Un detective novato, hijo de un policía muerto en desgracia, trabaja para resolver su primer caso importante mientras se encuentra bajo la vigilancia de un asesino parecido a un fantasma.
Los Seres humanos han ampliado y mejorado su esperanza de vida gracias a unos órganos mecánicos muy sofisticados y caros fabricados por la empresa The Union. Pero este gran avance tecnológico tiene un lado oscuro: Si alguien no puede pagar la factura. The Union manda a sus especialistas, los Repo Men, para que recuperen el órgano en cuestión, sin preocuparse del dolor o de la supervivencia del cliente. Jude Law es Remy, uno de los mejores Repo Men de la empresa. Durante su horario laboral sufre un infarto, pero se despierta con el mejor corazón mecánico del mercado… y de paso, con una deuda sustancial. Curiosamente, un efecto secundario del trasplante es que ha dejado de interesarle su trabajo. Cuando no puede hacer frente a los pagos, The Union manda a Jake (Forest Whitaker), el durísimo ex compañero de Remy, a por él. El cazador se ha convertido en presa.
Los Angeles, 1969. La estrella de televisión Rick Dalton, un actor en horas bajas especializado en westerns, y el doble de acción Cliff Booth, su mejor amigo, tratan de sobrevivir a una industria cinematográfica en constante cambio. Dalton es vecino de la joven y prometedora actriz y modelo Sharon Tate, que acaba de casarse con el prestigioso director polaco Roman Polanski…... Había una vez en... HollywoodCritica: Ya lo dijo Tarantino en una de sus últimas entrevistas promocionando la película: ni hacerla fue un camino de rosas (el director se distancia por primera vez de Harvey Weinstein tras el #MeToo, manteniendo control creativo total eso sí), ni la historia que presenta la misma tampoco lo es. Mucha gente se va a decepcionar porque va a ir a verla creyendo que la trama va de lo que ocurre con Sharon Tate, o porque se espere al Tarantino más comercial y/o esperado a nivel de violencia. Ya digo desde ya que es una película que habla del cine. Sobre el cine dentro y fuera de la pantalla. Sobre los rodajes, sus equipos artísticos y técnicos. Una carta de amor y relativo odio al cine. Había una vez en… HollywoodYa desde los títulos iniciales -NO es spoiler-, cuando aparecen los nombres de DiCaprio y Pitt, los mismos están sentados al contrario de donde aparecen, como un espejo. Determinadas escenas con Pitt, Robbie (breve momento cuando Pitt/Booth la observa mientras ella está en la habitación) o el mismo DiCaprio (cuando desahoga en su remolque tras estropear una escena) tienen espejos por el medio. La película no es un retrato robot de la realidad ocurrida, la película es cine. Es cine en su máxima expresión: es ilusión, espejismo. Entretenimiento hecho a la medida del creador. Se toma por tanto licencias notables con las personas de Tate (Margot Robbie está perfecta), Polanski, Steve McQueen (podría haber sido más que un cameo glorificado) o Bruce Lee (desternillante) entre otros. Tarantino hace lo que nosotros hubiéramos querido hacer cuándo éramos niños: hacer nuestros antojos realidad anteponiendo nuestra emoción a la razón. Prueba de ello sin soltar spoilers es la maravillosa secuencia de Tate/Robbie en el cine viéndose a sí misma y contemplando la reacción del público....Había una vez en... Hollywood
Un arquitecto cascarrabias y brillante, Alfred, se embarca en un encargo muy inusual en Malta para un hombre que se hace llamar "El Gran Duque de Córcega". Una epidemia golpea la isla y todos deben huir, pero Alfred queda para terminar el trabajo....The Grand Duke Of CorsicaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... The Grand Duke Of Corsica
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