Ambientada en un futuro distópico después del colapso del ecosistema de la Tierra, Vesper, una niña de 13 años que lucha por sobrevivir con su padre paralizado, conoce a una misteriosa mujer con un secreto que obliga a Vesper a utilizar su ingenio, su fuerza y sus habilidades de bio-hackeo para luchar por la posibilidad de un futuro.
En una fiesta en casa de Lord Ascott, Alicia se encuentra con Ábsolem, que ahora es una mariposa monarca azul que ayuda a Alicia a regresar al fantástico mundo de Infratierra, donde encuentra a sus amigos: el Conejo Blanco, el Gato Sonriente, Lirón, la Liebre, los Tweedles y el Sombrerero Loco, pero éste, desafortunadamente, ya no es el mismo: ha perdido su “muchosidad”. Alicia tendrá entonces que ir a ver a Tiempo. Tiempo, una peculiar criatura mitad humano, mitad reloj, vive en un vacío infinito y posee la cronoesfera, una esfera metálica que permitirá a Alicia volver para salvar a la familia del Sombrerero. Alice Through the Looking Glass AliciaCritica:La segunda parte de “Alicia en el país de las maravillas” no llega al nivel de su predecesora (también vapuleada por la crítica general de manera injusta, bajo mi punto de vista), pero eso no quiere decir que sea una mala película. Me explico. AliciaEmpezando por lo negativo, he de decir que estoy de acuerdo en lo que algunas personas han comentado sobre la presencia de personajes que “están por estar” (véase el Gato de Chesire y la tropa que le acompaña). Más allá de esto, a pesar de los errores que cualquier película pueda tener, no entiendo el porqué de tanto odio a esta cinta.Las actuaciones son más que correctas, y me alegro de que no hayan histrionizado aún más al sombrerero, pues es algo que desentonó un poco en su primera parte (el personaje lo requiere, sí, pero no hay necesidad de llevarlo a la parodia). Mia Wasikowska cumple, como siempre puesto que es una gran actriz. Destaco a Helena Bonham Carter, la cual consigue que sintamos empatía hacia su personaje y cierto rechazo, en algunos momentos, hacia el interpretado por Anne Hathaway (en ellas claramente se puede captar aquello de “ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos, y todo acto tiene su consecuencia, hasta el más estúpido”). La historia es correcta, entretenida y con muchas metáforas que, lejos de ser obvias para el público infantil, les invita a reflexionar (lo digo porque he leído en muchos sitios que la película tan sólo busca contentar a los pequeños, y en mi sala pude escuchar de la boca de algunos críos “no entiendo por qué pasa esto, ni por qué dicen esto, etc”). Creo que tanto en esta segunda parte como en la primera lo que se buscaba era reinventar el mundo de Lewis Carroll, y se consigue competentemente. Alicia
El ensayo general de la obra navideña del jardín de infantes se convierte en un juicio sobre un travieso niño de 5 años, defendido por la pareja de la madre del niño. Inicialmente impulsado por motivos egoístas, el hombre comienza a madurar en el papel de padre durante el juicio....Una noche en la escuelaCritica: Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Una noche en la escuela
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