Con el fin del mundo, una madre moribunda envía a su hijo pequeño en una búsqueda para encontrar el lugar que concede deseos.....The Last BoyCritica: Del país del Brexit nos llega esta aburrida y mal interpretada película de un mundo actual donde los humanos perecen al ser tocados por un extraño viento o hálito con ribetes apocalípticos. Todo malo y lleno de clichés, niño aburrido en un viaje tras la muerte de su mamá, que no interesa y con unos personajes sin carisma y arquetípicos ( científica, otra niña, militar, un pseudomonje etc). Y la música pésima, pretende dar un toque místico y se queda en un new age con manidos compases. De pena, y lo peor es que parece que podría continuar...espero que la Parusía me lo ahorreese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....The Last Boy
Louis Creed, su esposa y sus dos niños se instalan en una vivienda próxima a una carretera con mucho tráfico. Cerca de la casa hay un sendero que lleva a un cementerio de animales y también a un antiguo cementerio indio; según la leyenda, los que sean enterrados allí volverán a la vida. Cuando uno de los niños muere atropellado por un camión, Louis decide enterrarlo en el cementerio indio.
Tres familias se enfrentan a una experiencia que amenaza con cambiar sus vidas para siempre. Este inusual evento se produce un día de vacaciones en la región de Sintra, en Portugal, una ciudad histñorica conocida por sus densos jardines y sus palacios y edificios que parecen sacados de un cuento de hadas.... FrankieCritica: Si se planea un viaje a Lisboa, pasar un día en Sintra es obligatorio. En un viaje en tren de 50 minutos pasas de la belleza decadente de la capital portuguesa a una pequeña villa en las montañas con un majestuoso circuito de jardines, palacios y murallas. Sin embargo, como pasa con todo lugar de alto valor turístico, la experiencia puede resultar un tanto agotadora dada la cantidad de gente que se concentra allí, sobre todo en verano, y a las atenciones recibidas; nada más salir de la estación de tren, sientes el acoso de los conductores de tuk tuk que ofrecen sus servicios para que evites el autobús y caminar por las empinadas cuestas. Con todo, Sintra tiene un encanto peculiar, bucólico y arraigadamente portugués del que se impregna 'Frankie', el último trabajo del director Ira Sachs.Isabelle Huppert, quien hace tres años asistió como homenajeada a un festival de cine que se celebra entre Sintra y Lisboa, encarna en la película a su álter ego, la Frankie del título, una célebre actriz que reúne a su familia para unas vacaciones en Sintra con motivo de una devastadora noticia que acaba de recibir. Hasta que llegue la hora de la tarde en los que los ha citado a todos, cada uno va explorando la ciudad por su cuenta, coincidiendo y separándose cada dos por tres. La película es así de sencilla: encuentros, desencuentros, paseos y conversaciones a través de los cuales se revalúan los vínculos que los unen, y el amor es mostrado desde su concepción más pura hasta cuando ya no da más de sí. 'Frankie' entraría en esa categoría de “films en los que no pasa nada”, y lo cierto es que su levedad, la escasa trascendencia de la historia y lo poco que tiene que añadir a los temas que aborda complican el poder sacarla de ahí......Frankie
Un hombre mantiene su decisión sobre la inocencia de un presunto asesino aunque es presionado por los otros del jurado.
En el año 1781, el oficial Ichabod Crane (Tom Mison), muere en medio de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en una misión para el general George Washington. Más de 230 años después Ichabod resucita gracias a un hechizo de sangre, y el destino la lleva a conocer a la detective Abbie Mills (Nicole Beharie), una investigadora de la Policía local de la localidad de Sleepy Hollow. Juntos tratarán de impedir la desaparición de la raza humana a manos de las fuerzas del mal... Adaptación televisiva del cuento de terror de Washington Irving que ya llevó Tim Burton al cine en 1999, pero esta vez ambientada en el presente.
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