Leo y Angela Russo viven una vida sencilla en Queens, rodeados de su dominante familia italoamericana. Cuando su hijo encuentra el éxito en el equipo de baloncesto de su escuela secundaria, Leo destroza a la familia tratando de lograrlo.....Somewhere in QueensCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Somewhere in Queens
Tras descubrir que su antiguo amor padece Alzheimer, un viudo profundamente enamorado hace todo lo posible por entrar en una residencia de ancianos para reunirse con el amor de su vida.
Tanto Gi Taek como su familia están sin trabajo. Cuando su hijo mayor, Gi Woo, empieza a recibir clases particulares en casa de Park, las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados impresivibles.
Un sicario sin trabajo encuentra empleo como conserje en la escuela primaria local....Max BishopCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Max Bishop
Debbie y Peter son muy amigos y muy distintos entre sí. Ella anhela la rutina con su hijo en Los Ángeles; él disfruta de una vida en constante cambio en Nueva York. Cuando intercambian casas y vidas durante una semana descubren que quizás lo que creen que quieren no es lo que realmente necesitan....Tu casa o la míaCritica; Muy distintos y muy similaresTu casa o la mía es una comedia romántica protagonizada por dos amigos íntimos. Dos amigos que llevan siéndolo y mucho durante los últimos veinte años. Tan amigos son que cuando Peter (Ashton Kutcher) cumple años, la persona con la que pasa horas hablando es con su amiga Debbie (Reese Witherspoon). No importa que Peter tenga una espectacular novia a su lado, novia que enseguida decidirá que con seis meses es suficiente. Por mucho que él viva en Nueva York y ella haga lo propio en Los Ángeles, ambos se lo cuentan todo o al menos eso es lo que creen.Y es que aunque ambos tengan vidas muy diferentes, parece que su pasado breve en común, les hace inseparables. Por un lado, tenemos a Peter, un hombre tremendamente exitoso que al igual que su amiga soñaba con el mundo de la literatura. En su caso con convertirse en escritor, pero finalmente ha logrado una muy lucrativa carrera en el marketing. Y por otro lado, está Debbie que es una madre soltera muy preocupada por su hijo de trece años. Una mujer que al igual que su amigo, siempre ha adorado los libros, pero que ahora está centrada en sacarse un curso de contabilidad.Lo que es para ella una oportunidad de pagar las altas facturas que las múltiples alergias de su hijo Jack generan. Momento que propiciará el intercambio de hogares entre ambos, ya que Peter le cederá su piso en Nueva York y volará a Los Ángeles. Con la intención de cuidar al niño mientras Debbie se saca su título. En una decisión narrativa que puede recordar, salvando las distancias, a otras comedias románticas como The Holiday. Aunque aquí todo queda en territorio estadounidense y los que se dejan las casas no son absolutas desconocidas.... Tu casa o la mía
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