Beaux-parents

Cuando tres mejores amigos de la infancia hacen una broma que sale mal, inventan al Ricky Stanicky imaginario para sacarlos del problema. Veinte años después, el trío todavía utiliza al inexistente Ricky como una coartada útil para su comportamiento inmaduro. Pero cuando sus cónyuges y parejas sospechan y exigen conocer finalmente al legendario Sr. Stanicky, el trío culpable decide contratar a un actor acabado y un imitador de celebridad obsceno para darle vida.

En el campamento de verano, la pequeña Bibi y sus amigas enfrentan a los niños en la búsqueda de un tesoro. Mientras tanto, ¿qué sería de una bruja sin sus poderes?

A causa de una tentadora oferta para la empresa Kuri, se enfrentarán los Mirreyes y Godínez una vez más. Para resolver sus problemas, viajarán a un retiro corporativo en donde tratarán de volver a unirse como equipo..... Mirreyes contra Godinez 2: El retiroCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Mirreyes contra Godinez 2: El retiro

Después de recibir una misteriosa máscara africana por correo, Ellen Morris es atacada en sueños por un ser, al que ella llama "The Nightmare Man (El hombre de las pesadillas)". Su marido, William y sus doctores creen que ella es una esquizofrénica paranoide y que debería ser recluida en un psiquiátrico. Cuando su coche se queda sin gasolina de camino al centro hospitalario, William deja a Ellen en el automóvil mientras busca una estación de servicio. Poco después del atardecer, Ellen es brutalmente atacada en el mundo real por de "Nightmare Man" de sus sueños. Luchando por su vida, se refugia en una casa perdida en el bosque donde hay un par de parejas pasando el fin de semana.