Algo de Tiffany

Tras ser desairada por la familia real, un hada malévola lanza una maldición sobre una princesa que solo un príncipe puede romper, junto con la ayuda de tres hadas buenas.

Kate es una mujer joven que suele tomar siempre la decisión menos acertada. ¿Su último error? Haber aceptado un trabajo como elfo de Santa Claus en un centro comercial. Sin embargo, el destino la lleva a conocer a Tom, circunstancia que cambia por completo su vida. Para Kate, todo es demasiado bueno para ser cierto. Last ChristmasCritica: Leo por ahí que está catalogada como una comedia romántica, pero yo no la veo como tal. A ver, sí, tiene muchos toques de comedia, pero yo la catalogaría como un melodrama puro, y no os digo nada por no meter spoilers a tutiplén. El caso es que, el tráiler te la vende de una manera y lo que se acaba viendo en la pantalla es otra bien distinta. La verdad es que no me esperaba un guión tan notable, que en principio pintaba a eso, vistos los tráilers, a una comedia romántica con temática navideña llena de canciones del fallecido George Michael como telón de fondo. pero que al final, el libreto escrito a cuatro manos por la también actriz Emma Thompson (Love Actually) y la dramaturga Bryony Kimmings nos han metido toda un giro argumental durante la trama que, sinceramente, yo no me esperaba. Eso sí, notaba algo raro durante un momento del metraje en uno de los personajes protagonistas, pero nada más, y no le he dado la mayor importancia. El film, por cierto, tiene a un muy buen realizador detrás de la cámara y no es otro que Paul Feig (La boda de mi mejor amiga). La pareja protagonista está formada por Emilia Clarke (la serie Juego de Tronos) y Henry Golding (Crazy Rich Asians, Un pequeño favor), que bueno, no tienen una química para tirar cohetes, pero se les ve creíbles. Además, entre las secundarias podemos ver a Emma Thompson y Michelle Yeoh (Guardianes de la galaxia Vol. 2). No será una obra maestra como lo fue en su momento la gran "Love Actually", pero en mi opinión es una película que consigue llegar al corazón de quién la vea. Me he reído y he llorado a partes iguales. No soy de los que suele llorar mientras está visionando un drama en una sala de cine, pero a veces caigo en la tentación. Hoy ha sido una de estas veces. Ha sido inevitable. Mi nota final es de 8/10. Last ChristmasMe encantan las películas ambientadas en Navidad, todo un subgénero dentro de la comedia amable y romántica, con esas postales idílicas, paisajes nevados y buenos sentimientos por doquier. Además la premisa me parecía de lo más interesante, y me esperaba una especie de musical tan de moda últimamente desde el taquillazo que fue el de Queen, en este caso con las canciones del malogrado GEORGE MICHAEL de fondo, pero todo se va al traste con una historia bastante trillada y edulcorada donde el azúcar inunda la pantalla por todos lados y nos empalaga hasta decir basta. Last Christmas

Debbie, hermana de Danny Ocean, decide cometer el atraco del siglo en la gala Met anual que se celebra en Nueva York. El primer paso será conseguir al equipo criminal perfecto: Lou, Rose, Daphne Kluger, Nine Ball, Tammy, Amita y Constance.. Ocean's Eight OceanCritica: La corrección política y la mediocridad que siempre va de la mano de esta vuelven a hacer estragos. En este caso con la saga de Brad Pitt y compañía. Lo que está de moda ahora, al parecer, es mal copiar películas exitosas o clásicos, para adaptarlos a la corrección política actual. Algo muy perverso ya de por sí, pero cuando dicha adaptación sólo consiste en meter mujeres donde había hombres la cosa ya roza el más espantoso ridículo. OceanEste producto no aporta nada, tanto como la fantasmada de "Las cazafantasmas" o similares subproductos. El fracaso de taquilla está asegurado de nuevo, y lo está porque la gente empieza a cansarse, hasta los más políticamente correctos se hartan de pagar por aire, por vacío. La última entrega de la saga "Star Wars" (otro claro ejemplo de esta tendencia) ha producido pérdidas, algo impensable y casi catastrófico para la saga que más dinero ha generado en la historia del cine americano. OceanY es que el divorcio, aún inconsciente en muchos casos, entre lo que nos venden la televisión y en la propaganda, y los gustos e intereses reales de la gente de a pie es total. La distorsión cada vez es mayor. Pero los adalides de lo políticamente correcto al cargo de las producciones cinematográficas aún no se han dado cuenta, y echan la culpa de sus lamentables fracasos artísticos y comerciales a agentes externos. No vaya a ser la culpa de su falta de imaginación y rigor, claro, eso nunca.