Las vidas de un joven matrimonio se verán totalmente alteradas después de que un conocido del pasado del marido comience a dejarles misteriosos regalos y se revele un horrible secreto tras veinte años. The Gift regaloCritica:Leyendo las críticas negativas que mentan a que no hay sorpresa me quedo estupefacto. ¿Que no hay sorpresas en la película? Está claro que sabes que algo más turbio de lo inicial hay detrás, pero ni de broma puedes descubrir que llega a ese nivel. Se intuyen diversos detalles (al llegar al final recuerdas más aún) que te hacen pensar sobre la realidad de la pareja, pero ni de broma es algo que veas venir. regalo Una pareja se muda a una nueva ciudad y, un día cualquiera, se encuentran con un antiguo compañero de clase del joven protagonista. La relación con él empieza siendo algo normal, sin embargo una serie de situaciones llevará este triángulo personal a algo mucho más difícil e inimaginable, llegando a niveles tan altos que hasta el peligro acechará a todos. Una premisa inicial ya sobada en el cine, sin embargo el desarrollo (aun habiéndose visto veces) sorprende, y mucho. Existen muchos giros, cada cual me dejó más sorprendido, y esto es cierto que resulta cargante. Edgerton se basa en la idea de que debe meter giros para crear tensión, cuando no siempre debe ser así, y por ello la duración (1h50min) es su gran problema. Si hubiera recortado 20 minutos hubiera conseguido una ópera prima mucho más redonda. regaloAun así todo está bien llevado, el peso del trabajo lo lleva Bateman, siendo además la gran incógnita de la película. Podría decirse que está dividida en dos partes, una primera con mucha tensión pero con todo en el aire, y una segunda donde empiezan a asentarse las bases. regaloYo fui uno de los que criticó Regresión por lo poco sorprendente que es dentro del género, amén de que ya conocía el final a la media hora, sin embargo 'The Gift' me ha pillado por sorpresa, no sabía lo que iba a ocurrir. Lógicamente sabías que lo primero que se cuenta no suena bien, pero para nada llegar a imaginarte lo que ocurrió y ocurrirá, como si se vio en la película de Amenábar. regalo
Johnny English, el mejor espía del MI7 (Rowan Atkinson) parece haber desaparecido de la faz de la Tierra pero, en realidad, ha estado perfeccionado sus extraordinarias habilidades en una lejana región de Oriente. Cuando sus jefes se enteran de que alguien planea un atentado contra el primer ministro chino, no les queda más remedio que localizar al poco ortodoxo agente, que ahora tendrá la posibilidad de redimirse y utilizar lo último en tecnología punta para desenredar una complicada conspiración que implica al KGB, a la CIA e incluso al MI7. Faltan pocos días para que se celebre una conferencia estatal y él deberá usar todos sus trucos para proteger a todos los participantes. En la mente de Johnny English el desastre puede ser una opción, pero el fracaso, jamás. Johnny English Returns Johnny English recargadoCritica:Ya sabemos que no merecía una secuela y echábamos de menos mas una de Mr.Bean, pero me ha gustado bastante este taquillero regreso de Rowan Atkinson como Johnny English. Pese a su humor absurdo e infantil me ha recordado que para reírse no hace falta decir groserías o salir tetas. Con un poco de arte, tenemos a Rowan haciendo el pirado o recordando momentos a Homer Simpson. El papel de los secundarios no está mal, Dominic West trabaja bien. Cada escena con Johnny English te ríes aunque solo sea un poco. Pese a ser predecible, que hoy en día que comedia no lo es, es entretenida y se hace corta y muy divertida con persecuciones muy graciosas y llenas de acción. En sí, en la película no sobra nada, ni es excesiva en duración ni corta, preferentemente yo prefiero que sean largas para poder opinar mas y aprovechar el dinero gastado en la entrada de cine. La música está bastante bien y congenia con las escenas de acción y los planos de cámara tambien están bien. La primera la vi hace mucho tiempo y no puedo hacer comparaciones, pero creo que me he reído mucho más en ésta que en la primera. En realidad todo lo que hace el señor Atkinson hace reír, es una pena que haya jubilado a Mr.Bean porque no existe otro personaje tan gracioso y original. En resumen, una comedia llena de acción que cumple con su cometido, hacer reír y entretener. Johnny EnglishNo, no me refiero a muchas películas de la misma temática. Me estoy refiriendo a un Mr. Bean, perdón, Johnny English, demasiado competente en algunas escenas de la película. Comentando la película con un amigo, me decía que no le había acabado de gustar porque, aunque se había reído, entendía que English es demasiado hábil en algunas ocasiones, y debo reconocer que realmente, durante el visionado, algo se aprecia al respecto. Dicho lo anterior, yo me he reído, en ocasiones carcajeado abiertamente, y aunque reconozco que el guión (si realmente se puede llamar así) es muy malo, lo cierto es que se mantiene un tono de gag genial-gag mediano que tampoco está tan mal. Johnny English
Ted Morgan (Seann William Scott) es un hombre deprimido que regresa a su ciudad natal para corregir ciertos errores del pasado antes de suicidarse. Antes de partir JustCritica:Extraño melodrama que ofrece momentos conseguidos en la comedia pero que en el campo del drama se queda en la parte mas superficial del lago. Cuando pretendes construir un melodrama sobre un suicida has de cargar las tintas porque si no lo único que consigues es que el espectador se quede con la sensación que es una mas de esas comedias amables que tanto gustan a los norteamericanos (o peor aun, que le estas tomando el pelo). La película no es mala (todo lo contrario) aunque la apática interpretación de Seann William Scott no ayuda demasiado a entender el conflicto interno del suicida y la directora prefiere escoger el camino de la redención a través de historias paralelas que no tienen la suficiente entidad para construir un drama. A pesar de ello hay que reconocerle a la debutante Courteney Cox honestidad y ganas de hacer las cosas bien. Pero "Just before I go" es irregular para que te quedes con la sensación de haber visto una gran película, todo es demasiado ligero y personajes como el policía (hermano del protagonista) no ayudan a que el espectador se tome en serio la película. Mi recomendación es que os acerquéis a "Just before I go" como una comedia de tono ligero que con toda seguridad os satisfará y os hará pasar un buen rato (ademas de arrancaros algunas sonrisas). JustPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. JustUn metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Just
Shaun Boswell es un chico que no acaba de encajar en ningún grupo. Su única conexión con el mundo de indiferencia que le rodea es a través de las carreras ilegales, lo que no le ha convertido en el chico favorito de la policía. Cuando amenazan con encarcelarle, le mandan fuera del país a pasar una temporada con su tío, un militar destinado en Japón. En el país donde nacieron la mayoría de los coches modificados, las simples carreras en la calle principal han sido sustituidas por el último reto automovilístico que desafía la gravedad, las carreras de "drift" (arrastre), una peligrosa mezcla de velocidad en pistas con curvas muy cerradas y en zigzag. En su primera incursión en el salvaje mundo de las carreras de "drift", Shaun acepta ingenuamente conducir un D.K, el Rey del Drift, que pertenece a los Yakuza, la mafia japonesa. Para pagar su deuda, no tiene más remedio que codearse con el hampa de Tokio y jugarse la vida. The Fast and the Furious: Tokyo Drift Rápido y furioso: Reto TokioCritica:Si tu novia la Jessy te pide un día que veáis una peli ahí guapa, ten en cuenta que debes elegir una que, a la vez que os entretenga, os haga ver la vida de color de rosa. Aparca tu Seat León amarillo y vete corriendo al videoclub más cercano para disfrutar de este espectáculo sin parangón en el mundo del cine. A veces, sólo a veces, el séptimo arte eleva nuestro espíritu a cotas que de otra manera sería imposible soñar. Como unas llantas de aleación de fibra de carbono que vienen de serie y por las que no tienes que pagar. Pues algo así. Rápido y furiosoPorque sí, querido amigo, Hollywood ha hecho la versión definitiva del clásico, la revisión mejorada y corregida como por arte de subwoofer de la ya mítica "chu fas chu furius". Pero ahora con chinos y mogollón de gente con tatoos. Tokyo Race es un trepidante thriller de acción situado en Tokio (Race). Bajo el pretexto de una carrera, el genial director Justin Lin nos ofrece una romántica visión de la vida, de los deseos más hondos y nobles del ser humano, para llevarnos a 312,3 km/h por la carretera de los sueños.Si creías que tus papás tenían razón al decir que estudiaras, esta obra te demuestra que estaban equivocados. Lo que importa en la vida es tener el buga to guapo, que sea capaz de coger los 200 km/h y que tenga sitio en el cristal tintado de atrás para poner el nombre de tu churri y el tuyo con la bandera de España. Así podrás competir por las carreteras de Castilla con señores de 70 años a los que les pasarás como un bólido, demostrando que la tienes más grande que ellos y que su vida se ha consumido en un sinfín de proyectos absurdos que culminan a menos de 60 km/h en una vía rápida de Benavente. Rápido y furioso
Gira en torno a la relación entre un adicto al juego y una joven que se enamora perdidamente de él y no se detendrá ante nada para conquistar su corazón....Seducción por el juegoCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Seducción por el juegoPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Seducción por el juego
En la cinta de crimen y comedia La darone, co escrita y dirigida por Jean-Paul Salomé (The Chamaleon), Patience Portefeux es una traductora, del árabe al francés, mal pagada y con exceso de trabajo, que trabaja para un escuadrón de oficiales de narcóticos de París, encabezado por el amable, aunque algo torpe, Philippe. La mujer se toma su trabajo muy en serio, ayuda en los interrogatorios policiales, proporciona eficientes grabaciones telefónicas y sus aportaciones llevan a detener a diversos criminales, a lo que le tiene cierta compasión. Su dedicación no es fortuita, dado que, en su pasado, existieron casos de familiares involucrados en actividades criminales que la marcaron, para bien y para mal. Esto sale a relucir cuando, en una operación, descubre que uno de los narcotraficantes es hijo de una mujer que conoce bien, lo que la lleva no solo a encubrirlo y permitirle escapar, sino también quedarse con el cargamento de drogas para venderlo por su propia cuenta.
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