Durante la fiesta de Nochevieja de un grupo de amigos, una serie de eventos locos saca secretos, rompe corazones y conduce a un final impactante.....Todos mis amigos están muertosCritica: Gracias a Netflix nos llega esta producción polaca con factura de producto norteamericano. Si no fuera por los nombres en los títulos de crédito (muy chulos, con apariencia de comic, de lo mejor de la peli y además cortos), parecería de corte anglosajón.El argumento nos lleva a un joven policía en su primer caso y al inspector pasota que llegan a un caserón a investigar una masacre. En realidad, la película es un largo flashback, pues estos dos personajes introductorios no pintan absolutamente nada.El flashback nos sitúa en fin de año. Un numeroso grupo de jóvenes ha montado una fiesta con alcohol, música y drogas. Las historias se van intercalando. El reparto es muy coral: desde una chica que se guía por el cosmos y los signos astrales, un par de amigos tímidos que intentan ligar con una madurita muy atractiva, al típico ligón sin escrúpulos, una pareja enamorada en la que el chico piensa pedir matrimonio o un pobre repartidor de pizzas que no logra cobrar su encargo. Realmente, casi nada es lo que parece y todo se irá desmadrando hasta el trágico y rocambolesco final (no desvelo nada pues el propio título es el spoiler)......Todos mis amigos están muertos
Tallado en una experiencia de toda la vida que va desde el encarcelamiento hasta la liberación, Dog Eat Dog es la historia de tres hombres que están todos fuera de prisión y ahora tienen la tarea de adaptarse a la vida civil.
Jonathan Hemlock es un profesor de historia del arte que, anteriormente, llevaba una peligrosa doble vida como asesino a sueldo para una organización secreta internacional. Sin embargo, ahora será chantajeado para llevar a cabo una última misión: la víctima será una de las tres personas que intentan la ascensión al Eiger, una peligrosa cumbre de los Alpes Suizos
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