Eris, la diosa de la discordia, ha vuelto a la Tierra bajo la forma de una manzana de oro, tomando posesión del cuerpo de Erii Aizawa, una joven maestra del orfanato de la Fundación Graude. Resucitando a los santos fantasmas y capturando a Saori Kido, la reencarnación de Atenea, Eris desafía a los santos de bronce a enfrentar a sus nuevos servidores en las inmediaciones de su templo. Sin tiempo que perder, Seiya y sus amigos acuden a la batalla, con el objetivo de salvar la vida de Atenea y desbaratar las ambiciones de Eris.
Una noche típica para veteranos de la VFW (siglas en inglés para Veteranos de Guerras en el Extranjero) se convierte en una batalla total por la supervivencia cuando una adolescente desesperada corre al bar con una bolsa de drogas robadas. Una banda de punks violentos viene a buscarla, pero los veteranos usarán todas las armas a su disposición para proteger a la niña y a ellos mismos de un ataque implacable.
Tres ladrones se hacen con el yate de lujo de una mujer fiestera, quién lucha por sobrevivir después de los hechos.... The Yacht: La pasajeraCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... The Yacht: La pasajera
Z-4196 es tan sólo una neurótica hormiga obrera macho, una más entre sus millones de hermanas. Después de bailar con la princesa Bala, se enamora de ella, pero se trata de un amor imposible. Convence, sin embargo, a un amigo para que le ceda su puesto en un desfile militar para poder estar cerca de la princesa. La excavación de un nuevo túnel es supervisada por el general Mandible, una hormiga ambiciosa que convence a la reina de la necesidad de enviar al batallón del hormiguero a la guerra contra las termitas. Y en ese batallón se encuentra el asustadizo y cobarde Z…
La llegada de un hermanito trastoca por completo la idílica vida del pequeño Tim, hasta entonces hijo único de 7 años y el ojito derecho de sus padres. Su nuevo hermano es un peculiar bebé, que viste traje y corbata y lleva maletín. Tim comienza a sospechar de él, hasta que descubre que puede hablar. The Boss Baby Un jefeCritica:Qué opinaríais si con diez años, un día aparece de repente un bebé con traje en la puerta de vuestra casa al que te obligan a llamar “hermanito”. Además parece dar órdenes a todo el mundo como si de un jefe se tratara. Y encima tus padres deciden dedicarle todo el tiempo, olvidando que tienen otro hijo al que dar las buenas noches. El bebé jefazoLos bebés nos enternecen hasta el punto que nos podemos quedar embobados horas mirando vídeos donde aparecen durmiendo o sonriendo, incluso en casos más extremos, chupando un limón. Y es que esas criaturas indefensas, sacan en los adultos un instinto de protección feroz y una voz aguda incomprensible. Pero cuando tienes siete años, y eres el rey de la casa, un nuevo hermanito es un intruso, un parásito que se alimenta de la atención de tus padres y que además no para de llorar. Un jefePero el protagonista de la película no es un bebé normal, y que vaya en traje, lleve corbata, y tenga una voz imponente lo demuestran. Datos que parecen pasar desapercibidos para los adultos, pero no para Tim, que pronto descubrirá que su nuevo hermanito no se trata de un bebé cualquiera. Sino de un infiltrado de la fábrica de bebés que tiene como misión descubrir cómo es el nuevo perrito que amenaza con quedarse todo el amor del mundo.Una divertida película de animación con la que no pararás de reír de principio a fin. A través de la historia se explotan de forma acertada los chistes y momentos divertidos que la trama puede ofrecer. Une el mundo infantil y el de los negocios con maestría. Y consigue rematar con un final que da sentido al conjunto, y mejora la historia.El doblaje original está encabezado por Alec Baldwin como el propio Bebé Jefazo. En la versión española es José Coronado el que dará la voz al más pequeño de la familia. La incursión de actores en el campo del doblaje con el único motivo de promocionar la película baja la calidad del doblaje. Aunque en el caso de el bebé jefazo, José Coronado se defiende dando el aspecto serio y profesional al protagonista, es imposible cuestionarse si con alguien más profesional habría dado mejores resultados. Un jefe
Ti (Stephen Chow) es un padre que, al no tener dinero para comprarle juguetes a su hijo, se acerca al vertedero a ver si encuentra algo decente y en buen estado. Finalmente, se lleva un juguete, que resulta ser un objeto alienígena.
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