Un grupo disuelto de superhéroes se reúne después de que su padre adoptivo, quien los entrenó para salvar el mundo, muere. The Umbrella AcademyCritica: The Umbrella Academy cuenta con una curiosa premisa que, sin dejar de ser entretenida, se desmorona cada vez más a cada capítulo que pasa. Es el alto nivel de producción el que sostiene el castillo de naipes, pero intentando apuntalar un guion y una puesta en escena que, por otra parte, parecen estorbarse entre sí.La serie, a la hora de decidir qué contar y cómo contarlo, parece tan perdida como sus protagonistas. A veces te ponen Radiohead de fondo y parece haber ciertas pretensiones dramáticas, pero éstas no tardan en desentonar con la posterior escena de acción con música canallita que te incita a despreocuparte y dejarte llevar por la gamberrada.Pero la mayor disonancia la encontramos en el guion y en esa aparente voluntad de sorprender al público a cada capítulo. Porque la serie dura diez capítulos, y eso son diez cliffhangers, y eso es mucha información que ocultar al espectador y, por extensión, a los protagonistas. Y al final son demasiados protagonistas divagando como pollo sin cabeza entre los flashbacks explicativos de una trama que, además de resultar previsible, puede acabar cargándose la suspensión de incredulidad de cualquiera.
Paul está casado con Sali. Todo estaría bien si pudieran tener un hijo. Hasta el día en que Sali recibe la llamada que han estado esperando durante tanto tiempo: se aprueba su archivo de adopción. Él es adorable, tiene 6 meses, su nombre es Benjamin. Él es rubio con ojos azules y blanco. Que son de color negro.
Hay problemas en Bikini Bottom: la corona del Rey Neptuno ha desaparecido y las sospechas recaen en el Sr. Krabs. Junto a Patrick, su mejor amigo, Bob Esponja marcha a la peligrosa Ciudad de Shell para rescatar la corona de Neptuno y salvar al Sr. Krabs.
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