Servidor | Idioma | Tamaño | Descargar |
---|---|---|---|
Utorrent | DVDRip | 596 MB | Descargar |
La historia de uno de los dúos cómicos más famosos de la historia del cine. El estadounidense Oliver Hardy y el británico Stan Laurel, más conocidos como El Gordo y el Flaco, protagonizaron un triunfante tour de despedida a principios de los años 1950, en un momento en el que sus carreras estaban de capa caída. Lejos ya de su etapa dorada e ignorados por el público, la pareja se embarca en un tour por Gran Bretaña e Irlanda. Con el apoyo de sus mujeres, Lucille e Ida, y gracias al amor por su trabajo y por sus años de colaboración, Stan y Ollie logran superar un exigente calendario y se aseguran un lugar en el corazón de su público.
En Torre de Dios conoceremos el viaje de un joven que se abre paso a través de multitud de combates en una misteriosa torre, forjando vínculos, descubriendo las normas que gobieran el lugar y enfrentando terrores inimaginables mientras lucha por recuperar a la única amistad que jamás conoció.
El comandante Ronan Jackson (Devon Sawa) , un exitoso piloto de caza de las Fuerzas de Defensa Israelíes e hijo de un senador de los Estados Unidos (Robert Patrick), es "cazado" mientras sobrevuela el cielo de Siria.tras sobrevivir de forma milagrosa al accidente, un grupo de la Hezbollah decide hacerlo su prisionero. Jarhead Law of ReturnCritica: Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Jarhead Law of ReturnEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Jarhead Law of Return
Un padre inmerso en un divorcio problemático emprende una peligrosa misión cuando sus hijos desaparecen sin dejar rastro de su aislada casa de campo.
No volver a mostrar