Un hombre llamado Adam se despierta encadenado a un tubo oxidado dentro de una decrépita cámara subterránea. A su lado, se encuentra otra persona encadenada, el Dr. Lawrence Gordon. Entre ellos hay un hombre muerto con un revolver calibre 38 en su mano. Ninguno de los dos sabe por qué están allí, sólo poseen un casette con instrucciones que dice que el Dr. Gordon debe matar a Adam en ocho horas. Si falla, ambos morirán, junto a la esposa del Dr. y su hija. Recordando una investigación de asesinato llevada a cabo por un detective llamado Tapp, el Dr. Gordon descubre que él y Adam están siendo victimas de un psicópata conocido como Jigsaw. Sólo les quedan unas horas para desenredar el complicado rompecabezas en el que están inmersos. El asesino les ha dejado únicamente unas pistas y dos sierras de mano, demasiados débiles para cortar la cadena que los ata, pero suficientemente fuertes para cortar carne y huesos... Saw Juego macabroCritica:Me da vergüenza que la gente compare esta película con "Seven" o "El silencio de los corderos" porque "Saw" no es más que un film de serie B que no le llega a estas dos películas ni a la suela de los zapatos. Juego macabro. Juego macabroPara empezar el argumento brilla por su inverosimilitud y encima hay que aguantar que un psychokiller zumbado venga dando clases de moralidad, porque las razones que da Jigsaw para justificar de alguna forma sus crímenes es cuanto menos insultante. Prefería algo más verosímil como las del asesino de "Seven". Dejando el argumento a un lado, toda la trama es fácilmente desmontable ya que está llena de gazapos, fallos e incongruencias, pero se ve que esto a la gente le importa un huevo ya que mola un montón que un tio se corte un pie. Juego macabroSinceramente, lo único bueno que tiene la película es el clima o la ambientación que se produce en el cuarto de baño, que por cierto, tiene un estilo muy a lo "seven" así que de original, esta película más bien poco. En cuanto salimos del cuarto de baño, la categoría de la película baja a serie B, serie C o incluso serie Z. Con un Danny Glover perdidísimo en medio de esa ambientación sacada de un videoclip de Marilyn Manson, una actuaciones HORROROSAS (especialmente la de Cary Elwes y su tristísimo lloriqueo e interpretación en la última escena de la película) y con un guión realmente mediocre. Por no hablar de las caretas o del muñeco de payaso que usa el asesino ¿se supone que es algo terrorífico? Porque la escena del payaso subido en una bicicleta era para troncharse de risa, realmente patética. La cosa solamente se aguanta por el truco baratero y simplón de subir la música para fortalecer los momentos de tensión y las escenas gore. Juego macabro
A raíz de la Gran Plaga y en medio de las posteriores cazas de brujas contra las mujeres, una joven viuda se enfrenta a la trágica muerte de su marido en una sociedad completamente consumida por el miedo y la muerte. Debido a que rechaza los avances de su casero, es falsamente acusada de ser una bruja y encarcelada por un crimen que no cometió. Debe soportar la persecución física a manos del cazador de brujas más despiadado de Inglaterra y enfrentarse a sus propios demonios internos mientras el mismo diablo comienza a abrirse camino en su mente..Pacto con el diabloCritica: Tengo mis peros respecto a la carrera de Neil Marshall. Siendo para mi The Descent su mejor película hasta la fecha, siempre me da la impresión que apunta pero no acierta; y aun así admiro su capacidad de transmitir la violencia y sobre todo que sea capaz de llevar adelante una locura como Doomsday.Tras la muerte de su marido Joseph, Grace debe luchar contra los elementos y la sociedad para seguir manteniendo la granja que tenían alquilada. Grace rechaza los avances sexuales del malvado terrateniente Pendleton y por ello este le acusará de brujería. ¿Podrá Grace demostrar su inocencia o caerá ante los siniestros Witchfinders?The Reckoning podría resumirse como un crossover entre Black Death de Christopher Smith y The Pit And The Pendulum de Stuart Gordon, todo mezclado con dosis de feminismo al estilo de Marshall (mujeres peleonas, en este caso con espadas); de la primera tomaría la ambientación sucia y el trasfondo de la peste mientras de la segunda encontraríamos esos interiores que se ven fantásticos, aunque den sensación de cartón piedra, y a la connivencia entre brujería e inquisición. Vaya por delante que no estoy cargando contra Neil Marshall ya que valoro positivamente las películas anteriores.Pero la sensación que no me quité durante todo el visionado es que estaba ante un Marshall contenido para el que The Reckoning es un back to basics tras el fiasco de Hellboy; ésta es una película pequeña, y mejor funciona cuanto más pequeña es. La cámara de Neil Marshall es capaz de hacernos tragar ruedas de molino del guion escrito a seis manos entre el propio director junto a Charlotte Kirk - que se reserva el papel principal - y Edward Evers-Swindell, y es que se toman demasiado tiempo para presentarnos a la protagonista cuando en el minuto quince ya se sabe por dónde van los tiros, y este es mayor pero que encontramos en The Reckoning: es (otra vez) una reivindicación de las mujeres fuertes en lucha contra un heteropatriarcado que las tortura por no conseguir trato carnal. Sé que esto ha pasado, pasa y pasará, pero los personajes masculinos son extremadamente crueles y/o estúpidos – a excepción del interés amoroso de la protagonista - como si no se hubiera intentado buscarles algo de bidimensionalidad... Pacto con el diablo
Cuando Esme (Megalyn Echikunwoke) y su hijo de diez años, Luna (Yonas Kibreab), se mudan a un pequeño pueblo del desierto, atraen todas las miradas, pero de manera negativa. Esme tendrá que proteger a su hijo de los locales y por si esto no fuera suficiente, hay un secreto terrorífico que les amenaza....Into the Dark: Blood MoonCritica: claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Into the Dark: Blood Moon
Cuando se descubren los restos de dos príncipes asesinados en la Torre de Londres, un sacerdote con problemas debe dejar de lado sus creencias para hacerse amigo de un prisionero misterioso, que tiene poderes sobrenaturales para comunicarse con los muertos.....La maldición de la TorreCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La maldición de la Torre
Cuatro jóvenes estadounidenses en Moscú no imaginan que la noche de fiesta y alcohol en la que se han conocido va a convertirse en una pesadilla interminable, cuando se desate sobre la Tierra una brutal invasión alienígena.
Mike, un joven que acaba de perder a sus padres, observa a su hermano Jody mientras éste asiste al entierro de su mejor amigo. Mike ha seguido a su hermano sin que él lo sepa, obsesionado con la idea de que, tras el funeral, abandone la ciudad para siempre. A la salida del cementerio, Mike es testigo de una escena muy extraña: un hombre alto alza el féretro, lo introduce en un coche fúnebre y desaparece. Mike describe la escena a su hermano, quién lo toma por loco. Molesto por la incredulidad de Jody, Mike vuelve al cementerio de Morningside al anochecer, infiltrándose en la morgue donde además de descubrir una serie de extrañas criaturas espectrales, se hace con una poderosa esfera de plata que pertenece al misterioso hombre alto.
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