes de que se le agote el tiempo.

No hay lugar más peligroso que un tranquilo barrio americano en una blanca noche navideña. Si no, que se lo pregunten a Ashley, la niñera del hijo de los Lerner, que deberá defender al pequeño de unos desconocidos que han irrumpido en la casa. Pronto, la chica descubrirá que no se trata de un asalto al uso.

Ty era un vendedor de juguetes frustrado hasta que su colaboración con tres mujeres convirtió sus animales de peluche en una tendencia determinante en los años 90. Esta mirada entre bastidores al mayor fenómeno de popularidad de unos juguetes de todos los tiempos es una historia disparatada sobre qué y a quién se valora en este mundo....La fiebre de los peluches BeanieCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La fiebre de los peluches Beanie