Michelangelo, Donatello, Leonardo y Raphael regresan junto con April O’Neil, Vern Fenwick y un nuevo vigilante enmascarado, Casey Jones, para combatir a los villanos aún más malignos y poderosos. El súper villano Shredder escapa de prisión y une sus fuerzas con el científico loco Baxter Stockman y sus dos secuaces, Bebob y Rocksteady, para llevar a cabo un diabólico plan para conquistar el mundo.
Precuela de 'Roaring Currents' centrada en la batalla de Hansando, la cual, en el marco de la invasiones japonesas a Corea, enfrentó el 14 de agosto de 1592 a la flota japonesa al mando del almirante Wakizaka Yasuharu y a la flota coreana al mando del almirante Yi Sun Sin.
Navidad de 1944, los alemanes hacen un último empujón contra los ejércitos aliados atacantes en el oeste. El teniente Robert Cappa y su pelotón de soldados de la 2da División de Infantería han recibido la orden de mantener un cruce de caminos vital contra los agresores alemanes. Cappa y sus hombres deben encontrar su fe y fuerza para enfrentarse a sus enemigos en la pelea épica conocida como "La batalla de las Ardenas".
Cuando la catástrofe nos golpea, Superman una vez más se arroja a la acción, pero en esta ocasión consigue un poco de ayuda inesperada de un nuevo escuadrón de súper héroes que se llaman a sí mismos La Élite. Compuestos por cuatro poderosos seres y encabezados por el descarado y calculador Manchester Black, esta nueva fuerza trae una cruda, salvaje mentalidad sin barreras en la batalla contra el mal. Con un gran respaldo público a los métodos sanguinarios de la Élite, el escenario se sitúa en una confrontación que tiene a los sentimientos de Superman superados y anticuados. Adaptación libre del cómic "What's So Funny About Truth, Justice & the American Way?".
Al poco de llegar a una escuela de artes marciales, un joven problemático se enamora de la chica con la que se quiere casar su rival. BaaghiCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. BaaghiUn metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Baaghi
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