Jack Ryan es una serie de acción y política americana, basada en los personajes y el mundo del espionaje internacional, creados por el escritor Tom Clancy. La historia sigue al analista de la CIA, Jack Ryan, mientras es forzado a abandonar el monótono pero seguro papeleo de escritorio y ser lanzado a los riesgosos trabajos de campo, después de tropezarse con una sospechosa serie de transferencias bancarias que lo obligarán a tomar parte en un mortal juego del gato y el ratón. Esta misión lo llevará a diferentes lugares de Europa y del medio Este, tratando de capturar a un poderoso miembro del estado islámico llamado Suleiman. La tensión aumenta a medida que la organización terrorista se prepara para realizar un ataque masivo a gran escala en los Estados Unidos y todos sus países aliados, por lo que Jack deberá de realizar los actos más extremos para tratar de impedirlo. Ademas de esta historia principal, seremos testigo de una trama secundaria en la cual podemos ver los motivos y las aspiraciones que llevaron a Jack a buscar un puesto en la CIA, ademas de fragmentos de su pasado que sirvieron para forjar su carácter.
Una loba es una caperucita que ha aprendido a reírse de si misma. Y ese es el mayor superpoder que existe porque cuando nos convertimos al humor no hay nada que pueda hacernos daño. Una historia que nos demuestra que todos somos patéticos en el amor pero que aprender a reírnos de ello, convierte automáticamente el drama en comedia. Y por lo tanto a Caperucita en loba. El proceso de conversión de Marta, nuestra protagonista, le llevará varios años y varios “tíos”, desde que decide convertirse en loba hasta que lo logra, porque tendrá que aprender que a la risa no se llega evitando el bosque del drama sino atravesándolo hasta el fondo. Sometiéndose al método del “ensayo-ostión”, pasará por un montón de situaciones patéticas hasta que aprenda a abandonar el autoengaño y a enfrentar la realidad, descubriendo que del drama brota la risa y de la risa brota… el poder....De Caperucita a lobaCriticA: Cuando la protagonista y guionista de esta peli fue a la Resistencia, (acompañando a Berto Romero, que fue a quien le tocó subirse a aguantar a Broncano para promocionar la película), la pobre sufrió y nos dejó a todos un momento de mucho bochorno. Y aquel momento, en el que por cierto se metió ella sola, fue algo elocuente, porque puso de manifiesto la actitud con la que algunos y algunas siguen empeñados en tratar a su público: como si fuese tonto.Esta película, la historia en sí misma, tiene el mismo carácter: está dirigida a un público a quien ya se ha tomado de antemano por imbécil, y da un poquito de pena que Berto esté ahí dentro.Aunque en este país existe una larga tradición a la hora de confundir la comedia blanca con hacer películas bochornosas concebidas por personas que ya han prejuzgado a los espectadores como una gran masa de idiotas, parece ser que la cosa tiene sus días contados, como quedó bastante claro en aquel episodio de la Resistencia, donde los jóvenes espectadores pudieron pagar por primera vez a su creadora con la misma moneda que ella se empeñan en seguir usando contra nosotros sin darse cuenta: la de obligarla a pasar vergüenza..... De Caperucita a loba
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