Jesse Freeman es un ex oficial de las fuerzas especiales y experto en explosivos que ahora tiene un trabajo regular como guardia de seguridad en un estadio de baloncesto de última generación. Los problemas surgen cuando un grupo de terroristas expertos en tecnología secuestra al propietario del equipo y a la hija de Jesse durante la noche de apertura. Enfrentando un reloj en marcha y probabilidades imposibles, depende de Jesse no solo salvarlos, sino también a una casa llena de fanáticos en este thriller de acción altamente cargado....Welcome to Sudden DeathCritica: claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Welcome to Sudden Death
Cuando los zombis comienzan a tomar el control del mundo se convierten en versiones malignas de sus personalidades pasadas pero adquiriendo cualquier habilidad de combate previa que tuviera la persona mejorada con capacidades superhumanas… esto hace su erradicación casi imposible. En este infierno existe una unidad de fuerzas especiales que son asignados a una misión suicida con el objetivo de rescatar a un científico atrapado en una ciudad dirigida por los muertos vivientes
La Agente Especial Jennifer Marsh (Diane Lane) trabaja en una división de elite del FBI dedicada a combatir el cibercrimen. Ella piensa que lo ha visto todo, hasta que un criminal particularmente sádico surge en Internet. Este asesino experto en tecnología publica feeds en vivo de sus crímenes en su sitio web; Cuanto más hits el sitio recibe, más rápido muere la víctima. Marsh y su equipo deben encontrar el asesino elusivo antes de que acabe el tiempo.
En un plazo de cinco años el Sol se apagará, y con él se extinguirá la raza humana. La última esperanza de los hombres es el Ícarus II, una nave espacial tripulada por seis hombres y dos mujeres, cuya misión consiste en llevar una gigantesca carga explosiva que insuflaría nueva vida a la estrella y le permitiría volver a brillar, salvándose así la población de la Tierra. El problema es que la nave Ícarus ya había llevado a cabo la misma misión siete años antes y había fracasado.
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