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Cuando un gallo entra aparentemente volando a una granja de pollos, las gallinas lo ven como una oportunidad para escapar de sus malvados dueños.
Cuatro estudiantes negros asisten a una universidad de la Ivy League donde un motín estalla cuando tiene lugar una fiesta de temática "afroamericana" organizada por estudiantes blancos. La película explora la identidad racial en la América post-racial, mientras teje una historia sobre forjar un camino único en el mundo. Queridos blancos Querida genteCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Querida genteUn metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Dear White People Querida gente
Salem ya no es el de los juicios por brujería. De hecho, el Salem de los smartphones es mucho peor. El hackeo y la publicación de buena parte de la información íntima de sus ciudadanos hará que la gente de Salem pierda los papeles, desencadenando una ola de violencia que termina arrastrando a cuatro chicas, acusadas de estar detrás de este hurto cibernético y perseguidas como si fuesen brujas de nuestros tiempos.....Nación asesinaCritica: Con solo un primer vistazo, Assasination nation nos parece uno de esos intentos de capítulos fallidos de Black Mirror que tanto intentan adaptar a la pantalla algunos cineastas.Sin embargo, cuando profundizamos en la historia que se nos presenta y en los diferentes caracteres que se nos muestran, el abanico de posibilidades se va abriendo y encontramos ecos de La Purga, Las brujas de Salem o incluso las películas de terror adolescente de los 70 y los 80. La trama peca de excesiva simpleza, pero a medida que avanza el film nos va mostrando detalles que resultan bastante atractivos y nos mantienen pegados a la pantalla. Pareciera que en un mundo tan hiperconectado como el nuestro, está de moda hablar de los efectos colaterales de la tecnología y de la forma que pueden tener estos de afectar a nuestra vida diaria. Esto ocurrirá en la trama, hundiendo la reputación de un conjunto variopinto de personajes que sufren encuentros y desencuentros en el pueblo de Salem. Y es entonces cuando aparecerá el grupo de Lily y sus amigas, volviendo a convertirse de nuevo en ese culpable fácil al que castigar por los pecados secretos de todo el mundo.....Nación asesina
Harry Hinkle, un cámara de televisión, está transmitiendo un partido a pie de campo, cuando sufre una conmoción cerebral a raíz de un choque fortuito con un jugador de fútbol americano. A pesar de que se trata de una lesión sin importancia, su cuñado Willie Gingrich, un abogado sin escrúpulos, le propone fingir una grave lesión con el fin de cobrar una sustanciosa indemnización. Al principio, Harry se muestra reacio, pero acaba aceptando la propuesta porque alberga la esperanza de reanudar la relación con su ambiciosa y oportunista exesposa.
Adaptación del segundo libro de la serie de Wimpy Kid, de Jeff Kinney. Greg Heffley (Zachary Gordon), que ahora está en séptimo curso, sigue haciendo frente a sus problemas, pero ninguno más importante que los castigos de su hermano mayor Rodrick (Devon Bostick), que sigue intentando arruinarle la vida
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