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Una aventura de la era espacial ambientada en el contexto de la misión lunar Apolo de 1969 e inspirada en la infancia del director Richard Linklater....Apolo 10½: Una infancia espacialCritica: Richard Linklater es uno de esos cineastas con un estilo propio y un sello inconfundible. Te podrán gustar más o menos las películas de su extensa filmografía, pero siempre tiene algo que decir. Suyas son la trilogía de ‘Antes del amanecer’ (clásicos de culto), la maravillosa ‘Movida del 76 (mi favorita)’, ‘School of Rock’ (una estupenda comedia que no por alejarse de su estilo deja de ser más que recomendable), ‘Boyhood’ (uno de sus films más sobrevalorados, y que ya pocos recuerdan), la estupenda ‘Todos queremos algo (una secuela espiritual de ‘Movida del 76‘ que mereció más atención) o esa rareza titulada ‘A Scanner Darkly‘. Y esta última es la que verdaderamente nos importa a la hora de abordar su nuevo film, ‘Apolo 10½: Una infancia espacial’, ya que Linklater recupera el fascinante estilo animado de aquélla, plasmándolo en una de sus películas más personales, ya que se trata de un recorrido por su infancia.El bueno de Richard no es tonto, consciente de que una película tan pequeña e intimista no suele generar demasiado interés en los pocos espectadores que todavía acuden a las salas de cine, por lo que ha tocado en la puerta de Netflix (un movimiento muy inteligente), y ha apostado por esa técnica animada, siendo un recurso que, seamos francos, aporta más atractivo al acabado final. Eso es algo que ya se intuía en el tráiler, pero una vez vista lo confirmo, aportando frescura y belleza a una propuesta que no quizás no aporte nada nuevo, pero que tiene los suficientes elementos y buenas intenciones para destacar entre la filmografía del cineasta..... Apolo 10½: Una infancia espacial
Han pasado 4 años desde la tragedia de Chicago y la humanidad sigue reparando los destrozos, pero tanto los Autobots como los Decepticons han desaparecido de la faz de la Tierra. Ahora el Gobierno de los Estados Unidos está utilizando la tecnología rescatada en el asedio de Chicago para desarrollar sus propios Transformers. Al frente del proyecto está Joshua Joyce (Stanley Tucci), un arrogante diseñador que piensa que los Autobots son "basura tecnológica" y se cree capaz de fabricar unos robots infinitamente más avanzados. Mientras tanto, Cade Yeager (Mark Wahlberg), un mécánico inventor, encuentra un Marmon semi-trailer. Al intentar repararlo, descubre que el camión no solo era un Transformer, sino también el mismísimo Optimus Prime, líder de los Autobots. Lo que Cade ignora son las consecuencias que pueden derivarse de este hallazgo. Transformers: Age of Extinction Transformers 4 La eraCritica:Michael Bay, con la estimable excepción de 'Dolor y dinero' (2013), lleva entregado a la causa robótica-alienígena desde el año 2007, cuando su notable 'Transformers' llegó a nuestras pantallas para ofrecernos un espectáculo mayúsculo y desbordante condenado a aglutinar tantos fans como detractores. La razón para tan radical división de opiniones se encuentra en su sentido del exceso, capaz tanto de fascinar y provocar el fenómeno de los ojos-como-platos como de hacer estallar las retinas y los tímpanos del espectador que no comulgue con su desmesurada propuesta. No fueron pocos los que consideraron aquella película como la mejor de su director, sino que incluso para el que esto escribe confirmaba a un autor del blockbuster con un estilo propio altamente marcado. Sí, han leído bien: Bay es, para bien o para mal, un autor, ultra-comercial y millonario, sí, pero sin que eso sea óbice para establecer un discurso autoral, al menos en el plano estilístico, que logra sublimar la tontería para convertirla en un activo más de la saga. Ese desenfreno megalómano y destructor se vio incrementado en dos secuelas que, aunque inferiores, aún poseían las virtudes que permitían al espectador ser benévolo con los tics menos agraciados de Michael Bay. Pese a todo, en 'Transformers: El lado oscuro de la luna' (2011) comenzaba a vislumbrarse una cierta reiteración, casi insensata, de unas maneras y formas que ya no contaban con el factor sorpresa y que se atropellaban las unas a las otras, rebajando las aspiraciones lúdicas de una saga que comenzaba a dar un ligera sensación de fatiga al aficionado (el opositor ya se había pegado un tiro, directamente). Transformers La eraEn 'Transformers: La era de la extinción' (2014), reboot y secuela al mismo tiempo que nos sitúa años después de lo acontecido en la tercera entrega y donde los Autobots son perseguidos al igual que los Decepticons por considerarse una amenaza para el ser humano, todo lo que era estilo, humor y espectacularidad ha sido sustituido por redundancia, desmesura y risibilidad. Donde antes estaba el carismático Shia LaBeouf ahora tenemos a Mark Wahlberg haciendo de Mark Wahlberg una vez más, y del sano cachondeo que desprendía el siempre acertado John Turturro se ha pasado a un Stanley Tucci brioso pero desubicado. El resto del reparto no son más que figuras recortadas en el atardecer, cuando se pone intensa, o meras presencias accesorias de una trama demasiado abultada, testigos del apocalipsis con tanta incertidumbre como el propio espectador. Curiosamente, en una triste paradoja, es la película con mayor peso del llamémoslo factor humano de cuantas ha hecho Bay para la saga, y sin embargo es la primera en la que el destino de los personajes resulta irrelevante. Es tal la lujuria por el espectáculo y la destrucción que ha esclavizado todo lo que le rodea, convirtiendo a la cinta en la hipérbole de la hipérbole de la hipérbole, donde el desmedido amor (de bakala) de Bay por su criatura le ha cegado, impidiéndole ver sus defectos o saber cuándo parar la máquina, una sombra de sí misma rendida al paroxismo más primitivo. Cada nueva cinta de 'Transformers' ha ido aumentando su duración y rebajando su carisma, pero con la cuarta se ha alcanzado finalmente ese estatus de producto para masas que lejos de innovar y alcanzar nuevas cotas en su propio universo, se conforma con dar gato por liebre al fan, algo inédito en la saga. Transformers La era
Maxwell Smart, un espía muy intelectual pero torpe que trabaja para la agencia CONTROL, tiene la tarea de prevenir un ataque terrorista de la agencia espía rival KAOS.
Jack Tyson es un joven muchacho que participa en una carrera ilegal de coches que va desde México a California cuando una mujer desesperada que huye de un novio gángster y abusador se cruza con él, rogándole que le ayude a huir. Su pareja resulta ser uno de los organizadores del torneo, y la única forma de evitar que éste decida vengarse pasa por entregar un USB con valiosa información a la policía para que las autoridades le arresten antes de que sea demasiado tarde.
En esta tercera entrega de la saga Transformers, los Autobots y los Decepticons se ven envueltos en una peligrosa carrera espacial en la Tierra entre los EE.UU. y Rusia, donde un acontecimiento amenaza con provocar una guerra tan grande que ni los propios transformers puede que sean capaces de salvar nuestro planeta. Y una vez más, como casi siempre, Sam Witwicky se encuentra involuntariamente en medio del conflicto. Transformers: Dark of the Moon Transformers: El lado oscuro de la lunaCritica:Yo procuro prestar atención a lo primero, y disfruto bastante yendo al cine. Y para alguien que busca un espectáculo visual, un enorme y ostentoso desfile de efectos especiales (físicos y digitales en mezcla continua) llenos de disparos, explosiones, carreras, mamporros y sonidos extraños, esta película ofrece un banquete sólo un 15% por debajo de la dosis letal.¿Es "Transformers 3" la mejor de la trilogía? Quizá. Es la más espectacular de las tres y sin duda la mejor realizada, y eso sin ser la más cara. Además es mucho más divertida y directa que la nefasta segunda entrega de estos robots. Para decirlo claro: si disfrutaron con aquellas, acudan sin prejuicios a ver esta. Se al puede acusar de todo: de plana, de tonta, de comercial, de infantil e incluso de esperpéntica y desvergonzada, pero desde luego no es pusilánime ni deshonesta. La película cumple todas sus "promesas" y se lanza a por todas en su punto fuerte. TransformersY es que todo lo que los detractores le reprochan a Michael Bay, y todo lo que sus admiradores agradecen, éste lo repite y lo triplica en cada película que hace, particularmente en esta trilogía, a pesar de los desvelos de la segunda entrega. Transformers"Transformers: Dark of the Moon" no es el gran clímax que estos personajes (los de la serie animada, no tanto los del cine) merecen. Tiene carencias que sólo interesan a los fans y que están en spoilers, aunque sin spoilers mayores. Además, es también un final bastante abrupto para esta franquicia cinematográfica: Michael Bay no se ha conformado con marcharse por la puerta grande; no quiere que nadie continúe su trilogía y la ha mutilado. Él mismo lo ha dicho en las entrevistas: tras ésta, habrá un reboot. Transformers
Guerra de Vietnam, 1966. Australia y Nueva Zelanda envían tropas para apoyar a los Estados Unidos y a los vietnamitas del sur en su lucha contra el norte comunista. Los soldados son hombres muy jóvenes, reclutas y voluntarios que nunca han estado involucrados en un combate. El 18 de agosto, los miembros de la compañía Delta deberán afrontar el verdadero horror de una despiadada batalla entre los árboles de una plantación de caucho llamada Long Tân. Son apenas cien. El enemigo es una ola humana que está lista para destruirlos.
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