Tres soldados estadounidenses regresan de Irak tratando de reintegrarse con sus familias, y adaptándose a la vida civil mientras luchan por olvidar sus duros recuerdos de la guerra. Thank You for Your Service GraciasCritica:Qué sucede cuando unos soldados que luchan por su país en una tierra extraña, lo dan todo, su tiempo, sus ilusiones, su vida y vuelven a casa con sus familias con unas historias terribles en su retina de tal calado que no pueden afrontarlas? Ellos cumplieron con su deber a un altísimo precio, y el gobierno después los abandonó.Pues eso es lo que en la película Deber Cumplido nos cuenta Jason Hall, en su debut como director, basada en la novela homónima del periodista ganador del premio Pulitzer 2006 David Finkel.David Finkel acompañó en 2007 durante un año a un batallón de Infantería a una misión en Irak como periodista empotrado, obteniendo un resultado extraordinario sobre la brutalidad del conflicto, las percepciones de los militares, sus máximas preocupaciones, que se reducían a lo más básico pero que venía siendo lo más difícil de conseguir en mitad de una guerra. GraciasDe esta experiencia surgiría el libro reportaje “Los buenos soldados” (“The Good Soldiers“). Y Deber Cumplido (“Thank you for your service”) es la continuación, pero en esta ocasión David Finkel se integró con algunos de esos soldados americanos a su regreso a casa, consiguiendo captar la peculiar psicología de estos militares.De esta forma, con las dos obras, nos da a conocer de primera mano las duras experiencias que viven los militares en el conflicto, y la dura vuelta a la realidad en su país, con una mochila llena de horror, resentimiento y culpa, así como la dureza de la vida de las familias de los militares, bien durante el conflicto, o bien después, cuando los soldados vuelven con traumas inconfesables. Ambos manuscritos se han convertido en referentes en la literatura de guerra. Gracias
El Donnybrook es un torneo de tres días celebrado en una parcela al sur de Indiana en el que compiten veinte luchadores en un anillo de alambre. Solo un hombre debe quedar en pie mientras que los espectadores borrachos apuestan por los combatientes. Jarhead es un luchador de Kentucky que haría cualquier cosa por alimentar a sus hijos, mientras que Chainsaw Angus es un maestro de lucha invicto que no está interesado en seguir peleando. Los dos irán en busca del famoso torneo con la esperanza de encontrar una solución a sus vidas.
El 21 de marzo de 1945, la Real Fuerza Aérea Británica emprendió una misión para bombardear el cuartel general de la Gestapo en Copenhague. La incursión tuvo consecuencias fatales, ya que algunos de los bombarderos apuntaron accidentalmente a una escuela y murieron más de 120 personas, 86 de las cuales eran niños...Una sombra en mi ojoCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Una sombra en mi ojo
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