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Una abogada brillante, Laura, tiene que viajar a la isla tropical en la que creció y convencer a su amigo Chip para que remplace a su abuelo millonario y dirija la compañía que él creó.
En medio de la agonía de un apocalipsis zombie, una mujer de Las Vegas con un pasado oscuro se encuentra atrapada en el desierto con un zombie solitario y voraz en la cola.
Tras una serie de malentendidos Alvin, Simon y Theodore piensan que Dave se va a declarar a su nueva novia en Nueva York... y por tanto se olvidará de ellos. Tienen tres días para llegar e intentar romper el "compromiso" y salvarse así de la pérdida de Dave. Alvin and the Chipmunks: The Road Chip AlvinCritica:Es cierto que no es bueno prejuzgar y que muchas veces nos estampamos con nuestros prejuicios para encontrarnos sorpresas. Esta película dentro de lo que cabe es una sorpresa por la razón de que la tercera entrega me pareció una de las peores películas por no decir la peor infantil de este siglo así que dentro de lo que cabe han superado a la espantosa tercera entrega aunque no logran salir a flote. Hace años que no veo las dos primeras pero recuerdo que algo de encanto tenían y me lo pasé bien lo más mínimo y justo pero lo suficiente como para recordarlas de buena manera. Walt Becker quien me hizo reír con Dos canguros muy maduros y Cerdos salvajes, aunque seamos sensatos no son buenas películas, dirige esta aparentemente quemada cuarta entrega donde el valor de la familia está más presente que nunca aunque la fórmula de destruir lo que viene para evitar la desunión familiar ya lo hemos visto en muchas películas. Tiene detalles sorprendentes e inesperados, momentos graciosos aunque evidentemente es una película donde los actores sobreactúan constantemente ya que la película no puede ser tomada en serio. Es entretenida y amena e incluso el número musical final me pareció entrañable y pegadizo. No es el horror que aparentemente pueda parecer pero tampoco es una película para salvarla y no pongamos de excusa que es infantil, que hay un porrón de películas infantiles mejores que esta y que no toman al espectador por estúpido sea grande o pequeño. Regular. AlvinPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. AlvinEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Alvin
Hinako es una chica de 19 años que se muda a la playa para ir a la universidad y seguir su hobby y pasión, el surf. Cuando su departamento se incendia es salvada por Minato, un apuesto y heroico bombero. Hinako y Minato poco a poco se enamoran. Una tragedia cambiará sus vidas, pero se reencontrarán en el mar.
Durante décadas, Ralph ha vivido a la sombra de Repara-Félix Jr., el chico bueno de su videojuego. Cansado de ser el malo de la historia, Ralph decide tomar el asunto por sus propias y gigantes manos, y se lanza en un viaje a través de los distintos mundos y generaciones de videojuegos para demostrarle al mundo que él también puede ser un héroe. Wreck-It RalphCritica:Dicen que lo bueno se hace esperar, y así ha sido con "Rompe Ralph" (Wreck-It Ralph, 2012), la que quizá sea la mejor película salida de Walt Disney Pictures desde que estrenasen allá por 1994 "El rey león" (The Lion King, 1994), un film mucho más cercano a la filosofía de Pixar que la de la casa del ratón a pesar de que las fronteras se diluyeron con el ingreso de John Lasseter a la cúpula directiva de la compañía, algo que ha tenido efecto directo en estimables producciones como la fantástica "Bolt" o la reciente "Enredados". Lo que consigue aquí el director debutante Rich Moore es milagroso por numerosos motivos, pero quedándome sólo con uno, diría que es capaz de capturar la nostalgia de varias generaciones a través de algo tan mal visto a nivel mediático como son los videojuegos. El primer logro del film es, pues, su propia existencia: que Disney, paradigma del "cine para niños" a ojos de todo el mundo, dedique un largometraje canónico a un sector que de forma más habitual de la que nos gustaría es llamado poco menos que arma del demonio. Ralph"Rompe Ralph" tiene muchos más méritos, por descontado. A nivel púramente cinematográfico es excelsa, y lo es porque al recurrir a este universo videojueguil es capaz de fusionar los códigos de ambos mundos, para hacer un híbrido espectacular, algo que se lleva a todos los frentes posibles: desde el uso de la música hasta la propia animación de los personajes (sirva fijarse en cómo se mueven, de forma limitada, los monigotes que proceden de la máquina de Ralph), logrando además un contraste evidente entre éstos y los de videojuegos más avanzados. A nivel narrativo es impecable, abriéndose con una voz en off del protagonista (Rompe Ralph, cansado de ser el malo tras 30 años ejerciendo ese papel) que se encuentra en una reunión con otros villanos clásicos (desde Mr Bison de Street Fighter hasta Robotnick de Sonic). Lo que vemos a posteriori es cómo lo que podría haberse quedado en un concepto desaprovechado se transforma totalmente en una suerte de "¿Quién engañó a Roger Rabbit?", por su cantidad de cameos (muchos difíciles de percibir) y la creación de estos mundos que conviven entre sí, y de la saga "Toy Story", donde vemos cómo viven estos personajes una vez que el salón recreativo cierra sus puertas y no se atisba la presencia humana. Ralph
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