Bienvenidos a Egipto, tierra de los faraones. Un lugar lleno de historia y leyenda; Dioses y guías espirituales; Una riqueza incontable - y los huesos que se agrietan, derramando sangre guardianes de sus riquezas. Jack Wells ha llegado a Egipto en busca del famoso diamante conocido como The Codex Stone. Su viaje lo lleva a la tumba del maldito rey Neferu, maldito no por su nombre sino por la naturaleza. Con su sed de siglos perturbado por la codicia humana eterna, el Rey se levanta de entre los muertos con una lujuria de sangre que no puede ser apagada y una furia furiosa que destrozará la carne del hueso, trayendo muerte terrible y atormentada a todos los que se atreven a presenciar el Día De la momia.
Esta secuela de "A 47 Metros" traslada la mortífera acción de los tiburones desde México a Brasil, y seguirá a un grupo de chicas en busca de aventuras en la costa de Recife. Con la esperanza de salir del rutinario sendero turístico, las chicas escuchan algo acerca de unas ruinas submarinas ocultas, pero descubren que bajo las olas turquesas su Atlantis secreta no está completamente deshabitada....Terror a 47 metros: El segundo ataqueCritica: Si una película, hoy en día, no es secuela, precuela, remake, spin-off o adaptación de lo que sea, los productores revientan. Esta presunta segunda parte no tiene absolutamente nada que ver con “A 47 metros” porque ni comparte personajes, ni mencionan nada de lo que pasó antes. Ni siquiera transcurre en el mismo sitio. Y tampoco dicen estar a dicha profundidad. ¡Caramba, ya sería casualidad que no estuvieran ni a 46 ni a 48 metros! Pero bueno, como se parece un poquillo en la situación, pues pensaron en ponerle el “2” para hacer más caja. En fin, tenemos una nueva aventura de supervivencia con tiburones blancos, para estrenarse en pleno verano, y ya van unas pocas parecidas. Se sabe lo que vamos a ver. Esto no es cine de Christopher Nolan, sino que las protagonistas son adolescentes que gritan “uuuhhh” creyendo que se lo van a pasar muy bien en sus vacaciones, y ahí está el bicho esperándolas para fastidiárselas. No hay más. Bueno, sí me ha gustado muchísimo la localización. Hay cenotes y ruinas mayas sumergidas que nos recuerdan a las aventuras de Lara Croft, aunque con mucha menos espectacularidad. Al menos, este escenario aporta algo de originalidad para una historia así, aunque ya habíamos visto un cenote en “El santuario”. Pero ahí no salían tiburones, claro. Y ya está. Un escualo que va comiendo jóvenes por turnos, dando lugar a agobiantes escenas de supervivencia. Un “déjà vu” que no quita que sea entretenida. Lo malo es que a veces enfocan demasiado cerca a las actrices y no se bien lo que está pasando. La secuencia final está francamente bien conseguida y tiene mucha tensión. Además, es muy cortita para no cansar. Si no esperas demasiado, que es lo más justo, se puede echar un buen rato viéndola.....Terror a 47 metros: El segundo ataque
No volver a mostrar