Un padre no tiene los medios para pagar el tratamiento médico de su hija. Como último recurso, se asocia con un codicioso compañero de trabajo para robar un casino. Cuando las cosas van mal, se ven obligados a secuestras un autobús de la ciudad. HeistCritica:De Niro de mafioso como que le pega más, está más habituado a dicha firme personalidad por costumbre repetitiva, aunque en este caso hay tendencia ligera a no componer al capo con la contundencia merecida; está en las últimas, lleno de lamentos y penas, intento de reconciliación con sus errores familiares que no acaba de funcionar ni cuajar, ni para él ni para la audiencia pues, aunque están todos los ingredientes que cuentan, su uso, profundidad y revelado manejo, en su supuesta situación tensa, se queda en un abanico de claras intenciones que no osan ir más allá de ese consumo tenue y acomodado cuyo efecto no inquieta, no altera, no crea misterio sobre su evolución ni tira de la cuerda lo suficiente para que, el casino flotante y todos sus tejemanejes, te atrapen con adoración convincente. BusY es que “yo estoy al cargo”, pero no es rotunda la impresión recibida, por mucho que insista con esas frases prototipo, de categoría veterana para el género que trata; “nunca dejes que nadie te robe a ti, es señal de debilidad, agujero en las cañerías por donde tus enemigos tratarán de colarse”, que suena a lección vieja conocida, de amenaza neutra, teniendo en cuenta qué ilustre afirma dichas sentencias. El guión peca de tocar muchas teclas, sin confirmación ni decisiva parada en ninguna de ellas; que si “robar a Pope es un suicidio”, que si “quien dijo que el amor no se puede comprar no tenía suficiente dinero” -¡que manera de vapulear a los beattles!-, que si un socio de negocios turbulentos que ejecuta las palizas, que si cuestionamos el funcionamiento financiero de la sanidad y sus políticas, que si el héroe en duda toma vestigios de un Denzel Washington más glorioso de otra época, que si su compañero -de errónea aventura- llega para fingida pose de escasez realizada, que si por momentos recuerda a la mítica Speed pero sin su talento e inteligencia, con un formato humanitario de fondo que no coagula ni emociona ni se solidifica como debiera, más esa resolución altruista, de fondo bonachón, gracias a una poli que razona y juzga propiamente pasando de las órdenes del jefe ya que, el malo es un bueno en difíciles circunstancias, ¡hay que comprenderlo! que, con todo, no convence, únicamente remata lo que era un mirar sin sentir ni apenar, menos revolucionar al vidente, cuyo deducción cede y abandona pues no hay materia, no vale la pena. Bus
Cuando Peter emprende un viaje mágico para rescatar a su hermana pequeña Anne, necesita viajar a un territorio misterioso: ¡la Luna! Anne fue secuestrada por el malvado Moon Man cuando trató de ayudar al escarabajo Sr. Zoomzeman en la búsqueda de su esposa. En su fantástica aventura, Peter aterriza en Star Meadow donde conoce al somnoliento Sr. Sandman. Él sabe, solo en la cena del Hada Nocturna en el castillo en las nubes, pueden averiguar dónde está Anne, pero no hay suficientes asientos para todos. Así que se unen a la carrera salvaje a lo largo de la Vía Láctea contra los cinco Espíritus de la Naturaleza: Gigante Tormenta, Bruja Relámpago, Henry Hail, Rainy Robin y Mother Frost ... Lunáticos Critica*La primera película de animación de Ali Samadi AhadiLa historia del director de Lunáticos es bastante más interesante que la de la propia película.El cineasta, nacido en la ciudad de Tabriz en Irán, tuvo que escapar de la guerra por su cuenta a los 12 años. Su viaje acabó con éxito en Alemania, donde consiguió graduarse en la escuela secundaria y acabar la carrera de sociología.Esas vivencias influyeron enormemente sus primeros trabajos. Hablamos de los intensos y crudos documentales Lost Children, sobre el uso de menores en el conflicto armado de Uganda y The Green Wave sobre las elecciones en su país de origen.Con Lunáticos, Ahadi cambia de registro totalmente para adentrarse en una historia infantil muy inocente, llena de insectos parlantes y criaturas legendarias.*El pequeño viaje a la luna de PeterLa historia creada por el escritor alemán Gerdt von Bassewitz fue concebida como obra de teatro. De hecho, el público pudo disfrutar primero de la historia en un escenario de la ciudad de Leipzig un par de años antes de que fuera publicada como libro ilustrado.La historia de 1912 es tan popular, que antes de esta Lunáticos, tuvo una adaptación para televisión en los años 50 y otra adaptación al largo dirigida por Wolfgang Urchs en 1990, también de animación.En esta nueva versión, dos hermanos deben ayudar a un pequeño escarabajo a encontrar su pata perdida. El problema principal, es que esa pata se encuentra en la luna por culpa de un hechizo equivocado del Hada de la Noche.*La belleza está en el exteriorLunáticos parte de una premisa demasiado insulsa: un hada intenta evitar que los humanos corten un árbol y lo envía por error a la luna con algunos de los insectos que lo habitan y la pata de otro de ellos.Para deshacer el entuerto, el escarabajo desmembrado tiene que encontrar al Elegido. Una tarea casi imposible (modo ironía activado) ya que el único requisito es que le gusten los animales.Después, se suceden una batiburrillo de personajes que parecen elegidos al azar: seres mitológicos, Sandman, al que llaman el arenero en la traducción, hadas e insectos parlantes. Parece que la película se guía por la norma del cuanto más mejor.El resultado es una historia sin pies ni cabeza que transcurre con poco interés para todos aquellos que hayan superado el periodo vital en el que ya no hacen falta pañales.Lo mejor de la cinta está en su diseño. Los imágenes son coloridas y las texturas, complejas y bien acabadas. A nivel visual, Lunáticos podría competir con cualquier gran estudio de animación sin ningún complejo.En esta película de Samadi Ahadi, la belleza está claramente en el exterior.*Los valores de 'Lunáticos'Toda cinta de animación infantil lleva implícita la transmisión de valores.En sus minutos iniciales, Lunáticos nos habla de la importancia de cuidar el medio ambiente y los seres vivos que en él habitan. Pronto, la historia deriva hacia el valor de la familia, el trabajo en equipo y la sensación de ser marginados por otros.Si la mezcla de personajes resulta algo caótica y atropellada, también lo son los temas que aborda la película. Todos ellos son tratados de manera superficial y vaga y se suceden sin que la moraleja hacia la que nos quieren conducir quede definida.Da la sensación de que el guion Ali Samadi Ahadi y Arne Nolting está hecho usando una checklist con un millar de elementos, de la que van tachando todo lo que van incluyendo en el guion, sin importar de qué manera se haga.*Nuestra valoraciónLa tercera adaptación del clásico infantil alemán Lunáticos es un cajón desastre en el que el director Samadi Ahadi ha intentado meter un poco de todo. El resultado es una historia caótica y llena de personajes sin cohesión ninguna entre ellos, valores que se diluyen en la trama y un argumento demasiado simple como para despertar nuestro interés.El apartado visual es lo mejor de la película. Los diseños, las texturas y los coloridos escenarios podrían competir con cualquier gran estudio. El nivel técnico está muy por encima de cualquier otro apartado. Por eso, Lunáticos es una película que disfrutarás más si aprietas el botón mute en el mando de tu televisión y te limitas a observarla como si fuera un cuadro en movimiento. Lunáticos
Judah Ben-Hur (Jack Huston) es un príncipe falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell), un oficial del ejército romano. Desposeído de su título y separado de su familia y de la mujer que ama (Nazanin Boniadi), Judah es condenado a la esclavitud en las galeras. Después de varios años, Judah regresa a su tierra natal en busca de venganza, pero encontrará su propia redención. BenCritica:Cuando hace un par de años me enteré a través de la prensa especializada de que Ben-Hur tendría un remake me temí lo peor. Después de ver el trailer se confirmaron mis sospechas, este remake no estaba concebido para mejorar la anterior película de William Wyler, simplemente era un producto sin alma y con el único propósito de recaudar pasta. BenAhora, al ver la película, me he dado cuenta de que es peor aún que el propio trailer, la banda sonora es un insulto a Miklos Rosza, los actores son espantosos, incluso Morgan Freeman desentona en esta película. Los efectos especiales son más dignos de la nueva película de Transformers que de cine épico. Ni siquiera han respetado algunos detalles característicos de la versión de 1959, como por ejemplo el evitar que a Jesús se le viese el rostro. BenEn fin, poco más que añadir, de nuevo Hollywood ha conseguido mancillar una obra maestra con este absurdo y burdo remake. Bienvenidos a la nueva industria cinematográfica, esa que considera más prioritaria la recaudación que el apartado artístico.Señores de Hollywood, no todo vale hoy en día, un remake es útil si sirve para mejorar lo anterior, como así lo hizo Wyler en 1959 frente a la versión muda de Fred Niblo. ¿Cómo se os ocurre hacer un remake de una película que consiguió 11 oscars y que es considerada como una de las más grandes obras maestras del mundo del cine? Ben
Año 3208. La Tierra está siendo atacada por los malvados alienígenas Drej, una raza altamente evolucionada hecha de energía pura. En medio del caos, miles de naves han de despegar de la superficie de la Tierra; el científico Sam Tucker llama a su hijo, Cale, un niño de cinco años, y le manda lejos de la Tierra en una nave espacial para que esté a salvo. Tucker se marcha en la nave espacial Titan -la astronave mejor dotada de la galaxia- porque es el único rayo de esperanza ante el desastre que se presagia. De repente, una ráfaga de la nave nodriza de los Drej envía a la Tierra fuera de control...
Robert McCall, un antiguo agente de la CIA que lleva ahora una vida tranquila, abandona su retiro para ayudar a Teri, una joven prostituta que está siendo explotada por la mafia rusa. A pesar de que aseguró no volver a ser violento, contemplar tanta crueldad despertará en Robert un implacable y renovado deseo de justicia... The Equalizer El justicieroCritica:Es curioso cómo a un ritmo muy apropiado, o sea: correctísimo, nos presentan a un tipo solitario, empleado de un Leroy Merlin, generoso, muy querido por todos, que lee El viejo y el mar, que le gusta colocar las cosas en las mesas y que, sobre todo, le gusta colocar a la gente en su camino debido. Todo esto para luego presentarnos la historia convencional de siempre del héroe retirado de vida monástica que de repente le tocan la moral y se tiene que poner a trabajar al estilo Predator. El justicieroPues bien, así se logra un personaje que da al entorno de la historia un trasfondo de justiciero muy apto para que la tensión funcione en todo momento. También hay que valorar la presencia de Marton Csokas en su papel de asesino, que, abreviando, da miedo. El duelo interpretativo es genial. Parece que los asesinos tienen un código moral por el cual siempre tienen que hacer un alto para filosofar un poco tranquilamente, es la leche. La violencia explícita también está perfecta, sin provocar arcadas. Recuerda trabajos de Cronenberg y hay fases que nos llevan a episodios de Bond reuniéndose con M, en fin… cosas así. Todo valedero para un buen producto de género que a nadie intenta engañar. El justicieroCualquier aficionado al cine que sepa por donde se anda, de qué va la cosa, que no sea el típico que va preguntando a los guardias que por favor, que me he perdido, que por aquí ya he pasado, qué es esto o aquello, quedará muy satisfecho porque The Equalizer es una gran obra, convencional con “más de lo mismo”: sí, cierto; pero seria y convincente. Tralla a su servicio, para el que le guste el género Thriller. ¿Película realista como la vida misma? No. Y menos mal.El justiciero
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