En un futuro no muy lejano la humanidad está aprendiendo a adaptarse a su entorno sintético, en un mundo donde no existe el dolor. Esta evolución lleva a los humanos más allá de su estado natural y hacia una metamorfosis, alterando su estructura biológica. Crímenes del futuroCritica: El regreso al estilo original, tras algo más de veinte años, en el cine de canadiense David Cronenberg, supone todo un motivo para la celebración, al menos para esa minoría de fieles, cinéfilos de la nueva carne, en la que el realizador es sumo sacerdote, y cuyo reflejo ha encontrado cierta relevancia en el cine europeo en los últimos años. Crímenes del futuroA muchos sorprenderá la ya existencia de un 'Crimes of Future' en la filmografía de Cronenberg, su segundo largometraje, fechado en 1970, y apenas recordado, ya que no es hasta 'Vinieron de dentro de...' (1975), cuando se suele hablar de los inicios de su trabajo, pese a que aquella ya contenía muchas de las constantes que acabarían por definirle como realizador. Crímenes del futuroEl concepto sectario, eje de la cinta de los setenta, toma en estos actuales crímenes del futuro, una nueva dimensión, hermanando ambas por ese tipo de policiaco neo noir, que tan buenos resultados ha dado en títulos como 'El Almuerzo Desnudo' (1991), que incluía como mayor hallazgo, el bloqueo y la enorme dificultad del proceso creativo, otra de las piezas clave del film que nos ocupa, mutado hacia una forma de expresividad artística, en un futuro donde el ser humano ha perdido la capacidad de sentir dolor, lo que permite a muchos artistas experimentar con una serie de performances, caracterizadas por un más que gráfico auto castigo físico. Crímenes del futuroEn ese punto, resulta imposible obviar, y ya que hablamos de parecidos, los nexos de unión con la infravalorada 'eXistenZ' (1999), por ese interés orgánico por la penetración, transformada aquí en bisturíes que perforan y sajan la carne, y que en aquella eran puertos de conexión procesados y unidos a vainas génicas, lo que convierte, con todo lo mencionado, a 'Crímenes del futuro' en un producto básicamente evolutivo, que explora muchas de las obsesiones de Cronenberg a lo largo de su ya dilatada carrera. Crímenes del futuroLa cirugía es el nuevo sexo, el universo distópico de Cronenberg ofrece una realidad cercana, donde esa nueva carne, piedra angular de su discurso, ha provocado una profunda deshumanización, algo que por otra parte es siempre el enfoque más correcto a la hora de afrontar este subgénero de la ciencia ficción, al tiempo que el habitual concepto de metamorfosis kafkiana, enfocado aquí como algo más darwiniano, completa el brillante carácter alegórico y metafórico que porta la cinta, y que indudablemente, hará las delicias de sus más fieles creyentes. Crímenes del futuroEl uso de una narrativa compleja, disuadirá al resto, ese gran público consumidor de productos perecederos, se verá enfrentado a una trama críptica, la cual se desmadeja de forma bastante sofisticada, envuelta en un diseño de producción de escenarios degradados, como si la humanidad hubiera renunciado a toda estética, que no tenga que ver con la deformación física como espectáculo, bajo un tono predominantemente nocturno, que añade un filtro amarillento, que entronca con esa idea sobre lo enfermizo y la más que evidente fragilidad del cuerpo humano, constantes en el discurso del realizador. Crímenes del futuroEn su cuarta colaboración con Cronenberg, y convertido en su actor fetiche en este nuevo milenio, Viggo Mortensen entrega su esfuerzo a un personaje deteriorado por el exceso, artista del dolor, muy bien secundado por la extraña química que comparte con su partenaire, una Léa Seydoux imperial cuya mirada sensual y eterna, así como su porte enigmático, unido a la máxima entrega física y emocional de sus personajes, la convierten en la intérprete del momento. Crímenes del futuroCompleta el reparto una Kristen Stewart implicada, que al igual que Robert Pattinson, su compañero de infamias de Crepúsculo, al que por cierto Cronenberg también asimiló en la fallida 'Cosmopolis' (2012), y en 'Maps to the Stars' (2014), intenta demostrar que puede arriesgar con papeles diametralmente más complejos.Por poner alguna pega al film, la trama policial es repetitiva y hasta innecesaria, también resulta confuso ese marco legal de los diferentes instituciones, que parecen querer acotar la responsabilidad de esa nueva forma de expresión artística, los personajes implicados deambulan torpes en sus motivaciones, e incluso distraen de la verdadera atracción que la cinta ofrece, ese viaje a través de artefactos orgánicos imposibles, marca de la casa, y las mencionadas performances, donde cabe destacar el excelente trabajo de maquillaje, así como la siempre elegante y enigmática partitura de Howard Shore, compositor indivisible del realizador.Por último, el regreso del maestro canadiense al terreno de lo kafkiano, debe encontrar el aplauso de su público, básicamente porque recupera los pilares clave de su coherencia como autor, justificando sus obsesiones con la mejor expresividad artística, aportando finalmente, y a sus casi ochenta primaveras, otro título solemne a su trayectoria, plena de originalidad y profundamente estimulante para sus más acérrimos creyentes.
Para salvar París de un baño de sangre internacional, una científica en duelo se ve obligada a enfrentarse a su trágico pasado cuando un tiburón gigante aparece en el Sena.
Basada en una historia real documentada por los reputados demonólogos Ed y Lorraine Warren. Narra los encuentros sobrenaturales que vivió la familia Perron en su casa de Rhode Island a principios de los 70. El matrimonio Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, acudieron a la llamada de esta familia aterrorizada por la presencia en su granja de un ser maligno. The Conjuring El conjuroCritica:Otro factor que delata a James Wan es la fotografía; desde el tratamiento de la imagen hasta los objetos que aparecen en ella revelan su identidad sin posibilidades de confusión. La apariencia de sus personajes, la forma de actuar, de mirar, de tocar es bastante similar a lo largo de su filmografía. Podríamos establecer una constelación de elementos recurrentes que acabarían por enredar todas sus películas. Es un director que disfruta haciendo guiños a sus fans y cuida mucho esa parte.Respecto al argumento de "Expediente Warren", poco se puede contar que no se sepa con un simple vistazo al tráiler: una pareja de investigadores de lo paranormal, tal vez un Íker Jiménez y una Carmen Porter dentro de unos años, se topa con el caso más complicado de su vida. Una familia que se ha mudado a una casa maldita está experimentando la angustia de ser el objeto de una bruja despechada que se suicidó con el fin de guardar sus tierras para siempre. Era una mujer capitalista y se lo tomaba muy a pecho. El conjuroCon lo de moda que se ha puesto que las películas de miedo se centren en cazadores de espectros con sus aparatos aparatosos y sus mediciones científicas, esperaba que "Expediente Warren" patinara bastante, pero lo cierto es que la tensión se ha distribuido de una forma "agradable" y ha sabido dosificarse. Los sustos están bien repartidos y, por suerte, hay alguno más de los que se presentan en el tráiler, aunque arruinan el de las palmas, que es el que más me gusta. La elección ha sido sabia al preparar dos tramas: la de la familia Perron y la de los propios Warren.Los elementos que usa James Wan para que botemos en la butaca son simples y efectivos. Usa un juego infantil que desde el primer momento produce respeto: uno sabe que el juego de las palmas (consiste en que alguien se vende los ojos y localice a los demás jugadores pidiendo que golpeen sus manos) va a desencadenar un susto en algún momento. La caja de música antigua con el payaso y la espiral también resulta prometedora. Si te dicen que Rory se deja ver al finalizar la música, ahí ya estás centrando toda tu atención en prevenir su aparición. La dulce muñeca Annabelle, transformada para la película al gusto extravagante de James Wan poque la original habría causado otra impresión, y su historia se suman al carro. Los muebles antiguos también desempeñan un papel importante, sobre todo el armario. Son cosas que, por sí solas, no producen turbación, pero en manos de Wan se convierten en semillas del terror. El conjuro
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