Un accidente marca y distancia a una madre (Jennifer Connelly) y a un hijo (Cillian Murphy). Ella llega a ser una famosa artista; él, un peculiar cetrero que vive marcado por una doble ausencia. Una joven periodista (Mélanie Laurent) propicia un encuentro entre ambos, que los lleva a plantearse la posibilidad de entender el sentido de la vida y del arte a pesar de las incertidumbres.Aloft No lloresCritica:El sentido de la vida – ¿Qué hacemos aquí? ¿Para qué venimos? – y el sentido de la enfermedad – ¿Por qué yo o mi hijo o para qué el sufrimiento? – no parecen contenidos muy propicios o ligeros con los que condimentar una película comercial al uso. Quizás esto es lo más llamativo de todo, nos encontramos con una cinta que parece remar a contracorriente, sin concesiones, ni facilidades, singular en cualquier caso, en búsqueda constante de un norte y un rumbo que no acaba de encontrar o transmitir.No lloresSe agradece que la cinta transite caminos poco habituales y hasta arriesgados, que no se haga previsible en casi ningún momento, que revele poco a poco su trama como con coquetería y pudor, que no imponga ideas preconcebidas o fuerce respuestas deslumbrantes o alambicadas, que sencillamente deje que los acontecimientos fluyan y vayamos comprobando que la suma de los días y de los acontecimientos no siempre nos permite vislumbrar nítidamente el contorno de un rostro o de una historia reconocible. Se respira libertad y transmite libertad – que no debe confundirse con liberación, ya que todos sus protagonistas son esclavos de unas pulsiones no siempre bien encauzadas.No lloresQuizás haya demasiado salto temporal entre las dos historias que narra – entonces, hace veinte años, y ahora, la inexorable consecuencia de aquellos acontecimientos. Este ir y venir pendular a veces se agradece y otras veces fatiga y resulta un recurso demasiado fácil para un guión que sin lugar a dudas tiene algo que contarnos y mucho que decirnos, pero parece que no encuentra siempre el tono y el ritmo adecuados, perdiéndose en meandros y disquisiciones que no están siempre a la altura de sus buenos y complejos propósitos. No lloresEs innegable que el punto fuerte de la película es el reparto, todos ellos acertados y con un toque de verdad que dignifica la cinta en su conjunto. Destaca sobre todo Jennifer Connelly que está en un momento dulce de su carrera, tanto física como artísticamente, bien secundada por Cillian Murphy en el papel menos agradecido y más atormentado de todos. Merecen destacarse también a la parisina Mélanie Laurent y a la madrileña Oona Chaplin. Pero quizás al final prevalezca cierta dispersión y falta de garra que si bien no lastran el balance global, si dejan cierto poso de insatisfacción. Podría haber sido mejor pero se queda en interesante ejercicio voluntarioso. No llores
Adaptación de la historia de J. M. Barrie acerca de un niño que nunca creció. Los tres niños de la familia Darling reciben una visita de Peter Pan, quien los lleva a la Tierra de Nunca Jamás, donde una guerra continua entre la pandilla de Peter y los Niños Perdidos y el malvado pirata Capitán Garfio está teniendo lugar.
Después de 13 años de prisión por el secuestro y asesinato de un niño de 6 años, el hermoso Lee Guem-ja comienza a buscar venganza contra el hombre que fue realmente responsable de la muerte del niño. Con la ayuda de otros reclusos y reunida con su hija, ella se acerca cada vez más a su objetivo. ¿Pero sus acciones la llevarán al alivio que busca?
Biopic sobre la jueza del Tribunal Supremo de los EE. UU. Ruth Bader Ginsburg, la segunda mujer en la historia (tras Sandra Day O'Connor) que sirvió en este alto órgano judicial. Ginsburg fue nombrada para el alto tribunal en 1993 por el Presidente Bill Clinton. Ruth, junto a su marido el abogado Martin Ginsburg, cambió el curso de la historia con un singular caso sobre discriminación de género que abrió el camino para la igualdad en los Tribunales.....La voz de la igualdadCritica: Los derechos civiles han sido objeto de multitud de luchas, más o menos heroicas, pero siempre encomiables, en la búsqueda de la igualdad plena de derechos en Estados Unidos. Habitualmente se pone el foco y la atención en las que han afectado a personas de color, menos en las reivindicaciones feministas.Basada en una historia real, no es fácil llevar a la pantalla una crónica, que a diferencia de otras, tiene un carácter eminentemente técnico, pues los protagonistas son una pareja de abogados cómodamente instalados, ella con cierta frustración por no ejercer la abogacía ante los tribunales, desempeñándose como docente, pero desenvolviéndose dentro de la élite del sistema de cosas establecido.Es pues el compromiso personal en la consecución de la igualdad de hombres y mujeres ante la ley, lo que guía la actitud de los intérpretes. El academicismo de la narración sabe reflejar aspectos como las fuertes tradiciones arraigadas en los códigos anglosajones, siempre seguros de sí mismos, lentos y poco dados a cambios, menos aún cuando estos pueden conllevar una alteración en unos usos y costumbres ampliamente asentados.Bajo estas premisas, sigo la película con el interés que proporciona un retrato de los personajes efectuado con la solvencia necesaria para no perdernos en una letanía de términos jurídicos, exprimiendo un guión cuyas potencialidades, a priori, no estaban del todo claras.... La voz de la igualdad
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