El 15 de agosto de 1944, un grupo de paracaidistas saltó en el sur de Francia para proteger a las tropas aliadas que marchaban hacia Berlín. En territorio enemigo son atacados. Tres de ellos pondrán en riesgo su vida para proteger a los capturados.
Tres soldados estadounidenses regresan de Irak tratando de reintegrarse con sus familias, y adaptándose a la vida civil mientras luchan por olvidar sus duros recuerdos de la guerra. Thank You for Your Service GraciasCritica:Qué sucede cuando unos soldados que luchan por su país en una tierra extraña, lo dan todo, su tiempo, sus ilusiones, su vida y vuelven a casa con sus familias con unas historias terribles en su retina de tal calado que no pueden afrontarlas? Ellos cumplieron con su deber a un altísimo precio, y el gobierno después los abandonó.Pues eso es lo que en la película Deber Cumplido nos cuenta Jason Hall, en su debut como director, basada en la novela homónima del periodista ganador del premio Pulitzer 2006 David Finkel.David Finkel acompañó en 2007 durante un año a un batallón de Infantería a una misión en Irak como periodista empotrado, obteniendo un resultado extraordinario sobre la brutalidad del conflicto, las percepciones de los militares, sus máximas preocupaciones, que se reducían a lo más básico pero que venía siendo lo más difícil de conseguir en mitad de una guerra. GraciasDe esta experiencia surgiría el libro reportaje “Los buenos soldados” (“The Good Soldiers“). Y Deber Cumplido (“Thank you for your service”) es la continuación, pero en esta ocasión David Finkel se integró con algunos de esos soldados americanos a su regreso a casa, consiguiendo captar la peculiar psicología de estos militares.De esta forma, con las dos obras, nos da a conocer de primera mano las duras experiencias que viven los militares en el conflicto, y la dura vuelta a la realidad en su país, con una mochila llena de horror, resentimiento y culpa, así como la dureza de la vida de las familias de los militares, bien durante el conflicto, o bien después, cuando los soldados vuelven con traumas inconfesables. Ambos manuscritos se han convertido en referentes en la literatura de guerra. Gracias
En un futuro próximo azotado por la escasez de agua, Frank Molina, un periodista huraño, deberá enfrentarse a sus demonios para llegar al fondo de un macabro asesinato. La investigación lo arrastrará a las entrañas de una ciudad misteriosa donde nada es lo que parece.....Los iniciadosCritica; Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Los iniciados
Veinte años después de un accidente en el que falleció el protagonista de una obra de teatro de instituto, los estudiantes de este centro situado en un pequeño pueblo deciden resucitar la fallida producción teatral con la intención de rendir un homenaje en el aniversario de la tragedia, pero al final descubren que habría sido mejor dejar las cosas como estaban. The Gallows horcaCritica:A veces cabría preguntarse quién es el responsable de los enormes partos de ideas en el cine de terror moderno, cómo se nos venden filmes por todo lo alto que acaban resultando auténticas decepciones para el espectador. Jason Blum podría ser una de esas mentes, un señor capaz de vendernos en muchas ocasiones basura como si fuera oro. Ahí están “La purga”, “Ouija” o “Insidious: Capítulo 3” para demostrarlo.“La horca” es otro producto marca Blum. Es decir, comprado por el productor a sus creadores, lo que le permite abaratar costes, y exhibido en grandes salas tras bombardearnos con una campaña promocional tan atractiva que el hype puede alcanzar niveles estratosféricos. Pero además, es una de esas producciones suyas para el olvido, de esas que se quedan en lo que prometían más que en lo que finalmente dan.Pocas veces un título se ha convertido en una acertada metáfora de lo que es una película. La cinta de Travis Cluff y Chris Lofing es una soga repleta de nudos mal atados, un trabajo que acaba ahorcándose a sí mismo por culpa de su nefasto reparto, que más que actores parecen adolescentes tratando de ser intérpretes, y de una realización que hace un mal uso del found footage como mecanismo para generar un desconcierto inconsciente en el espectador. No son pocas las veces que cuesta seguir el rastro de sus personajes y en qué lugar se encuentran, y a esto no ayuda nada el hecho de usar dos cámaras y mostrar lo que ocurre en dos localizaciones distintas. horcaSin embargo, lo peor de “La horca” es su horroroso guión. No es más que un compendio de lugares comunes e ideas ya transitadas por otras propuestas de terror. No inventa nada nuevo, ni sabe aprovechar sus muchas fuentes. Están los típicos jóvenes sobreactuados y protagonistas de actos ilógicos, el asesino de turno que nace de una historia que se remonta veinte años atrás en el tiempo, momentos de silencio y otros forzados, y alguna que otra escena bien conseguida. Pero sin gracia ni chispa, y culminando en un acto final también manido y absurdo que busca dar inicio a una posible franquicia y que recuerda bastante a la saga “Paranormal Activity” en lo que a repetición de esquemas se refiere. horca
Hassan Haji conoce el mundo de la restauración desde muy pequeño, cuando su abuelo regentaba el restaurante justo debajo de su casa en la ciudad de Bombay. Cada día el olor a curry y a especias subía para llenar toda la casa de ese aroma tan peculiar y agradable. Ahora es su nieto, Hassan, quien dirige el restaurante, pero una inesperada tragedia le empuja a él y a su familia a buscar un nuevo local para el negocio y una casa en un pueblo de los Alpes franceses. The Hundred-Foot Journey Un viaje de diez metrosCritica:Es una película amable, acogedora, simpática, llena de colorido, sensual, expansiva y encantadora, un vistoso suflé atiborrado de sabor, olor, sugerencias y buenas vibraciones. Casi demasiado bonita para ser creíble, simple como el mecanismo de un chupete y de una superficialidad algo automática y sin alma. Tiene la virtud de hacer del paladar y el disfrute de los sentidos su centro narrativo y temático, pero tan loable punto de partida – por lo general postergado tanto en el cine como en la vida – se queda en buenos propósitos llenos de bonhomía, buen rollo y cortedad de miras y bastante famélicos logros más allá de la estampita florida, jacarandosa y preciosista. Un viaje de diez metrosResulta campechana, nada ofensiva y se me hace difícil de criticar porque no hay nada que no funcione bien ni cumpla su propósito de entretener con decoro, equilibrio y buen gusto. Consigue lo que se propone y entretiene durante toda su proyección, con ritmo y fluidez, sin sobresaltos ni sorpresas, de una afabilidad contagiosa y positiva, estudiada sencillez y benevolencia ecuménica digna de elogio. Pero todo resulta demasiado estudiado, prefabricado, como una receta en que nada sobra ni falta pero que sabe a poco, se queda corta, acaba uno con hambre, no va a ninguna parte, apenas levanta el vuelo y se queda exangüe, sin nervio, mordiente o intensidad. Falta ingenio y los personajes son planos y sin densidad ni interés. Los buenos propósitos es lo que tienen: se alcanzan y ya está. Un viaje de diez metrosHelen Mirren está en su papel de dama estirada con corazón, pero como todo lo demás, carece de verdad o intensidad. Es un cliché andante. Y la familia protagonista lleva con solvencia el peso de una tenue trama de superación, dificultades y oprobios – y poco más. Tentado estoy de alabar la bella fotografía de Linus Sandgren (porque realmente lo merece) que saca partido a la comida, los paisajes y los interiores, o de resaltar de nuevo el eficaz chorro sonoro de A.R. Rahman (sí, la bullangera alma oscarizada de ‘Slumdog Millionaire’), pero produce tristeza que los apartados más reseñables sean los técnicos. Un viaje de diez metros
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